PACHUCA.- Desde 2018, previo al proceso electoral federal, líderes de corrientes políticas y otros operadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Hidalgo renunciaron a su militancia como protesta a las decisiones tomadas por el instituto político. A nombres como los de Canek Vázquez Góngora y Gerardo Sosa Castelán –ambos aliados de Morena–, entre otros, se sumó el de José Luis Lima Morales, expresidente del Instituto Estatal Electoral (IEEH).
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Antes dirigido por Leoncio Pineda Godos –exalcalde de Tepeapulco miembro del grupo político del gobernador Omar Fayad Meneses–, ahora por Érika Rodríguez Hernández, el PRI en la entidad ha minimizado la pérdida de militancia; no obstante, en los comicios del año anterior, en los que también se renovó el Congreso local, perdió el liderazgo de la cámara y únicamente ganó una posición por mayoría relativa, mientras que Regeneración Nacional consiguió las 17 restantes.
Por la vía plurinominal, el Revolucionario Institucional logró las reelecciones de María Luisa Pérez Perusquía, también identificada por Fayad Meneses, y de Mayka Ortega Eguiluz, del grupo de Carolina Viggiano Austria, que busca la secretaría general del PRI nacional, además de una curul para Julio Valera Piedras, después designado secretario general del partido en el estado.
Como los otros políticos que han hecho pública la renuncia a su militancia, Lima Morales argumentó la prevalencia de cúpulas en el poder que, dijo, pretenden perpetuarse; asimismo, anunció su interés de contender por la presidencia municipal de Pachuca, aunque no precisó si lo hará por algún partido o por la vía independiente.
Entre las dimisiones al PRI está la de Canek Vázquez, quien se separó del partido en el que militó 25 años el 15 de marzo de 2018, cuando era legislador local, y se incorporó a la bancada de Morena, partido que aspira a presidir en Hidalgo.
Quien fue secretario adjunto de Manlio Fabio Beltrones cuando el sonorense estuvo al frente de Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, reprochó que las decisiones tomadas por su expartido han mermado la identidad de los priistas.
También renunció Gerardo Sosa Castelán, cuyo grupo consiguió nueve diputaciones locales por Morena. Con la mayoría de legisladores en la Cámara, mantiene un enfrentamiento político con el gobernador Omar Fayad, que, a su vez, no sólo ejerce influencia sobre su partido, sino también en las fracciones opositoras a Regeneración Nacional. Ambos se han acusado de corrupción y de intentar contralar el Congreso ilegalmente, debido a que no fueron votados para legislar.
emh