Pachuca.– Tras dos años prófugo, fue aprehendido un exservidor público de Progreso de Obregón, presuntamente involucrado en la muerte de la doctora Beatriz Hernández Ruíz, quien murió el 9 de junio de 2021 en la barandilla municipal a donde llegó después de ser detenida por un accidente de tránsito.
La Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) confirmó que la orden de aprehensión se ejecutó sobre la avenida Reforma, a la altura de la primaria Pedro María Anaya, perteneciente al municipio Tlaxcoapan; a 23 kilómetros de distancia donde se registró la muerte de la mujer de 29 años de edad.
La persona detenida, de iniciales D.P.S.P. , fue presentada ante un juez de control, en estos momentos se desarrolla su audiencia inicial en la que el Ministerio Público (MP) de la PGJEH busca imputarle el delito de homicidio culposo.
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Hace dos años, seis policías y la titular de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Progreso de Obregón fueron aprehendidos y vinculados a proceso por homicidio culposo al omitir preservar la vida e integridad de Beatriz, cuya causa de muerte fue asfixia mecánica por suspensión incompleta.
Sin embargo, cuatro meses después de su detención y reclusión en la cárcel distrital de Mixquiahuala, quedaron en libertad el 1 de octubre de 2021, tras lograr una suspensión condicional a su proceso, lo cual incluyó medidas de reparación del daño y capacitación para evitar la repetición de estos actos.
En la audiencia inicial contra los siete elementos de seguridad, se expuso que cuando Beatriz llegó a la barandilla de Progreso tenía la respiración alterada, frecuencia cardíaca que rebasaba los 120 latidos por minuto y estaba en estado de ebriedad, por lo que debió de ser atendida en un centro médico para revisar las heridas internas que le provocó el incidente automovilístico en el que se vio involucrada el 9 de junio de 2021.
No obstante, la doctora solo fue atendida en un pasillo de la comandancia y posterior a ello, remitida a la galera donde no recibió vigilancia, lo que propició que se atara del cuello con una tela.
En aquella ocasión, la jueza Rosa María López Aguilar descartó feminicidio y reclasificó el delito a homicidio culposo al indicar que ninguno de los policías de Progreso realizó una revisión previa a la celda para verificar que no existía peligro para Beatriz, también omitieron hacer rondines de vigilancia en la galera a pesar de que estaban en horas laborales.
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