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A solas con la Wera Limón: Una mirada feminista, extrovertida y de comunidad gay

La regidora de Movimiento Ciudadano se abre a una conversación donde cuenta desde anécdotas con su primera novia hasta sus inicios en la política en León

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Escrito en GUANAJUATO el

León-. Lucía Verdín la “Wera Limón”, la regidora del cabello rosado, que rompe con esquemas estructurados, como ella misma lo dice, se abre a una conversación con La Silla Rota para sacudir las políticas públicas que ponen sobre la mesa los nuevos tiempos, las diversidades sexuales y la necesidad de nuevos derechos.  

“Parece que no existimos y que no importa lo que necesitamos”, dice para referirse a la comunidad LGBT que representa en la ciudad.

“Las personas que estamos en los cargos públicos tenemos la obligación de incorporar a esa parte de la ciudadanía que hemos olvidado y que hemos borrado como si no existiéramos”.

A solas con la regidora del Ayuntamiento de León, esto fue lo que nos contó a finales de junio, mes en el que se conmemora el orgullo gay. 

1.Cómo ha sido entrar al Ayuntamiento para una persona de la comunidad que rompe con todo, que incluso con su aspecto físico llama la atención

Hay una frase que me gusta mucho, que tiene que ver con ver la política como un performance. Como esta performatividad de las estructuras que te pueden poner, está bien poner ahí a toda la ciudadanía, aquellos que no han sido representados por ninguna otra persona. Ahí cabemos todos y todas las personas que no hemos estado contenidas en lo que siempre ha surgido.

Es algo muy impactante porque yo vengo de una Asociación Civil, del activismo en calle y es muy distinto. Sin embargo, es un proceso muy enriquecedor, de muchos retos, de muchos esfuerzos pero te deja también mucha satisfacción de poder alcanzar cosas que antes no podías, de poder ayudar a la gente, de marcar líneas con las causas que para ti son importantes. Porque cuando hablamos de poblaciones prioritarias, no solo hablamos de las personas de la comunidad LGBT sino de todas aquellas que no han sido miradas por los programas ya establecidos.

2. ¿Te veías tú Wera Limón en la política, como regidora? ¿Cómo te veías de niña?

Íjole, no. Yo creo que hay cosas que te van eligiendo. Yo siempre estuve marcada por una visión muy crítica, muy cercana al cuestionamiento político, a siempre estar cuestionando las cosas, el por qué de las actividades. A leer mucho el periódico, bueno, cuando era niña era la prensa escrita, no existía Facebook, no había internet de una forma más accesible como ahora.

En la prepa empecé a estudiar una parte de Ciencias Políticas, de Humanidades, pero siempre dije yo no voy a estudiar Ciencias Políticas porque yo no estoy en ese contexto en donde puedo conectar con personas que me ayuden a subirme a esos espacios.

3. ¿Era por los prejuicios que no subías a ese nivel?

Sí claro, pero también lo cierto es que para que puedas estar en un espacio tienes que conocer muchos conocidos en el mismo medio. Pero yo no los tenía, nunca los tuve ni los iba tener, porque yo vengo de otro espacio, de tener dos o tres trabajos para solventar mi universidad. Las personas que venimos de esos espacios no es tan fácil que podamos acceder.

Desde la prepa yo ingresé al activismo sin verlo como un ejercicio político. Sino ver la defensa de derechos de situaciones que te atraviesan. Dije: como yo siempre me sentí tan sola y necesito que otras sepan que no están tan solas. Había grupos de internet de mujeres lesbianas y bisexuales pero eran de otras ciudades, dije: como yo estoy tan sola en la ciudad.

Alguna vez organizamos un primer café en donde yo y otras veinte nos dimos cuenta que no estábamos tan solas. Y a partir de ahí fuimos generando más conciencia, algunas fueron mis amigas y yo fui avanzando en la defensa.

Y un día cuando menos lo pensé ya estaba en la defensa de derechos humanos, ya estaba en el feminismo, ya estaba en la lucha. Esto es como un espiral, te va absorbiendo y a partir de que abres los ojos, incorporas a tu vida esta visión de perspectiva de derechos humanos y perspectiva de género ya jamás puedes volver a ver las cosas igual. Dices: íjole ya no puedo ver y una película sin decir “que mal está esto”.

4. Esto de la diversidad impacta mucho en lo psicológico. Decías en tus redes sociales del caso de una chica que llegó a ser discriminada en una Dirección del Municipio (León) por ser lesbiana, que incluso llegó a pensar en el suicidio. ¿Cómo lidiar con eso que sobrepasa cualquier nivel y cómo crear concientización?

Todo el tiempo hemos tenido estas situaciones, por ejemplo, la que yo relataba en Twitter que es una situación que está en progreso. Sin embargo, cada día hay más visibilidad de estas situaciones, como el caso un alumno de una escuela pública de Villas de San Juan que es amenazado de muerte por los padres de su novio, eso fue hace como dos semanas.

Y algunos otros acontecimientos que nos dicen que le demos seguimiento, o que nos piden dar acompañamiento terapeútico, todo está sujeto a cada persona.

5. Los avances en las nuevas generaciones 

Yo creo que hay varios ejes importantes: uno es que la primera marcha no fue hace mucho tiempo, tiene cerca de 13 años en la ciudad de León, que fue la primera del estado. Que surge a cargo de Fidel Negrete, como respuesta a la falta de medicamento y atención para el VIH en la ciudad. Hacen un Congreso y surgen situaciones de discriminación y otras personas de otros estados deciden que van a salir a marchar.

En esta parte creo que sí hemos avanzado… las nuevas generaciones también tienen otra idea. Si ha evolucionado, si ha cambiado, yo tengo haciendo defensa de derecho 11 años y de cuando yo empecé hasta ahora, las personas LGBT ya se toman de la mano en la calle, ya se visibilizan más.

6. Sus anécdotas

El besarte en un espacio público era un terror. Yo recuerdo que a mi primera pareja la dejaba en el camión y decía: chin, si la beso que tal y la golpean. Y claro que no me tocó la época más difícil porque atrás hay épocas más complicadas de otras compañeras, como otra colectiva que desapareció y nadie tiene registro y nadie tiene noción porque justamente había condiciones mucho más adversas.

Ahora ya se habla, a partir de la primera marcha se empezaron a generarse otras marchas. Yo estuve en la primera marcha de Guanajuato capital, en la de Silao. Pero cada vez se habla más.

Las personas que estamos en los cargos públicos somos quienes tenemos la obligación de incorporar a esa parte de la ciudadanía que hemos olvidado y que hemos borrado como si no existiéramos. Parece que no existimos y que no importa lo que necesitamos.

7. ¿Qué novedades hay en junio, el mes del orgullo?

En el tema LGBT yo creo que no ha habido avance en materia legislativa, en materia de programas, no hay. Este mes existimos todo el tiempo, hay muchos conversatorios, muchas charlas, nos invitan a todos lados, hay mucho movimiento sin embargo no hay un impacto real. En la Ley, en los reglamentos, no ha habido.

8. ¿Qué hay del lenguaje incluyente? Hace rato decías “bisexuala”, ¿así se conducen en el Ayuntamiento?

Justo hablar del lenguaje inclusivo implica eso, incluir a todas las personas que han quedado fuera. Cómo se denominan, se perciben, como se nombran, eso no es tu asunto. Tú asunto es contenerlas en esa palabra dentro de la rica diversidad humana.

No creo que sean las personas, es el contexto que no nos faculta, no nos instruye a ser incluyentes. Por ejemplo, nos cuesta mucho como mujeres nombrarnos a nosotras mismas, no decimos ni nosotras, decimos nosotros, cuando estamos en un espacio público.

Creo que eso tiene que ver totalmente con el contexto histórico y con una costumbre de marcar siempre a los varones por encima, porque claro el espacio público es de ellos y el privado de ellas. Desde ahí tenemos que hacer la destrucción de esos prejuicios y juicios, eso es con el paso del tiempo, con escucharlo e implementarlo. Sin embargo, de tanto que lo escuchas ya lo haces, a lo mejor al principio te cae gordo pero luego se da la naturalidad del lenguaje.