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Efeméride taurina: Se cumplen hoy 15 años sin “El Rey David” Silveti

Dejó el torero de Salamanca un legado de valentía dentro de la fiesta taurina; Nieto, hijo, hermano y papá dentro de la dinastía de Los Silveti

Escrito en GUANAJUATO el

León.- Un 12 de noviembre, pero de 2003, el matador de toros David Silveti, “El Rey David”,  de origen guanajuatense, decidió quitarse la vida y murió aquel día en su rancho de Salamanca, Guanajuato, dejando un legado que permanece imborrable para la fiesta taurina.

David Silveti Barry nació el 3 de octubre de 1955, en Salamanca, Guanajuato. Fue Miembro de una de las más importantes dinastías taurinas de México y del mundo, al ser hijo de Juan Silveti Reynoso, nieto de Juan Silveti Mañón "El Tigre de Guanajuato", hermano de otro de los grandes matadores Alejandro Silveti Barry y padre del matador David Silveti del Bosque.

En 1974, en Guadalajara, David Silveti debutó como novillero.

Tomó la alternativa el 20 de noviembre de 1977 en la plaza "Revolución", de Irapuato, Guanajuato, de manos de Curro Rivera y Manolo Arruza como testigo, ante toros de Mariano Ramírez.

El 7 de enero de 1979 ratificó en el coso de Insurgentes, llevando como padrino a Manolo Martínez y por testigo a Eloy Cavazos.

En España hizo su debut como matador en 1980, en Palma de Mallorca. Años más tarde, ratificó el doctorado en Las Ventas de Madrid el 24 de mayo de 1987, llevando como padrino a Nimeño II y como testigo a Tomás Campuzano.

“El Rey David” fue un torero en constante crecimiento, dotado de una gran personalidad que, junto con su estoicismo, transmitía en cada corrida esa emoción hacia los tendidos

Fue un torero de espectaculares faenas y sus triunfos pudieron haberse incrementado si no hubiera tenido la dificultad a la hora de matar al toro.

Durante su carrera sufrió varias cornadas graves y no menos de 50 operaciones que casi lo dejaron sin poder caminar, por lo que en 1995 decidió retirarse, al no estar en condiciones físicas para poder torear.

Reapareció en 2002, en Querétaro, e inolvidables fueron aquellas dos tardes de 2003 en la Plaza México, sus últimas en ese coso capitalino.

Hoy, a 15 años de su muerte, todavía muchos aficionados taurinos lo recuerdan y de padres a hijos transmiten el valor que “El Rey David” reflejaba en cada tarde de toros en las que estuvo en los ruedos del país y del extranjero.

En la actualidad, David Silveti del Bosque, continúa con la tradición de la dinastía taurina de Los Silveti, y muchos de sus admiradores llevan a la plaza de toros en las que entra en el cartel la mente puesta, en ver las semejanzas de este matador de toros con las de su padre “El Rey David”.    

JP