PACHUCA.– Athenea es una alumna trans que cursa el cuarto semestre del Cecyte en Pachuca, bachillerato en el que prefectos y profesores escolares la discriminaron y le dieron discursos religiosos por usar falda en vez de pantalón.
“Si tú no te quieres y te amas los demás menos lo van a hacer. La vida es bella, a lo mejor uno dice, y lo digo con respeto: ay es que yo quisiera ser hombre o yo quisiera ser mujer (…) Dios te creo y te puso lo que te puso”.
Esas fueron las palabras que Athenea escuchó de una prefecta el pasado 9 de mayo, cuando por primera vez usó una falda para ir a clases, como lo hacen diariamente sus compañeras.
Athenea videograbó a la prefecta para tener evidencias y denunciar. Los dos videos se viralizaron en redes sociales y en respuesta sus compañeros colocaron pancartas en los muros de la escuela para exigir respeto hacia la comunidad LGBTTTIQ+.
#EspecialesLSR | Athenea, una alumna trans, fue discriminada en una escuela de Pachuca por llevar falda en vez de pantalón. Una de las prefectas del bachillerato le dio un sermón religioso. ? https://t.co/P6eDbCeZXb pic.twitter.com/Gdl8TWqglJ
— LSR Hidalgo (@LsrHidalgo) June 13, 2022
, pero lo que sería un día de clases de convirtió en hostigamientos en su contra.
DE PANTALÓN A FALDA
A las 13:20 horas del lunes 9 de mayo, Athenea llegó al Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyte) ubicado en la colonia Piracantos, Pachuca.
En el momento en que cruzó la puerta del bachillerato recibió los primeros comentarios de los prefectos encargados de la puerta: esas no eran formas de ir a la escuela, le dijeron porque llevaba falda escolar en vez de pantalón.
“Me empezaron a cuestionar un buen de cosas sobre mi identidad ‘que si estaba en un proceso de transición y que ya dejara de hacer eso’, refiriéndose a mi expresión de género”.
Después de los cuestionamientos, Athenea narró que la enviaron a un salón vacío y una prefecta la acompañó, durante el camino le habló de Dios, conversación que logró filmar.
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Una vez que Atenea llegó al aula, detalló, le pidieron quitarse la falda y ponerse el pantalón que le acababan de entregar. Era un cuarto sin cortinas que tenía una puerta con problemas para cerrar.
“Pregunté que si yo podría escoger mi uniforme pero me respondieron que no, que debía ser como está en mi acta de nacimiento, refiriéndose a que “soy hombre”. Yo dije que no me lo iba a poner y fue ahí cuando llegaron los demás prefectos”.
El pantalón no le quedó a Athenea, por eso los prefectos de la escuela dejaron usara la falda el resto del día.
“Yo me sentía muy incómoda en ese cuarto, porque sentía que alguien me podría ver, salí y ahí seguían los prefectos, me sentí humillada”.
De lo sucedido, Athenea le avisó a su padre y hermana, quienes cerca de las 16:30 horas llegaron al bachillerato, donde los recibió el director Obdulio Martínez Morales, quien solo les indicó que resolvería la situación, contó la alumna.
Inconformes con la respuesta, el 11 de mayo, Athenea y sus familiares acudieron a la Dirección General del Cecyte Hidalgo, ubicada en el circuito de la Exhacienda La Concepción, en San Agustín Tlaxiaca.
La alumna narró que en dicho lugar le dijeron que podía usar el uniforme de su agrado; de igual manera, señaló que firmó con las autoridades del bachillerato un convenio que establece que ya no sería discriminada y que el personal tomaría cursos para no vulnerar los derechos de las personas de la diversidad sexogénerica.
ARROPADA POR LA COMUNIDAD
Mientras que Athenea denunciaba su caso, la comunidad estudiantil se organizó para realizar una protesta al interior de las instalaciones del bachillerato.
Las paredes de la institución fueron tapizadas con mensajes de apoyo y cartulinas con dibujos con el rostro de Athenea.
“La transición no afecta mi educación”; “Respeta mis pronombres, respeta mi vestimenta”; “Soy una persona con derechos como tú”, “Stop, no a la transfobia”, fueron algunas de las frases.
En otras pancartas escribieron derechos humanos, así como la exigencia de una educación laica y respeto para el alumnado.
“Tenemos derechos a no ser molestadas o molestados por las autoridades del colegio, ni por los compañeros estudiantes. Las personas transgénero, transexuales y travesti, tenemos derecho a no sufrir ningún tipo de discriminación”.
A partir de la denuncia, Athenea consideró que su vida estudiantil cambió de manera positiva, también dijo que planea continuar su caso ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) y llamó a las personas con casos similares a alzar la voz.
“Para los que pasan una situación similar, sean muy fuertes y en momentos como este es cuando más necesitan ser ustedes mismos, alcen la voz, no se callen, denuncien”.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
La Asociación por las Infancias Transgénero en México elaboro´ un “Protocolo de actuación para escuelas con casos de niñas, niños y adolescentes trans”, que busca orientar el actuar de docentes, estudiantes, madres y padres.
El documento establece 15 acciones específicas para las autoridades escolares, entre ellas: permitir a la población estudiantil “portar el uniforme o la vestimenta que más le acomode según el género al que se autoadscribe”.
También señala que es obligación de los integrantes de un centro educativo respetar el nombre y género al que se autoadscribe la niña, niño o adolescente trans, independientemente de lo que señale su actual documentación.
En ese contexto, el autor Teo Benjamín Gutiérrez Montero, que contribuyó a la investigación “Violencia escolar contra estudiantes LGBT en México”, indica que las escuelas excusan su comportamiento argumentando la falta de un acta de nacimiento donde ya aparezca el nombre y género corregidos.
Otro de los puntos que aborda el protocolo son las capacitaciones para todos los miembros de la escuela respecto a la identidad de género, desde enfoques científicos, médicos, legales y sociales.
Mientras que al alumnado se recomienda llamar a los estudiantes trans por su nombre elegido y género al que se autoadscribe, así como denunciar los casos de bullying de los que sean testigos.
Dicho documento también contiene actuaciones dirigidas a las niñas, niños o adolescentes trans, a quienes recomienda denunciar toda forma de discriminación por parte de sus compañeros de clase o cualquier autoridad o docente de la institución educativa.
El protocolo de la Asociación por las Infancias Transgénero fue tomado en cuenta para la investigación sobre “Violencia escolar contra estudiantes LGBT en México” que realizó la Fundación Arcoíris por el Respeto a la Diversidad Sexual, A.C. en coordinación con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Fotografías de cortesía
sjl