León.- Antes de ser elegido Papa, Robert Francis Prevost, cuando fue Prior General de la Orden de San Agustín, entre 2002 a 2013, visitó en cuatro ocasiones los municipios de Moroleón, Uriangato, y Yuriria, la parte sur de Guanajuato, además de Salamanca, donde se cuenta con la presencia de miembros esta orden religiosa y de espectaculares construcciones religiosas de la época colonial.
De acuerdo a datos histórico, los primeros frailes agustinos en llegar a la Nueva España en 1533, fueron Juan de San Román, Francisco de la Cruz, Alonso de Borja, Agustín de la Coruña, Jorge de Ávila y Juan de Oceguera. Los frailes seguían, como hasta la fecha, los preceptos de san Agustín de Hipona, quien en el siglo IV fue religioso y fomentó el retiro, la oración y la meditación
En Guanajuato, se pueden encontrar construcciones religiosas que dan cuenta de la presencia agustina en diversos lugares, incluyendo templos y ex conventos. Algunos ejemplos son: el Templo de San Agustín en Salamanca, el Museo Ex Convento Agustino de San Pedro y San Pablo en Yuriria y el Templo y Exconvento de San Agustín en Celaya.
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En Salamanca
El Templo de San Agustín en Salamanca es un ejemplo de la arquitectura agustina en la región, conocido como la "Casa de Oro" por sus retablos dorados.
La construcción de este monumento salmantino se remonta al año de 1609, cuando el provincial agustino fray Diego de Ávila obtuvo de Felipe III la licencia para fundar cuatro conventos de su orden en la provincia de Michoacán. Una de estas sedes fue en la recién fundada Villa de Salamanca, en donde fueron bien recibidos los religiosos agustinos con su primer prior fray Juan de San Nicolás el 26 de mayo de 1615.
En sus inicios, el templo fue en honor al Beato Juan de Sahagún y tuvo 2 etapas de construcción. La primera se inició en 1641 durante el priorato de fray Miguel de Guevara, en la que probablemente se levantó la iglesia mayor con sus torres, cúpulas y portada. Y la segunda etapa se inició en 1761, cuando se decidió ubicar la casa capitular en Salamanca.
En el siglo XIX empezó la decadencia del templo, ya que por el año de 1836 fue desmantelado el Altar Mayor y sustituido por el neoclásico que le quitó grandiosidad al recinto. No obstante, conserva en perfectas condiciones todas sus estructuras originales.
Por sus 11 retablos realizados con hoja de oro de 23.5 kilates, todavía es más popular el nombre de “Casa de Oro Salmantina”, ya que al entrar de inmediato se puede ver que resalta y deslumbra el color dorado que contrasta con los claroscuros y su arquitectura.
El Papa León XIV visitó en varias ocasiones este majestuoso templo y el convento de San Agustín.
En Yuriria
El Templo y ex Convento Agustino de San Pedro y San Pablo fue erigido a partir de 1550 y finalizado en 1599, fue fundado por los agustinos con la misión de evangelizar a la región donde hoy se ubica Michoacán.
Se trata de una de las obras arquitectónicas más impresionantes representativas del siglo XVI en México, la cual, en un primer momento parece ser parte de un castillo europeo, aunque también sirvió como una fortaleza que servía de defensa a los primeros colonizadores.
En 1559 la fundación de este inmueble colonial corrió a cargo de fray Diego de Chávez y Alvarado, sobrino del conquistador Pedro de Alvarado y el convento fue diseñado por el arquitecto español Pedro del Toro en un estilo plateresco.
Desde 1926, este recinto religioso fue convertido en el Museo Ex Convento Agustino de San Pedro y San Pablo, donde se conserva toda una colección de arte sacro virreinal y piezas arqueológicas prehispánicas.
Es una de las construcciones religiosas más antiguas de México, ya que empezó a construirse sólo a 29 años después de consumada la Conquista de México por los españoles en 1521.
Durante las 4 ocasiones que el ahora Papa León XIV visitó Guanajuato, aunque su hospedaje fue en la Casa Hipona de Moroleón, visitó también Yuriria.
En Celaya
El Templo y ex Convento de San Agustín en Celaya es otro ejemplo de la presencia agustina en Guanajuato.
Se colocó la primera piedra del convento agustino de Celaya en 1609. El rey Felipe II de España autorizó la construcción de dicho convento, en el que se creó un amplio terreno para un futuro cementerio.
Destaca por su decoración plateresca con reminiscencia morisca.
Frente al convento se localiza un parque que era un jardín en el que los monjes agustinos cuidaban y sembraban varias plantas.
Debido a las Leyes de Reforma, el convento fue desamortizado en 1863. En 1880 su claustro fue convertido en prisión y duró así hasta 1962. Fue convertido en una escuela de artes plásticas y desde 1976 es un centro cultural.[?
En 1846 fue modificado el altar mayor barroco y reemplazado por uno nuevo de cantera en forma de medallones góticos.
En 1850 fueron cambiados los retablos dorados de los cruceros hechas con madera de sabino. En su lugar se colocaron unos nuevos de madera corriente pintados de color cantera.
En 1888 se pintaron los arcos y columnas de cantera para darle un aspecto de mármol.
En algún momento el templo tenía pinturas de santos en estofados de hoja de oro, pero no se sabe que les sucedió.
El altar mayor actual fue obsequiado al templo en 1942. Arriba se encuentra Nicolás de Tolentino, patrono del templo, después la Virgen del Socorro, al lado izquierdo Mónica de Hipona y a la derecha Agustín de Hipona.
No se tienen informes de la visita de Robert Francis Prevost a Celaya, sin embargo, la presencia de los frailes agustinos está presente en las hermosas construcciones del templo y del ex convento en la capital de las cajetas.
Casa Hipona en Moroleón
El ahora Papa León XIV visitó Moroleón por 4 ocasiones, cuando fue Prior General de los Agustinos el lugar de hospedaje fue la Casa Hipona.
La propia alcaldesa de Moroleón, Alma Sánchez Barragán, publicó en sus redes sociales fotografías de León XIV y dijo que ha estado en al menos cuatro ocasiones en el estado.
Casa Hipona se localiza en el kilómetro 4 de la carretera a Piñícuaro, en los límites con Uriangato, y es un sitio de hospedaje y de retiros espirituales de los padres agustinos.
Para saber
El nacimiento de la Orden de San Agustín se remonta al año 1243 cuando cuatro ermitaños: Esteban de Cataste, Hugo de Corbaria, Guido de Rosia y Pedro de Lupocavo, en representación de grupos de eremitas situados en la antigua Tuscia, Lacio superior y zonas limítrofes de Umbría (Región italiana), solicitaron al Papa Inocencio IV una regla común y un Prior General.
Inocencio IV determinó la creación de la nueva orden mendicante, también llamada orden de pobreza evangélica o de fraternidad apostólica ? (La tercera después de los franciscanos y dominicos) y el 16 de diciembre de 1243 sentaron las bases jurídicas de la elección canónica de la Orden de San Agustín.
Una orden mendicante es una orden religiosa católica que vive de la limosna y la caridad de los demás, en lugar de tener bienes propios. Estas órdenes, que surgieron en el siglo XIII, se caracterizan por la pobreza, la predicación y la evangelización, especialmente entre los más necesitados. La Orden de los Agustinos fue fundada por San Agustín de Hipona y se dedican a la enseñanza, la predicación y la atención a los pobres.
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