OPINIÓN

Somos pequeños nodos

La creación del mundo social viene de la interacción: no existiríamos como sujetos o personas sin un lenguaje, mismo que se ha construido a partir de cientos y miles de años, de pueblos, de personas, de hallazgos, de acuerdos | Miguel Ángel Martínez

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Escrito en HIDALGO el

El sábado 15 de abril fui invitado al primer festival Frente Norte a la Nueva Tizayuca. Organizado por Andrés Cisnegro, editor del sello Cisnegro. Ahí pude coincidir con amigos escritores y editores que ya conocía, así como encontrar nuevos proyectos o conocer a personas cuyas editoriales conozco, pero no así a las caras detrás de esos esfuerzos.

Esta semana estaré en el Foro Aguamiel, en lectura de poesía junto con otras y otros cinco poetas. La semana pasada cerramos la convocatoria para el Primer Encuentro de Editoriales Independientes. Actividad para la que obtuvimos bastante respuesta, tanto para la concreción del programa cultural, como de editoriales para exposición y venta y por parte del Instituto Municipal de Cultura. Especialmente a Ana Liedo, quien nos ha abierto las puertas para llevar a cabo esta idea.

La REDHi (Red de Editoriales independientes de Hidalgo), por otra parte, ha sido una red organizada de editoriales y proyectos culturales (desde gestores, editores, libreros hasta podcast, programas de radio o periodistas que quieren sumarse a la promoción de lo que ocurre en la ciudad). En donde afortunadamente cada día se suman más proyectos y comenzamos a mover cierta sinergia para la concreción de espacios y momentos más productivos en la suma del esfuerzo.

La Red, originalmente se conformó por solo 3 editoriales (Big Bang, Casa Futura, Cipselas y Pachuk´ Cartonera), pero al día de hoy contamos con cerca de 30 proyectos que nos comunicamos y tratamos de construir en conjunto. Claro, sin perder cada proyecto su independencia. Podemos escribir, solo por poner un ejemplo, que se han sumado editoriales como Ediciones Sediciones, Lengua Tóxica, Albatros Press y Editorial Scriptoria; mientras que también se han sumado iniciativas como Librería La Librería o Librería Lavanda, solo por mencionar a algunos y algunas colaboradoras.

El inicio de la red se dio en la Primera Feria de Editoriales independientes Jardín Lavanda. Momento en el que pudimos coincidir los sellos iniciales y, al dialogar, observar que teníamos necesidades similares (tiempo, gestión, visibilización y comunicación entre otras). También nos dimos cuenta que tenemos una noción muy clara de apoyo mutuo y compañerismo, y que necesitábamos sumar esfuerzos para lograr nuestros objetivos. Así, un par de meses después, comenzamos a organizarnos.

Este es nuestro segundo año de trabajo, y en un año logramos sumarnos aproximadamente un 1000% de proyectos (de 3 a 30), hemos tenido visibilización y espacios en Ferias que no pensábamos poder estar con stand propio, el año pasado hicimos una jornada de diálogos sobre el libro y este año estamos por anunciar nuestra primer Jornada de Editoriales Independientes. Todo este trabajo y logros no son de una sola persona, sino de la suma de esfuerzos para cubrir necesidades desde el compañerismo, el respeto y el apoyo mutuo.

Todo esto que he venido diciendo no es más que la clara referencia de que nada se hace en soledad. Para la concreción se requiere de la suma de un grupo de personas, por no decir de todas. Sin embargo, a veces se nos olvida, y no es nuestra culpa, se nos olvida porque el sistema en el que estamos inmersos busca individualizarnos y consumir-nos, que cada quien vea solo por sus propios intereses y que todas las necesidades se cubren a partir de productos. Entonces, son visionarios aquellos que logran crear algo que resuelva una necesidad.

Pero es falso. La creación del mundo social viene de la interacción: no existiríamos como sujetos o personas sin un lenguaje, mismo que se ha construido a partir de cientos y miles de años, de pueblos, de personas, de hallazgos, de acuerdos… No somos más que la suma de todas las partes y entonces, la individualización para el mercado es una necesidad para su existencia, pero no para la nuestra. Sí para este modelo económico y para su funcionamiento más o menos correcto (ahora completamente roto) en el día a día. Y es obvio que se vea al cambio como al enemigo y se le tenga miedo, sobre todo, porque rompe los esquemas normales de la “cotidianidad” impuesta.

Lo cierto es que seguimos requiriendo coincidir, acompañarnos, sumarnos a los esfuerzos de los otros e integrarlos a los nuestros de tal manera que pueda haber una interrelación sana. Nosotros no estamos aislados. Nadie podría hacer la mitad de lo que hace sin todos los demás que están y los que han venido al mundo, lo notemos o no.

Las nuevas comunicaciones nos permitieron observar de una manera mucho más sistematizada cómo es que todos somos necesarios como nódulos interconectados para el funcionamiento de la maquinaria (llámese vida, sistema, idea, deseo, pasión…) Nosotros decidimos hasta dónde y de qué manera sumarnos al mundo y dejar al mundo sumarse a nosotros. Nos volvimos pequeños nódulos interconectados, donde cada quien a través de sus filtros y sus análisis propios suma al resto de todos. Es una eterna fiesta, el eterno carnaval de la vida en la que nos encontramos, nos alejamos y nos volvemos a encontrar.

Yo no podría haber sido invitado a los eventos con los que inicie este texto (y muchos otros) sin la suma de cientos de personas. Desde mi familia hasta desconocidos a quienes jamás podré poner rostro, pero que les agradezco todo el esfuerzo que han puesto para que el dínamo del arte en Hidalgo siga girando, y solo espero que los esfuerzos individuales y colectivo que hago y hacemos, no haga más que seguir sumando en beneficio de todos.

A Newton se le atribuye la frase de “Si he llegado a ver más lejos que otros, es porque me subí a hombros de gigantes.” Pero 500 años antes Juan de Salisbury escribió “Somos como enanos sentados sobre los hombros de gigantes para ver más cosas que ellos y ver más lejos, no porque nuestra visión sea más aguda o nuestra estatura mayor, sino porque podemos elevarnos más alto gracias a su estatura de gigantes”.

El mundo constantemente se conforma con la interacción de fuerzas naturales, de procesos físicos, químicos y biológicos. Si entendemos el ecosistema como la suma de estas partes, deberíamos entender que el sistema social se hace a través de la suma de todos nuestros esfuerzos, que nuestra acción impacta a todos y no solamente a lo que observamos, porque si estamos formados por personas a las que jamás conocimos, nosotros somos parte también de esa masa oscura, oculta y casi susurrante que conforma la realidad inmediata de todos los demás, los que estamos, y los que vendrán.

 

Opinión | Miguel Ángel Martínez, columnista LSR Hidalgo. Twitter: @MtzmonterPsic