Pachuca.- A los 51 años, Estrella Guzmán decidió dar un giro radical a su vida: dejó atrás el encierro del taller de costura que administraba desde casa para convertirse en taxista en las calles de Pachuca. Hoy, a bordo de su unidad, escucha historias, lleva a estudiantes, adultos mayores, madres y trabajadores a sus destinos, y desafía los prejuicios que aún existen hacia las mujeres al volante.
En una ciudad donde la falta de educación vial son retos constantes, Estrella se abre paso con determinación, combinando su trabajo con el cuidado de su familia y una creciente clientela que la prefiere por su calidez y compromiso. Ella aprendió a los 25 años de edad a manejar vehículos motorizados, pero desde entonces sintió libertad para moverse y no quiso dejar de conducir.
“Sí, me gusta la manejada (sic). Aprendí ya grande, pero desde ahí ya no me bajé del carro. (¿qué siente usted que ya no se quiere dejar de hacerlo?) Pues es que se siente uno libre, ¿no? Se siente uno libre”, explicó su emoción al manejar.
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Hoy en día hay más mujeres conductoras, las podemos encontrar en vehículos particulares, en el Tuzobús, las colectivas, taxis o cualquier unidad con motor, sin embargo, Estrella aún nota retos para las mujeres que se dedican a “la manejada” en Pachuca, pues nota algunas groserías por parte de otros taxistas y pasajeros.
“Fíjate que sí, a mucha gente no le gusta que sea mujer. Pero a mucha gente también le es muy emocionante para ellas es así de ¡ay, me subí con una mujer! ¿no? Entonces, igual los mismos compañeros así como que me ven y me avientan el carro, cosas así, pero pues digo, ¡no me importa, yo sigo!”, contó Estrella.
De 10 a 12 viajes por día
Desde que comenzó en este oficio, Estrella empezó a hacerse de clientes, mujeres y hombres que se sienten cómodos con su servicio, incluso recoge algunos niños y adolescentes de la escuela y los lleva a casa.
“Tengo bastantes clientas, muchas son de diario, muchas son cada tercer día o una vez a la semana, y también hombres y de diferentes edades y las mamás se sienten más tranquilas… Hay veces que hago unos 10, 12 viajes, depende de la hora que en que empiece”, explicó la taxista.
Lo anterior también depende de qué tan lejos sea el destino, pues también hace servicios hasta Ciudad de México, al aeropuerto Benito Juárez, al AIFA o lleva a sus clientes de confianza de compras.
¿Hay educación vial y seguridad en Pachuca?
Los documentos del vehículo de Estrella están en regla y los permisos para transporte público individual, incluso tiene cursos de manejo, pero la taxista pachuqueña puede notar la falta de educación vial en su ciudad, en especial por parte de los conductores de autos particulares.
“Las personas no saben respetar el uno por uno, no les importa, a ellos nada más les importa a ellos y ya”.
Además, en cuestión de seguridad, la señora siente que “sí hay mucha inseguridad, Ah, más en estos tiempos, creo que desde agosto para acá se vino una ola de inseguridad. Eh, hay muchos taxistas que los asaltan, que les hacen cosas feas, ¿no?”. A ella esto le preocupa, por lo que procura no subir a cualquier peatón que le solicite un servicio y trabaja más con su cartera de clientes ya conocidos, con quienes puede comenzar desde las dos de la mañana.
“Yo trato de cuando siento algo digo ‘no, no lo subo’ ahora sí que veo luego a la gente que hace paradas, entonces no subo a cualquier persona. Aparte, ahorita estoy trabajando con puros servicios”, expresó.
¿Cómo decidió Estrella comenzar con un nuevo oficio a sus 50 años?
Estrella y su esposo tienen un taller de costura desde hace ocho años, por lo que su trabajo era desde casa. En un momento, ambos se sintieron encerrados y un familiar les invitó a trabajar en su taxi para desestresarse, él fue el primero en dar el paso hacía este oficio.
“... se fue a trabajar y pues yo lo veía contento, llegaba pues siempre bien pilas y todo, ¿no?, entonces dije: ah, bueno, pues yo también quiero hacer lo mismo”, relató.
Ahora Estrella decide su horario, es su propio jefe y le da vida el interactuar con las personas, además, tiene más tiempo para convivir con su mamá, sus hermanos y sus hijas y nietos, con quienes le gusta pasar el tiempo. Cabe mencionar que sigue con su taller de costura, pero ya solamente lo administra.
“Me encanta mi trabajo. Sí, sí, me encanta. Sí. Y andar en la calle más. Ya no me aburro. Ya tenemos personas que nos ayudan a coser y todo eso”.
En un futuro, la taxista espera seguir trabajando detrás del volante, por lo que invitó a las personas, en especial a las mujeres, a no tener miedo de cambiar de trabajo y de intentarlo en el taxi.
“No tengan miedo, es muy padre, muy padre trabajar, ir platicando con la gente, eso como que pues nos nutre, igual escucharlos a ellos o que ellos nos escuchen”, aseguró Estrella.
En estos ocho meses, la pachuqueña ha tenido más experiencias gratas, pero hace unos meses se enfrentó a un pasajero, quien azotó la puerta, estaba hablando mal y era grosero, lo que la hizo sentir insegura, pero al dejarlos en su destino, les cobró extra ante el enojo de los gritos del señor, por lo que, la expusieron en Facebook.
“El señor estaba hablándome muy mal y todo, la verdad me sentí insegura, pero dije: nadie me va a hacer caso, entonces ya los dejé en el reloj y este dice el señor, "¿Cuánto es?" pero de manera grosera y le dije: 140 pesos. Yo sé que no era lo que se cobraba, pero es que me dio coraje”.
Cuando Estrella vio su celular encontró una publicación en contra de ella, en la cual pusieron muchas mentiras, y pensó “chin, pues ya me quemaron”, pero sus clientes la apoyaron y desmintieron las cosas que subieron de ella, “al contrario de que me fuera mal, me fue muy bien, gracias a Dios”.
sjl