León, Guanajuato.-Cada año, con la llegada de la primavera algunos árbol visten de color lila gracias a la floración de las jacarandas.
Estos majestuosos árboles, originarios de Brasil, han encontrado en México un hogar perfecto, embelleciendo nuestras ciudades y anunciando la llegada de una nueva estación.
En León Guanajuato, tenemos muchos de ellos.
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¿Por qué florecen las jacarandas y pintan los árboles de morado?
La jacaranda mimosifolia es conocida por su espectacular floración que cubre sus ramas de flores lilas, creando un paisaje urbano único. Este fenómeno ocurre principalmente en primavera y, en ocasiones, en otoño. La floración es una respuesta natural del árbol a las condiciones climáticas favorables, como el aumento de la temperatura y la prolongación de las horas de luz solar. Estos factores estimulan la producción de hormonas que inducen la floración.
El color morado de las flores se debe a la presencia de pigmentos llamados antocianinas. Estos compuestos no solo aportan la tonalidad característica, sino que también protegen a las flores de la radiación ultravioleta y de posibles depredadores. Además, las flores producen una gran cantidad de néctar, sirviendo de alimento para insectos y aves, lo que las convierte en una pieza clave en el ecosistema urbano.
¿Cuándo ocurre este fenómeno en León?
En León, la floración de las jacarandas suele comenzar a mediados de marzo, coincidiendo con el inicio de la primavera, y puede extenderse hasta principios de mayo. Durante este periodo, es común ver calles, parques y avenidas adornadas con el manto lila característico de estas flores. Lugares emblemáticos como el Parque Metropolitano de León, el camellón de Paseo de Jerez hacia el Fraccionamiento Punto Verde y las áreas verdes del Forum Cultural se convierten en puntos de referencia para quienes desean apreciar este espectáculo natural.
Un poco de historia: ¿Cómo llegaron las jacarandas a México?
Aunque originarias de Sudamérica, las jacarandas llegaron a México a finales del siglo XIX. Una versión popular de su introducción señala al jardinero japonés Tatsugoro Matsumoto como responsable de su llegada. Matsumoto, quien llegó a México en 1892, propuso la siembra de jacarandas en la Ciudad de México como una alternativa a los cerezos japoneses, que no se adaptaban bien al clima local. Gracias a su iniciativa, las jacarandas se plantaron en diversas partes del país, incluyendo León, donde se adaptaron perfectamente y se convirtieron en una parte integral del paisaje urbano.
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