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Hay empresas patito disfrazadas de encuestadoras

Para el director de Buendía & Laredo, cada día existen más empresas que se hacen pasar por encuestadoras serias y hasta copian su metodología

Escrito en NACIÓN el

En los últimos años han surgido empresas encuestadoras que trabajan con sondeos en redes sociales y no con una metodología científica que nos permita medir la opinión de la población, advierte Jorge Buendía, director de Buendía & Laredo, una de las casas encuestadoras con mayor prestigio en el país.

En entrevista televisiva con La Silla Rota, el experto en ejercicios de opinión crítica a aquellos políticos o partidos que utilizan este tipo de sondeos en un intento de influir entre la ciudadanía en el marco de un proceso electoral en curso.

¿Qué está pasando con las encuestas, son una herramienta de participación social, un engaño de la clase política o un negocio sucio de los encuestadores?

Creo que en general necesitamos tener mayor conocimiento sobre los alcances y límites de las encuestas, como un instrumento que nos permite anticipar los resultados electorales, por ejemplo, conocer cómo piensa la población, pero ciertamente, a veces, le hemos cargado la mano ciertamente en términos de expectativa, de un nivel de precisión que simplemente nuestro instrumento no está diseñado.

Una encuesta típica de mil entrevistas tiene un margen de error de más menos 3%, es decir, el porcentaje puede ir entre 40 y 46%, me parece que como meta algo a lo que estamos obligados toda la industria, pero ciertamente hay veces que el método no te permite precisamente alcanzar este grado de precisión.

¿Que estás pensando el público en general sobre las encuestas generales en particular?

Creo que ciertamente, digamos, el posicionamiento de las encuestas no es tan bueno, no es tan sólido como lo llegó a ser hace 20 años cuando proliferaron en México las encuestas de opinión, es un fenómeno relativamente nuevo, de finales de los 80.

Las encuestas electorales existen de tiempo atrás, el Inegi ha hecho muchas encuestas, entonces las encuestas existen como tales y van a ser independientes de los procesos electorales. Ahora, en el caso de las encuestas de opinión, ciertamente creo que han pasado dos fenómenos: la clase política las utilizado como instrumento de propaganda política y en el proceso ha intentado, ha disfrazado estudios de propaganda como encuestas. A la gente le cuesta mucho trabajo distinguir lo que es una encuesta de propaganda, las famosas “push polls” de ahorita en el Estado de México. Hubo muchas referencias de que alguien recibiera llamadas por teléfono y eran para vanagloriarse o hablar de los méritos de uno otro candidato, esas no son encuestes, estas son las “push polls”, para empujar.

¿Cuál es sido la respuesta del público?

Que manipula, que busca influir y eso porque algunos políticos creen que haciendo miles de llamadas de ese tipo, disfrazadas de encuestas, pueden influir en la percepción ciudadana; entonces, son como dos vertientes, aquí el problema, las prácticas de la industria de las encuestas y hay analogías con el periodismo, qué es lo que distingue a un encuestador serio de alguien que pretende ser encuestador y que no tiene las herramientas. Entonces aparecen muchos datos con formato de reporte de tipo de encuestas, con preguntas, que se venden como estudios de Facebook, por ejemplo, o los sondeos que se hacen por Twitter o por radio.

Aquí creo que el punto central es ese el tema de a quién representa, una encuesta hecha a usuarios de Twitter o de Facebook, pues va a excluir a todos aquellos que no tienen, es decir, a un importante número de la población de la misma manera una encuesta telefónica.

Hemos visto esa práctica por parte de políticos, de empresas y de medios de comunicación, de recurrir a las redes sociales para llegar a resultados científicos, equivalentes a una encuesta, es una perversión de la práctica. Hay dos temas, el primero es que sólo un porcentaje limitado de la población tiene acceso a Internet, las cifras de Inegi nos hablan de cerca del 40 o 45% de los hogares de México, pero además los usuarios de Internet están concentrados en los millennials, hasta los 40 años, pero estás excluyendo a la población que tiene más de 40 años, la que tiene muy poco acceso al Internet.

Está demostrado que los usuarios de Internet están concentrados en la cierta utilización de Internet, sin que signifique que se sean consumidores de noticias…

El otro tema es que realmente lo que necesitamos es conocer el marco muestral, es decir, cómo se comporta, cómo está constituida esta población a la cual queremos conocer el punto de vista, cómo se va hacer esta selección.

Qué pasa con la “no respuesta”, o sea un problema típico de encuestas en Internet, por teléfono, por correo electrónico, por correo normal, persona persona, es la no respuesta y hay mecanismos para corregir la “no respuesta”.

¿Los resultados que nos dan estas encuestas son simplemente chatarra estadística?

Yo te diría que no nos dice mucho y en el mejor de los casos es información válida sobre un conjunto de la población, si quieres importantes pero reducido, pero en el peor de los casos es un mal resultado de un conjunto de la población que no nos dice nada.

Muchas veces se confunde es modo de entrevista, es decir a través de Internet o Facebook o Twitter o correo electrónico, con una nueva metodología. Eso es simplemente un modo de entrevista, de la misma forma de las entrevistas cara cara o telefónicas o a través de Internet, también hay por correo. Es simplemente el modo de entrevista.

¿Eso no te permite prescindir del rigor estadístico?

En absoluto y entrevistar a un subconjunto de la población es viejísimo, es decir, quien te diga que el mundo moderno o el futuro de las encuestas es entrevistar a usuarios de Facebook está cometiendo el mismo error que se cometió hace un siglo cuando entrevistaron a los usuarios de una revista para predecir los resultados de la elección Estados Unidos de 1936.

Aquí el tema es que queremos información de toda la población, inferir de los usuarios de Facebook cómo se comporta el resto de la población pues es un salto tan grande como el paso en la Luna.

En las recientes elecciones surgieron muchas encuestas que muchas veces no tenían documentada ninguna experiencia, da la impresión de que surgieron de la mano de un grupo político o de un partido ¿son encuestas patito producidas por empresas patito?

Efectivamente, creo que lo que necesitamos es que los medios de comunicación sean cancerberos de la información, porque a final de cuentas la información de una encuesta no es diferente a la información periodística, tienes que validar que la información es real y yo creo que lo que hemos estado viendo con las encuestas, y esto no es nuevo, ahora las estamos viendo con nuevas variantes, pero básicamente lo único que se pide o el criterio con el que se manejan es que pueden dar resultados certeros.

Bueno, a final de cuentas cualquiera puede tomar un volado, los volados también dan resultados ganadores y simplemente no por eso vamos a tomar decisiones con base en eso.

Creo que lo que tiene que haber detrás de todos estos ejercicios son  metodologías sólidas; en México, por ejemplo, en todo este tema digital no hay ningún ejercicio de encuestas online, lo que hay son encuestas de Facebook.

En Estados Unidos no hubo nadie que pudiera presentar un pronóstico de la elección basado en una encuesta de Facebook.

Háblanos un poco de los paneles online…

Para que nuestra audiencia lo tenga claro, se caracteriza por ser un conjunto de personas que las puedes ir entrevistando en diferentes momentos, a diferencia de una muestra tradicional, en la que yo puedo entrevistar a mil personas y ya no me vuelven a caer en muestra en el futuro, en el panel los entrevistando en dos, tres o más momentos, sobre múltiples temas.

Hay dos variantes, lo que los paneles probabilísticos son los más sólidos que existen, son verdaderamente admirables y tienen más de 15 años en el mercado.

Lo que me interesa destacar es que hay paneles probabilísticos que seleccionan a sus entrevistados de la misma manera que una encuesta científica y tradicional, lo único es el modo de la entrevista vía Internet, lo que ellos quieres es entrevistar vía internet a través de una pequeña pantalla y así les contestaban, pero sin control estadístico.

Después tienes otros tipos de paneles en línea que no seleccionan a quienes participan de esa manera, sino que invitan a quienes participen y entonces la gente decide quién le entra, entonces tienes otros problemas de selección.

Dime tres elementos que un usuario debe tener en cuenta para saber si la encuesta que le están ofreciendo es seria o no la debe tomar en cuenta

Es algo muy difícil, porque hay empresas que se hacen pasar por encuestadoras y copian la metodología de una casa, ahí lo que realmente necesitamos son a los medios establecidos y en segundo lugar fijarse cuál es el público objetivo.

¿Qué han encontrado ustedes en la población en general, confía en estas encuestas, confía en el ejercicio, encuentran resistencias, encuentran rechazo, y cómo ha evolucionado esa gama de actitudes con el tiempo?

Aquí estamos enfrentando dos problemas: uno, que muchos hogares que tocamos no hay personas en casa porque salen a trabajar, pero este es un problema que siempre ha ocurrido. El mayor problema es cuando tu seleccionas a un entrevistado, ahí es en donde se ve más la evolución de lo que ha estado pasando porque ante los ojos del ciudadano, cuando tú llegas y les pides una entrevista, no les queda claro si es una encuesta electoral o de buena fe o es un programa social, entonces ese es un primer problema. El otro tema es el de seguridad, la gente no abre la puerta tan fácilmente o si la abre te dice que no.

¿Las encuestas electorales, a partir de 2012, aciertan más que antes, las encuestas a partir del 2012 se equivocan igual que antes o se equivocan más que nunca ahora?

Yo te diría que en general el tema radica en que más allá de hablar de aciertos o errores lo que tenemos son pocas encuestas en comparación con las que teníamos en 2012, creo también que ciertamente la calidad es muy dispar.

Tres puntos donde tendríamos que enfocar la atención como ciudadanos, pensar que el ejercicio de las encuestas sirve cada vez mejor sirve más el público y que es más transparente

Lo primero es ver en todo el conjunto de encuestas qué es lo que nos están diciendo; segundo, fijarse en qué es lo que está haciendo el encuestador con la gente que no te conteste la pregunta de intención de voto cuando tú tienes a un 15 o 20% de los entrevistados que no te dice por quién va votar si se vuelve muy importante, qué es lo que hacen con ese grupo y, tercero, cerciorarse que la encuesta sea cara a cara, en vivienda, ya que las encuestas online tienen sesgos que no se han corregido y ni siquiera se está intentando corregirlas.