Guanajuato.- No digas nada en el teléfono. Puede estar escuchando Zamarripa. Apaga el teléfono mientras hablamos. Puede entrar en operación el software de Zamarripa y grabarlo todo. No digas nada en voz alta. Puede enterarse Zamarripa.
El imaginario colectivo le otorgaba demasiados poderes extraordinarios al ex fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre, capaz de escuchar, grabar y saber todo. A tal grado que se le tenía respeto y cierto miedo.
Muchos de esos poderes eran falsos. Aunque algunos verdaderos. Por ejemplo se decía que Zamarripa controlaba todo en Guanajuato, lo bueno y lo malo. Se decía que podía poner y quitar gobernantes. Y que tenía el respaldo del gobierno de los Estados Unidos, de la DEA, del FBI y de El Yunque. ¿Será cierto?, ¿O era parte de la mitología?
Te podría interesar
Se decía que no obedecía al gobernador en turno. Que se manejaba solo. Que no le contestaba el teléfono a nadie. Y que no se movía ni una hoja de un árbol sin que él se enterara.
Muchas de esas versiones eran historias y mitos ciudadanos. Muchas de esas historias eran falsas y exageradas que se fueron construyendo con los años. Y luego Morena se encargó de alimentar el enigma. Carlos Zamarripa fue el procurador de justicia y el fiscal general durante 15 años, y daba la impresión de que nadie lo movía. Incluso se llegó a decir que llegaría a ser Gobernador de Guanajuato.
Al final, Zamarripa se volvió un objetivo prioritario de Morena. Se convirtió en la bandera para atacar al PAN del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Desde el Palacio Nacional, Zamarripa fue atacado y cuestionado de manera sistemática, hasta que ya fue imposible sostenerlo. Se hizo un villano. Un fiscal carnal. Un funcionario maligno. Responsable de la violencia y de todos los males de Guanajuato.
Así que lo primero que hizo la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo, en su primer día de campaña, fue anunciar la salida de Zamarripa.
Se acabó el mito del hombre poderoso que controlaba Guanajuato. Se fue Zamarripa y nada pasó. Se fue Zamarripa y la Fiscalía opera sin problemas.
¿Entonces qué tanto poder tenía Zamarripa? En realidad su poder era muy limitado. Nunca tuvo el poder para garantizar la seguridad de Guanajuato. Nunca tuvo el poder para apaciguar a los criminales. Ni para bajar el robo de gasolina. Ni para disminuir los asesinatos. Ni para encarcelar a los malos. Entonces su poder era reducido. Carlos Zamarripa jamás tuvo el poder real para cambiar las cosas en Guanajuato.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO