HISTORIA DEL MAÍZ

Maíz nativo, la reconciliación con las raíces indígenas

Santiago Bautista es protector de semillas y porta un bastón de mando de los pueblos indígenas del Valle del Mezquital

Santiago Bautista, protector de las semillas de maíz nativo del Valle del Mezquital.Créditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

Tezontepec de Aldama.— Un conflicto agrario llevó a Santiago Bautista y a otros vecinos de Presas a escudriñar en sus raíces, al escarbar en el pasado se empapó de la cosmovisión indígena mesoamericana que lo hizo entender la importancia cultural del maíz nativo, se volvió protector de las semillas y del indigenismo del Valle del Mezquital.

La población de Presas empezó el rescate de las semillas nativas a mediados del sexenio de Enrique Peña Nieto, antes de que Andrés Manuel López Obrador asumiera la presidencia de la república y firmara el T-MEC, sustituto del Tratado de Libre Comercio (TLC), y de que en marzo de 2023 empezara una controversia con el gobierno de Estados Unidos por el decreto que elimina gradualmente la compra de maíz transgénico, del 31 de diciembre de 2020 al 2024.

Presas está ubicada a 86 kilómetros de Pachuca, en el Valle del Mezquital, una región de Hidalgo con alta migración a Estados Unidos y castigada por la contaminación que llega desde el drenaje del Valle de México a las presas Endhó y Requena, luego distribuida a través de canales de riego que alimenta cultivos de todo tipo.

El camino a Presas está lleno de contrastes: campos de hortalizas de un verde resplandeciente alternan con terrenos áridos en los que brotan mezquites al azar, con viviendas que parecen cajas de zapato hechas de concreto, con casonas norteamericanas mexicanizadas, pórticos, techos de dos aguas, columnas y hasta corredores de pinos.

¿Por qué es despectivo llamarlo maíz criollo?

El reloj marca las tres de la tarde, el señor Santiago conduce un Chevy rojo que siempre trae las ventanas abajo, no las sube ni cuando lo deja en la calle. Dice que no le preocupa que le roben su herramienta porque a los rateros no les importa trabajar. Está de buen humor, se ríe, su piel de corteza de árbol se le arruga en dónde terminan las cuencas de los ojos. Tiene las manos de un hombre que trabaja la tierra: ásperas, grandes, las uñas quebradas.

Maíz nativo | Foto: Susana Jiménez

Conduce sobre la avenida Ponciano Arriaga hacia la casa de su hijo, mientras aprieta y suelta el acelerador puntualiza que es despectivo decirle maíz criollo a la semilla originaria —criollo se usa para referirse a hijos de europeos nacidos en américa—, aclara que sus semillas son indígenas, de antes de la colonización española, de antes de la introducción de híbridos a través del TLC. Prefiere usar el término maíz nativo, aunque sabe que la literatura se refiere a las semillas originarias de México como criollas.

Mazorca de maíz nativo | Foto: Susana Jiménez

Apaga el motor del Chevy en la cochera de una casa azul, terreno amplio y arbolado, del techo escurren enredaderas de hojas picudas, redondas y rosetones. De un brinco el Ámbar abandona el pasto carnoso en el que descansaba para moverle la cola al señor Santiago. Al costado derecho un terreno recién arado está listo para la siembra de híbridos y al fondo queda la milpa de maíz nativo.

Santiago Bautista portando su bastón de mando | Foto: Susana Jiménez

“Resulta que hablar de maíz es hablar de indígenas, para nosotros el maíz es Quetzalcóatl en vegetal, es bisexual, tiene los dos sexos. Para nosotros Quetzalcóatl es mal interpretado como serpiente emplumada, no tiene nada que ver la serpiente, para nosotros, en náhuatl quiere decir quetzali, que es rayo de luz preciosa, es el padre sol, pasa serpenteando, ¿dónde se oculta? En las colinas, y coatl es coate, el hermano gemelo, es gemelo en náhuatl, es el padre del tiempo, el día y la noche”.

Brotes de maíz nativo | Foto: Susana Jiménez

Tierra fértil en época de sequía extrema

La temporada de siembra empieza a mediados de mayo pero en la milpa del señor Santiago ya hay brotes de maíz chalqueño que alcanzan los 20 centímetros gracias al agua negra que escurre de una artería de la Requena, ubicada a 46 kilómetros al norte. La materia orgánica es un poderoso abono. Los maíces se intercalan con verdolagas, habas, nabos, y hasta injertos de limonares y duraznos. Tierra fértil en época de sequía extrema.

Habas | Foto: Susana Jiménez

La administración del agua es un problema añejo en esta región de Hidalgo que se intensificó con la operación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Atotonilco de Tula, que es parte del Túnel Emisor Oriente. Desde 2019 los campesinos del Valle del Mezquital han señalado a la Conagua que la planta elimina la materia orgánica y deja metales pesados en el líquido.

Canaleta de la presa Requena | Foto: Susana Jiménez 

“Ha habido ocasiones que en mayo ya tengo elotes, todo esto es manual, no le meto la yuta por las plantas que tengo aquí, es para autoconsumo, para nuestro gusto de un elote (…) Ahorita no ha llovido, nos surtimos del canal de Juandhó, que era de Luz y Fuerza, ese es El Requena, que viene desde la presa de Tepeji del Río (...) La Conagua está mal administrada, a nosotros nos está afectando desde que pusieron la planta”.

La distribución del agua, las plagas o la disponibilidad de semillas encarece la producción masiva de maíces nativos, por eso en algunas regiones del país como el Valle del Mezquital han adquirido un carácter más íntimo, para autoconsumo o ceremonial. El señor Santiago planea destinar una parte del cultivo a una comilona familiar, otra para los rituales de la Candelaria y para el equinoccio en el cerro del Xicuco.

Cerro El Xicuco | Foto: Susana Jiménez

“Ahorita muchas comunidades donde hacemos la fiesta ya llevan a exponer sus maíces y cuando iniciamos no había, entonces es poco a poco, es muy difícil romper la cultura de la tecnología. Todo esto lo hago manualmente, iniciamos esto, nos quedamos como a media investigación con las comunidades, las preguntas de ¿cómo se hace la ceremonia? Retomamos la bendición de las semillas que se hace el 2 de febrero, se ha perdido, ahora el 2 de febrero van y nada más bendicen a los niños dioses, antes yo me acuerdo que mi mamá, la familia iba con sus canastitas con sus semillas, sus maicitos, calabaza, frijol; nosotros la retomamos, nos ven medio rarito allá en la iglesia, y decíamos a ver si no nos corre el párroco, pero sí nos bendijo las canastas”.

Más del 67% del maíz se siembra en el Valle del Mezquital

El Valle del Mezquital produce alrededor del 67 por ciento del maíz del estado, en 2021 produjo 420,102.51 toneladas de granos, principalmente en Tula, Tlahuelilpan, Atotonilco de Tula, Tepeji del Río, Tezontepec de Aldama y Atitalaquia.

El señor Santiago va y viene dentro de la milpa, se agacha, arranca hierbas mientras va contando sus anécdotas, hablar con él es ir recogiendo datos inconexos que al avanzar la entrevista se van entrelazando, como un tejido de muchos hilos.

Alcachofas | Foto: Susana Jiménez

Para él, como protector de la semilla nativa y portador de un bastón de mando de los pueblos indígenas, el ritual más significativo del año ocurre durante el equinoccio de primavera, donde él y otros vecinos de Presas hacen un ritual y una ofrenda.

Santiago Bautista en su milpa de maíz nativo | Foto: Susana Jiménez

“Viene el que es el jefe supremo, que viene del Valle de Toluca, hace la misa en otomí, ofrecimiento a la tierra, primero a los cuatro rumbos: al fuego, al sol, al viento, a Ehécatl, a Tlaloc y a la madre tierra. Estos eventos los hemos estado haciendo, es como la tercera edición, en esta ocasión la sacamos al lugar indicado, al Xicuco. Todo se va arrimando entorno al Xicuco, entonces lo del equinoccio es como la novena edición que lo hemos hecho, vamos a la puntita a la hora exacta y hacemos el ofrecimiento, ya que bajamos se hacen las conferencia sobre El Xicuco, lo último, que yo nombro la cereza del pastel, convocamos a los compañeros a que lleven su itacate, el comer, el convivir, el comunicarse, se retoma la verdadera comunión”.

El Cerro del Xicuco es un sitio de gran importancia para los indígenas del Valle del Mezquital, es considerado uno de los centros ceremoniales más importantes para la cultura tolteca debido a que se cree que de ahí emergió Quetzalcóatl, una creencia que es probable influencia teotihuacana.

Santiago Bautista | Foto: Susana Jiménez

“Viene un grupo de Teotihuacan, hacemos una danza, también son investigadores, que vienen a hacer la pieza del terreno con sus ceremonias, con sus instrumentos. Hacemos la purificación de todo El Xicuco, allá vamos a hacer el ofrecimiento a la hora exacta en la que entra el equinoccio, es cuando se hace el altar, se abre la tierra, se hacen los espacios cósmicos, nosotros trabajamos con la cosmogonía, se ponen a cuatro personas en cada rumbo, como en la iglesia, piden por la salud, se hace el evento y al último retiramos, bajamos y empiezan las conferencias, alguna otra danza y al finalizar la cereza del pastel que es la convivencia”.

Son casi las seis de la tarde, el ocaso dibuja unas manchas rojas en una nube que tiene forma de explosión atómica, en el fondo la silueta verde oscuro del Xicuco se impone a una bruma azulosa. el señor Santiago dice que es la contaminación de la Ciudad de México, también puede que sean emanaciones de la Refinería de Tula o la Termoeléctrica de la CFE que están a menos de 30 kilómetros.

Limpiando la milpa | Foto: Susana Jiménez

Bromea sobre la contaminación de la región “a una guerra bactereológica seriamos inmunes porque estamos acostumbrados a tanta contaminación”, se ríe y narra que durante muchos años hubo enfrentamientos con el municipio vecino de Mixquiahuala por tierras de Cinta Larga. Creían que eran tierras comunales, pero al investigar encontraron títulos de propiedad de cuando México era colonia española, un hacendado cedió los predios a dos indígenas otomíes.

Milpa de maíz nativo ubicada en la localidad Presa, Tezontepec de Aldama, Hidalgo | Foto: Susana Jiménez

“Entonces ahí nos indicaron busquen su origen, busquen su identidad. La persona que nos asesora nos daba unos talleres de cosmovisión indígena mesoamericana, entonces nos decía busquen su identidad, entonces nosotros la encontramos en el maíz, ahí está la razón de todo. Entonces de ahí se deriva todo esto”.

Casi 60 razas nativas de maíz

Se estima que hay 59 razas nativas de maíz distribuidas a lo largo y ancho del país. En Hidalgo los tipos predominantes son cónico, el tepecintle y el cónico norteño, según el estudio Razas de Maíz en México, su origen, características y distribución; aunque la variedad de semillas podría ser más rica debido a que las comunidades indígenas como las del Valle del Mezquital han retomado el intercambio a baja escala de semillas nativas.

Brote de maíz chalqueño | Foto: Susana Jiménez

“También esto de los maíces es hacer consciente a la gente, cuando iniciamos el rescate ya casi no había quien sembrara maíz en esta región y el día de hoy el resultado es que dicen: oye tienes maicito de este aunque sea para su autoconsumo, para mis elotes, porque el sabor de estos elotes es muy diferente, mejora, vea los pellejos y el otro no, es dulcecito, la consistencia que tiene, entonces ya se despertó ese interés, para una media huerta y como cree que está teniendo más demanda las tortillas de maíz azul o del chalqueño y del otro, no pues es una gran diferencia”.

Son casi las siete de la noche, quedan unos quince minutos de luz. El Chevy rojo del señor Santiago recorre avenida Ponciano Arriaga en sentido opuesto, mete el freno. Hace años, dice, me daba pena usar sus huaraches, ahora los uso con orgullo. Se despide, el cielo se ha puesto oscuro.

 

sjl