OPINIÓN

Lo que nos pagan y lo que pagamos

México sigue siendo un país de pobres, de acuerdo al INEGI solo el 40% de la población cuenta con ingresos suficientes para considerarse de clase media

Opinón | Alejandra Landa, columnista LSR Hidalgo.Créditos: Twitter: @alehii
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La gran sorpresa de los mexicanos hace unos días fue cuando el INEGI publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), donde define los rublos de los ingresos por hogar acorde a las clases sociales. Resultando que la mayoría de los mexicanos ni siquiera entra en el ingreso de la clase baja, ya que su ingreso mensual está por debajo de los $11,343 mensuales.

México sigue siendo un país de pobres, de acuerdo al INEGI solo el 40% de la población cuenta con ingresos suficientes para considerarse de clase media. Seguimos sin liberarnos de nuestra condición obrera, de trabajar por un sueldo, aun cuando muchos por pandemia hemos emprendido, la inflación y el bajo poder adquisitivo han venido a complicar las cosas.

De acuerdo al portal mexicocomovamos.mx la inflación de enero estaba en 7.13 y ahora en junio es de 7.88 donde el huevo, papa, gasolina y pollo han sido los productos más afectados. La crisis económica que ha dejado la pandemia y la guerra nos está orillando a cambiar nuestro ritmo, hábitos y estilo de vida.

Tenemos que ampliar nuestra visión y hacernos consientes la medida en que los hechos en otros países nos afectan, entender que no podemos seguir andando indiferentes a las guerras, a la hambruna, a las catástrofes naturales, a las enfermedades. Todo y todos estamos conectados, y de alguna forma nuestras acciones contribuyen y afectan al otro, y siempre tenemos la posibilidad de elegir diferente.

Y ahora, si estamos viendo como la inflación afecta nuestro bolsillo, debemos de cambiar nuestros hábitos de consumo y de manejo de dinero personal, prepararnos para la tan acostumbrada (y ahora temida) cuesta de enero. Controlar nuestro gasto, tomar el control de nuestro futuro, invertir en aquello que pensemos que puede ser la solución.

Está muy cañón que de acuerdo con el estudio de INEGI 4 de cada 10 hogares no les alcance el sueldo que tienen y que una preocupación del día sea “qué habrá de comer”. El estudio del INEGI dice también que generalmente son los hogares con más mujeres los que tienen menores niveles de ingresos y mayor informalidad laboral.

Lo cual es un hecho en nuestro país, los sueldos en las empresas son diferentes acorde al género, y el estudio del INEGI menciona, que los hombres tienen más posibilidades de créditos tanto financieros como de vivienda por lo que las mujeres, aun siendo ellas el sostén de los hogares tienen menores oportunidades.

Las empresas al no subir los sueldos y pagar un salario digno lo único que genera es mantener la inflación pues no están generando poder adquisitivo. Es increíble que siendo empleados y empleadas de buenas instituciones y empresas, estén pagando lo mínimo y que aun cuando en enero se aumentó el 22% el salario mínimo, dicho aumento no se aplicó en los salarios.

¿Qué pasa con el dinero? ¿Qué pasa con los presupuestos? Hay escuelas en las que a los propios profesores se les pide dar una cooperación para el mantenimiento de escuelas, hay instituciones en que no les dan gasolina para cumplir con comisiones o hay empresas en que los mismos trabajadores tengan que poner de su bolsa para los materiales que ocupan para realizar sus labores.

Los ciudadanos pagamos muchas veces materiales, composturas, mantenimiento que a nosotros no nos corresponde, por ejemplo al pagar las cuotas en las escuelas cada que inician un nuevo ciclo escolar, viola el artículo 3ero de la constitución que dice que la educación debe de ser laica y gratuita sin embargo, todos los padres y madres pagamos dicho pago que se siente como un derecho de piso.

Y los ciudadanos sabemos que todo el dinero que no se aplica en los rubros a los que está dirigido, se justifica de alguna manera y se pierde. Nosotros sabemos todas las injusticias económicas que se aplican en todo tipo de instituciones y empresas pero eso no es lo grave. Lo grave es que lo sabemos y no decimos nada y seguimos pagando y sosteniendo estas malas costumbres.

Entremos un poquito en coherencia, si sabemos que son prácticas incorrectas, que tanto nos quejamos pues es momento de dejar de realizarlas de ser resistencia y también evidenciarlas, nos está “cargando el payaso” económicamente a toda la sociedad y las acciones que aparentemente están justificadas por una cultura le están dando en “todita la maceta”.

Eres dueño o jefe de una empresa, pues paga lo justo a tus trabajadores, eres emprendedor o tienes un negocio, no pongas precios altos o cobres de más, contratas un servicio o comprarás un producto, pues paga sin regatear, manejas presupuestos de gobierno, pues ocúpalos para lo que deben de ser y no te claves el dinero. Todo se resume a una simple palabra: sé honesto.

Tenemos el país que merecemos, tenemos el presidente que merecemos, por ser la sociedad que formamos ¿Quieres que las cosas cambien? Pues decide en favor de todos, dejemos de ser egoístas y ampliemos un poquito nuestra visión. Metámosle un poco más de corazón a nuestro andar y seamos empáticos que la vida da vueltas y quién sabe en qué lugar estaremos mañana.