Pachuca.– A Celine Lucía Pacheco Álvarez le prohibieron usar el baño de mujeres del Centro Cultural El Ferrocarril el pasado lunes 24 de abril. Es una persona transgénero y su caso se suma a 51 denuncias por agresiones y actos de discriminación perpetrados en Hidalgo desde el año 2019 que han denunciado personas de la diversidad sexogenérica en la plataforma nacional Visible LGBT.
Por el acto que ella consideró discriminatorio, empezó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) para exigir respeto a su identidad de género y señaló a la directora de Educación y Cultura de Tula, Nelly Jiménez Rodríguez, como la responsable de impedirle ingresar al sanitario de mujeres.
Celine trabaja en el Centro de Atención Regional de Programas Sociales de la Secretaría del Bienestar que comparte espacio con las oficinas municipales de Cultura de Tula, ambas sedes están situadas en el complejo que alberga la antigua estación del Ferrocarril y por ello comparten espacio; por eso, también notificó el caso al Órgano Interno de Control del ayuntamiento.
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Celine exigió que cesen los actos de discriminación hacia su persona y respeto para ocupar el baño de acuerdo a su identidad como persona transgénero, así como capacitación para la directora y los servidores públicos de la alcaldía.
“Lo que yo deseo es que todos los funcionarios estén capacitados para brindar información de cómo dirigirse a una persona transgénero (…) les falta empatizar con las minorías transgénero y transexuales, deberían reducarse”.
El caso de Celine no es aislado, en Hidalgo hay 51 denuncias más: 26 datan del año 2022; 11, de 2021; 4, de 2020 y 3, de 2019, mientras que 2 restantes corresponden a la anualidad en curso, de acuerdo con Visible LGBT, la cual proporciona las estadísticas e incidentes de violencia y discriminación cometidos hacia Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transgénero, Transexual, Intersexual, Queer y más (LGBTTTIQ+).
Las numerarias reflejan un incremento paulatino en los reportes divulgados de 2019 a 2022, el último año enunciado, una persona gay padeció algo similar a lo de Celine, pero en un sanitario de un establecimiento comercial situado en el municipio de Tulancingo.
“No me dejaron entrar al baño de hombres porque me veía muy femenino, a lo cual me dirigí al baño de mujeres y tampoco me dejaron entrar porque me veía muy masculino”, relató en su denuncia anónima.
En un bar de ese mismo municipio, otra persona indicó: “se me corrió del lugar por ser gay, aparte que desde el principio fueron déspotas al trato y se negó el servicio de venta”.
De acuerdo con colectivos de la diversidad sexogénerica de Hidalgo como Quorum, las agresiones las perpetran principalmente dueños o trabajadores de comercios, conductores del transporte público o servidores públicos, especialmente policías.
En caso de alguna denuncia, puedes hacerlo a través de Visible, la información producida es anónima y los reportes sirven para tener “datos sólidos en común para demandar nuestros derechos”, explica la plataforma (https://visible.lgbt/).
Por qué se da la discriminación hacia las personas trans
La comunidad trans recibe más reacciones no favorables, como agresiones y ofensas, cuando expresan su identidad en comparación con otros miembros de la comunidad LGBTI+, según datos de la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG), 2021. Esta encuesta también señala que las personas de la comunidad trans se ven obligadas a asistir con médicos, autoridades religiosas u otras para que se les “corrija”.
Las acciones transodiantes pueden ir desde no respetar el pronombre de una persona trans (él, ella, elle) hasta el no reconocer su nombre elegido, esto sin importar si ocurre en presencia de la persona o en su ausencia. Así mismo, la discriminación puede llegar a limitar los derechos humanos de las personas trans, por ejemplo cuando implica una situación de desempleo o violencia institucional por la falta de reconocimiento de su identidad en papeles oficiales.
Los roles y estereotipos de género inciden en la perpetuación de este tipo de conductas discriminatorias y transfóbicas. Según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), las personas trans sufren vulneraciones a su integridad, así como discriminación en ámbitos como la educación, el empleo y los deportes; además de enfrentarse a prejuicios y estigmatización, entre ellos la idea de que padecen de “transtornos mentales”. Hasta hace cinco años, en 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS), dejó de considerar la transexualidad en la lista de enfermedades o transtornos psicológicos.
La discriminación continúa a pesar del activismo de personas con diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales no hegemónicas. La Asociación Americana de Psicología (APA) explica que el principal problema de las personas trans es la falta de acceso a asesorías, terapia hormonal, procedimientos médicos y respaldo social.
(CON INFORMACIÓN DE IRENE VÁZQUEZ)
sjl