TOROS DE LIDIA EN GUANAJUATO

La ganadería de toros bravos fundada hace 190 años que se encuentra en Guanajuato

Ganadería Santín: Fue fundada en 1835 en Toluca, Estado de México, y desde 1978 se encuentra en el rancho El Rosario de Jerécuaro

Toro indultado.
Toro indultado.Créditos: Archivo NTR Toros
Escrito en GUANAJUATO el

Guanajuato.- Con 190 años de antigüedad y con amplios reconocimientos, Santín continúa siendo uno de los pilares de la ganadería brava mexicana, fue fundada en Toluca, Estado de México y esta dehesa sobrevive desde hace 47 años en Jerécuaro, Guanajuato.

La fundó José Julio Barbabosa y ha pasado de generación en generación por miembros de la misma familia. Los más recientes propietarios fueron Agustín Barbabosa, a partir de 1930, quien la heredó a su hija, Celia Barbabosa en 1954, quien en 1978 la trasladó a Jerécuro; la ganadera la cede en el año 2000 a su familiar directo César Méndez Larregui, quien hasta la fecha se encarga de la crianza del toro de lidia en el rancho El Rosario, de Jerécuaro.

Ganadería Santín

De acuerdo con la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia y otros datos de Al Toro México (Francisco Coello), uno de los pilares de la ganadería brava mexicana es esta casa de abolengo y solera, fundada en 1835 por don José Julio Barbabosa, en la Hacienda de Santín, en Toluca, Estado de México, con ganado criollo de la región.

José Julio Barbabosa falleció en 1860 y la dejó en manos de Jesús María Barbabosa Arzate.

Lidió por primera vez en Toluca, el 2 de septiembre de 1866 con 5 toros para la cuadrilla de Mariano González La Monja, y se presentó en el Distrito Federal, en la Plaza Colón, el 8 de mayo de 1887 con 5 toros para Diego Prieto Cuatro Dedos y Juan Moreno El Americano.

Al año siguiente, la ganadería pasó a manos de don José Julio Barbabosa Saldaña.

En 1924 agregó 4 vacas y 2 sementales de Antonio Flores.

En 1930, Agustín Barbabosa tomó las riendas de la ganadería y, en 1931, adquirió vacas y sementales de San Diego de los Padres.

En 1946, “Sonajero” fue premiado como el mejor novillo de esa temporada en la Plaza México.

Desafortunadamente, en la corrida de La Prensa celebrada en la Monumental de Insurgentes en 1947, el novillo “Ovaciones” le dio al sensacional José Laurentino López Rodríguez Joselillo lo que a la postre fue una mortal cornada, en una tarde que se recuerda con tristeza.

Don Agustín falleció el 27 de julio de 1956 y legó la ganadería a su viuda y a sus nueve hijos, José, Celia, Carlos, Guadalupe, Guillermo, Margarita, Jesús, Antonio y Salvador.

El 16 de octubre de 1960, en la Plaza México, después de que el público pedía el indulto para el novillo “Cordobés” y Pedro Jiménez Pedrín se tiró a matar de cualquier manera, se le dio vuelta al de Santín, en medio de una clamorosa ovación.

Celia Cruz Barbabosa.

En 1974 adquiere la totalidad de la ganadería Celia Cruz Barbabosa, quien llevó los destinos de Santín hasta que en 1968 decidió aprovechar fierro quemador y colores de la divisa (azul, blanco y rojo) para continuar con aquella labor, la de su padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo. En 1978, adquiere todo el ganado que había sido repartido entre sus hermanos y lo traslada a un rancho que se ubica en el municipio de Jerécuaro, Guanajuato que luego cruzó con sementales de encaste Llaguno.

A partir de 1979, agregó varios sementales de San Martín.

Cedió los derechos de la vacada a su propietario actual César Méndez Larregui, en el año 2002.

31 de marzo de 2025

Durante 190 años la Ganadería Santín ha logrado innumerables éxitos con sus ejemplares, siempre con características de nobleza, embestidas, bravura y presentación, ente otras, que baste decir como dato extra de la calidad de este ganado de lidia, la cual continúa vigente, lo ocurrido el domingo 30 de marzo de 2025 en Querétaro, en una reseña compartida en redes sociales por Toros y Faenas:

“El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza se despidió de la Plaza de Toros Carlos Arruza en Pedro Escobedo, Querétaro, cortando dos orejas para salir en hombros del matador Octavio “El Payo” García, en corrida donde alternó con el novillero Andrés García lidiando los ejemplares de Santín.

A pesar de las dificultades, el maestro español ofreció detalles de calidad en su faena, para el arrastre lento del burel de más de 500 kilógramos, llevándose las palmas, dando la vuelta al ruedo triunfal teniendo de fondo la música La Estampilla.

En una tarde de ensueño, el matador en resaltó para merecer la ovación de los espectadores, que sirvió de escenario para el retiro del forcado Daniel González Guzmán y el entrante Víctor Velázquez.

Mientras que Octavio García “El Payo” pugnó por ambos lados a los ejemplares, sorteando a “Ilusionado” que le permitió dar muletazos por la derecha con mucho poder y estilo, redondeando una faena completa, con una estocada hasta los gavilanes, mortal de naturaleza que le permitió cortar dos apéndices.

Por su parte, el joven novillero Andrés García demostró valor y entrega ante su oponente, realizó una excelente faena rematando con naturales. Por las características del toro y a petición del público “Viajero” fue indultado para regresar a la ganadería.

Al término de la corrida mixta se presentó el novillero Bicharraco en su debut, en el séptimo toro, destacando por su entrega y actitud”.

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