Chilpancingo (La Silla Rota).- Este jueves se cumplió un año de la muerte de quien fuera el secretario del Comité Ejecutivo Estatal del PRD en Guerrero, Demetrio Saldívar Gómez, asesinado cerca de su casa en Chilpancingo, sin que la Fiscalía General del Estado revele avances sobre los autores intelectuales de su crimen.
El asesinato de Saldívar Gómez es parte de una lista de perredistas asesinados durante el último año o dicho en otras palabras, en los seis meses previos o en los seis meses posteriores del arranque de la actual elección, declarado el 8 de septiembre pasado.
Los perredistas, entre militantes, dirigentes y candidatos, y la familia de Saldívar Gómez, marcharon este jueves al mediodía desde el Zócalo hasta sus oficinas, ubicadas en la avenida Alemán, en el centro de la ciudad, tiempo en el que gritaron: “¡Demetrio, justicia!”.
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Edson Saldívar Trejo, hijo del ex dirigente asesinado, se quejó de la indiferencia del gobierno del estado, al grado de que, acusó al fiscal Xavier Olea Peláez, de querer darle “carpetazo” al caso. Hasta seis meses después del crimen, el fiscal recibió a la familia del ex dirigente perredista para conocer su declaración de hechos.
“Habían transcurrido seis meses y no se había acercado nadie de la Procuraduría a pedir declaraciones a la familia, ¿por qué?, porque son omisos para impartir justicia, no les importa esclarecer el crimen, no les importa impartir justicia, y no lo digo nada más por mi padre, lo digo por todos los muertos que lleva este gobierno”, dijo Saldívar Trejo en el acto de aniversario luctuoso.
Al dirigente perredista lo mataron a balazos de camino a su casa, en la colonia Tomatal, al oriente de la ciudad. El recuento de los hechos ofrece indicios de que al dirigente ya lo esperaban sus asesinos en el lugar del crimen. El cadáver de Saldívar Gómez quedó adentro de su coche color blanco.
Con el año transcurrido, la FGE solo tiene como avance de la investigación la detención de un presunto autor material del crimen, pero eso no satisface a la familia.
El hijo del perredista preguntó fuerte y con remitente al fiscal: “¿Y los autores intelectuales cuándo?
Más perredistas asesinados
Durante el último año han asesinado en Guerrero a 11 perredistas en Guerrero, incluido Saldívar Gómez. Este listado arranca en abril de 2017, en el mismo mes que desaparecieron el ex diputado y ex alcalde de Zirándaro por este partido, Catalino Duarte Ortuño, de quien tampoco se conoce su paradero.
Homero Bravo Espino, precandidato a la alcaldía de Zihuatanejo es el último perredista asesinado. Su crimen ocurrió el viernes 2 de marzo en Barrio Viejo, en Ixtapa, Zihuatanejo.
Sus aspiraciones políticas las compartía con el cargo de coordinador de Obras Públicas del ayuntamiento del puerto.
En un orden descendente, en esta lista está situado como siguiente caso el crimen de Antonia Jaimes Moctezuma, la precandidata de este partido a la diputación local del distrito 25, con sede en Chilapa.
La asesinaron en la cabecera de ese municipio el miércoles 21 de febrero, en el restaurante Toreo, de su propiedad: dos hombres llegaron en una motoneta hasta el lugar ubicado en la calle Campo de Aviación, le dispararon y la mataron.
Antes, el 28 de diciembre de 2017, durante una fiesta de amigos de generación, mataron al alcalde de Petatlán, Arturo Gómez Pérez, quien, según militantes del PRD, para esta elección buscaría reelegirse.
El 14 de noviembre asesinaron al ex regidor del partido en Zihuatanejo, Miguel Solorio Figueroa, de quien se supo tenía un interés por la alcaldía de este puerto.
A quien es considerado uno de los fundadores del PRD, Ranferi Hernández Acevedo, los asesinaron el 15 de octubre sobre la carretera a Zitlala. Calcinaron su cadáver junto al de su esposa y suegra, otras de las víctimas de ese día, en la camioneta en que viajaban.
También mataron al ex alcalde Zitlala, Francisco Tecuchillo Neri. El lunes 9 de octubre lo privaron de su libertad y a los cuatro días, ya de medianoche, policías lo encontraron tirado y herido en el cuello en un paraje del barrio de San Juan, en Chilapa. Por la lesión profunda murió desangrado en un hospital de Chilapa, la madrugada del 14 de octubre.
De los primeros casos documentados están los de los ex alcaldes de Tecpan y Coyuca de Catalán, Crisóforo Otero Heredia y Elí Camacho Goicochea.
Al primero lo mataron el 8 de junio en su casa en la cabecera de Tecpan, y al segundo el 23 de mayo en su negocio de Ciudad Altamirano, una cabecera aledaña a su municipio.
Pero los casos que arrancaron la lista de este recuento son los crímenes de Roger Arellano Sotelo, ex alcalde de Acapetlahuaya y ex diputado local, y el de su tío, el regidor Octavio Arellano Eloisa, el 2 de abril.
En ninguno de estos casos, denunció el dirigente estatal del PRD, Ricardo Barrientos Ríos, hay justicia.