Pachuca.— Samantha es una de las 80 docentes mexicanas que viajarán a Estados Unidos de América este verano, con el objetivo de mostrar la cultura mexicana a niños y niñas migrantes y para fortalecer el sentido de pertenencia en las segundas y terceras generaciones de connacionales que salieron de sus hogares en México en busca de una mejor calidad de vida, esto a través del Programa Binacional de Educación Migrante (PROBEM).
Con 26 años de edad, Corina Samantha López Váldes ha viajado dos veces para llevar sus conocimientos a las infancias migrantes, además es maestra de primaria y profesora de inglés en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) campus Hidalgo.
A Sami -como le llaman de cariño sus familiares y amigos- también le gusta la natación, escuchar podcast, tomar cursos, en general “me gusta estar siempre aprendiendo y generando” dijo en entrevista con LSR Hidalgo. Recientemente aprendió Lengua de Señas Mexicana y también ha tomado cursos de inglés en Cambridge, nuevas herramientas del internet y de actualización docente para transmitir más conocimiento a sus alumnos.
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El Programa Binacional de Educación Migrante —implementado por la Secretaría de Educación Pública (SEP)— es para los alumnos que llegan a los Estados Unidos de distintos países, especialmente para los mexicanos migrantes, y busca integrarlos a la comunidad estadounidense, fortalecer su conocimiento en la cultura, valores y tradiciones mexicanas, además de sensibilizar a los docentes sobre la problemática educativa que debido a los flujos migratorios, comparten México y su vecino al norte.
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Los docentes mexicanos viajan cada año en verano, entre cuatro y ocho semanas, para fortalecer el sentido de pertenencia de los menores de edad, también les ayudan en los aspectos socioemocionales, esto mientras aprenden sobre las tradiciones y costumbres del país.
Samantha contó que les enseñan el himno nacional, bailes, manualidades, como la creación de piñatas y catrinas, flores de papel crepe y símbolos nacionales, estas y otras actividades son las que comparten con los niños y niñas. El programa también trabaja con los padres, quienes atienden noches familiares y les hablan sobre los valores y recordar a su país.
La joven maestra viajará por segunda ocasión, su primer intercambio fue a Winlock, Washington, donde tuvo actividades más manuales y de cultura general en México con estudiantes de primaria y secundaria.
“Les enseñé acerca del día de muertos, les enseñe de todo un poco, fue como llevarles el significado de la bandera, les enseñe canciones populares de acá, hicimos catrinas, vestimos a las catrinas, les enseñé dulces típicos mexicanos”, detalló Samantha López.
Todas las actividades y productos de las clases se presentan en un evento final, donde las familias y el público en general puede ir a la escuela, es como un festival del término de la escuela de verano para migrantes, en este también programan coro para el himno nacional o algunas canciones populares, grupo de baile con música regional e incluso ensayan una escolta.
Este año llevarán el carnaval de Hidalgo
Este verano, Sami y otra maestra hidalguense harán equipo junto con dos compañeros de Zacatecas para atender a la comunidad migrante de Linn, Oregón, una ciudad ubicada al oeste de Estados Unidos.
Entre los cuatro llevarán el carnaval de Hidalgo para mostrárselos a los niños, además de las costumbres de El Olivo, una comunidad en Ixmiquilpan que se dedica a la producción de este producto y una danza que representa desde el momento de la siembra hasta el cultivo.
Asimismo, harán dos muestras gastronómicas, una sobre platillos en Zacatecas y otra de Hidalgo.
Samantha también contó que planean la creación de un coro para la presentación final, el cual entonará el himno nacional y un canto o ronda en otomí, puesto que una de las integrantes del grupo de docentes es trilingüe, habla español, inglés y la lengua indígena mencionada.
Los retos y el idioma
El programa no solamente está dirigido a las infancias migrantes mexicanas, también incluyen a niños y niñas de otros países latinos, como lo son Colombia, Honduras, Venezuela, Guatemala, entre otros, sin embargo, también se muestran abiertos a aprender sobre la cultura.
El programa es bilingüe, pero la mayor parte de actividades son planeadas en español “...precisamente por esta parte de que ellos no dejen de lado el idioma”, explicó Sami y agregó que depende de la edad el grado de entendimiento y de apertura para hablar en este idioma.
“Varios niños nada más se me quedaban viendo (la primera vez que fui) y no lograban comprender, entonces era más como explicarlo despacio o explicarlo visualmente para que ellos pudieran hacer esta parte de imitar y hacerlo”, dijo la maestra hidalguense.
Sin embargo, en el caso de los alumnos mayores -como secundaria o primaria alta- se muestran más cerrados a estar en las clases, “pero lo que pudimos notar que envolviéndolos en las actividades y explicándoles qué onda, se fueron adentrando un poquito más”.
“No siento que rechacen el programa, pero obviamente se sienten más cómodos hablando el inglés porque el único lugar en donde hablan español es en su casa y muchas veces es obligado por sus papás, entonces su vocabulario no es tan amplio, porque son como las indicaciones básicas o las conversaciones básicas que pueden tener en casa, y ya en inglés sí se desenvuelven en todo su contexto, en la escuela, en la calle, etcétera”, expresó Samantha López.
Algunos de los padres le agradecieron a la joven hidalguense porque ellos les inculcan la cultura, “pero lo sienten un poco forzado” y se niegan a aprender.
“Al final, no es tanto como que se rechace y es más bien saber cómo llevarlos para que ellos se involucren y que estén a gusto con las actividades”, opinó.
Viajes de aprendizaje
Pese a que el horario es extendido -de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde- los 80 profesores que viajarán este año a finales de junio tendrán la oportunidad de conocer lugares turísticos de Estados Unidos junto con sus compañeros y la coordinadora que les corresponda dependiendo de la zona.
En la ocasión pasada, Samantha conoció Seattle, una ciudad en el estado de Washington, parques nacionales, cascadas, lagos y áreas naturales de la región. Esto los fines de semana, ya que entre semana pasó tiempo con su familia anfitriona, con quien se hospedó y comió durante las semanas de intercambio.
Por lo anterior y la experiencia académica y laboral que brinda el programa binacional, Samantha hizo un llamado a los maestros hidalguenses a participar en la convocatoria y beneficiarse de esta oportunidad.
“Es una oportunidad que te está dando el estado junto con la Secretaría de Educación que todos deberían aprovechar, cumpliendo todos los requisitos, te facilitan muchas cosas; y a lo mejor los maestros lo ven imposible de realizar, pero no es tan complicado como se pudiera llegar a percibir”, invitó.
La maestra confesó que siente que “muy pocos profesores participan” y relató que hay filtros, pero ha notado que pocas personas se presentan al primero de estos, el cual es el examen de inglés.
Cabe mencionar que solamente 13 hidalguenses viajarán a Estados Unidos este verano, de los miles de profesores con los que cuenta la Secretaría de Educación Pública en Hidalgo (SEPH).
“(Hago un llamado a) que participen, se preparen, que estén atentos a la convocatoria, que tengan todos sus documentos bien en orden, en noviembre sale la convocatoria”, exhortó a sus compañeros de profesión.
Trump y el contexto migratorio en EEUU
En cuanto al endurecimiento de las políticas migratorias del país encabezado por Donald Trump, Samantha contó que fueron capacitados por la coordinación del programa de intercambio en Oregón, y les aseguraron que no “hay la preocupación de que nosotros pudiéramos en cierto caso ser deportados, porque llevamos la visa de trabajo y pues nosotros vamos respaldados”.
Sin embargo, podría suceder que agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) lleguen a la escuela de migrantes para deportar o detener a alguien de las familias del programa, pero ante dicha situación, los maestros mexicanos no pueden intervenir.
“Lo que sí nos han informado es que el programa ha estado capacitando y les está proporcionando todas las herramientas para que ellos puedan desenvolverse sin ningún problema y dado caso de que si llegaran a querer deportarlos, ellos saben lo que tiene que hacer y hay personas dentro de la escuela que se encargan de acompañar a las familias”, agregó.
Cabe mencionar que Oregón es una ciudad santuario, esto significa que hay más protección a los derechos de las personas migrantes.
Asimismo, personalmente, Sami quiere prepararse en caso de suceder algún acto de discriminación contra su persona, pese a que opina que nunca se está preparado para este tipo de situaciones “y uno dice voy a hacer esto y pues voy a decir tal cosa, etcétera, pero en el momento pues no se sabe cómo se va a actuar”.
“Uno va con la mejor intención, uno va como a compartir, a enseñar, a desenvolverse en un aspecto educativo, entonces ojalá todas las personas supieran a lo que va uno y no simplemente como el ver que es mexicano y ya juzgarlo”, explicó la maestra.
sjl