OPINIÓN

Partidos políticos basura

La verdad, no es de extrañar hoy en día, que la inmensa mayoría de ciudadanos simplemente no creen y mucho menos confían, en los partidos políticos en México

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Escrito en GUANAJUATO el

A una semana de las elecciones efectuadas en los estados de Coahuila y Estado de México, con los resultados electorales de todos conocidos y por supuesto, con variados puntos de vista de diversos articulistas y medios de comunicación escritos y electrónicos. El eje central que articula prácticamente todos los análisis políticos, se centra en el abstencionismo, que vistió la jornada electoral en ambas entidades federativas. Prácticamente el 50% del electorado, no salió a votar, absteniéndose de ir a las urnas a ser valer un derecho político constitucional.

El abstencionismo electoral no es nuevo en nuestro país. A lo largo de la historia política y electoral de México, la no participación de ciudadanos que tienen el derecho para ejercer su voto, simplemente no lo hacen. Para muchos politólogos y especialistas en la materia, es una manera valida de participar, no participando. Es una vía de inconformidad social, que “ejercen” expresando su falta de interés política. Esto se debe, a distintas causas muchas veces multifactoriales, sin embargo, la principal es la falta de credibilidad en los partidos.

La verdad, no es de extrañar hoy en día, que la inmensa mayoría de ciudadanos simplemente no creen y mucho menos confían, en los partidos políticos en México. Qué ironía que el Art. 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, señala lo siguiente: “Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática……….” ¿Recuerda usted, estimado lector alguna convocatoria o promoción de algún partido político, promoviendo la participación ciudadana? ¿Invitarnos a concientizarnos de la importancia que significa participar en la vida política y social de nuestro país?

Desde luego, que yo no tengo ningún recuerdo o memoria de un sólo partido en México, que haya tenido el mínimo interés en promocionar la participación ciudadana. Todo se centra, en pedir el voto y claro está, en invertir millones y millones de pesos en propaganda personal de sus candidatos, prometiendo soluciones maravillosas y mágicas a diversos problemas que aquejan a la sociedad, sin nunca decir “como” ni “cuando”.

Todos los partidos políticos en México, sin excepción, solo aparecen y se acuerdan del ciudadano cuando se aproximan elecciones y eso sí, solo para pedir el voto y listo. Cada tres años en las intermedias, asì como cada seis en las elecciones generales para presidente de la nación, los partidos políticos y su nomenclatura se acuerdan del ciudadano. Es ahí en ese momento, donde invierten todo el tiempo e interés en tocar puertas y en ocasiones, casa por casa, para hablar con el ciudadano, con la única intención de pedir el voto y ya.

Jamás escuchamos en boca del candidato o candidata en turno, la preocupación por generar en el individuo, la promoción de la cultura de la participación ciudadana y su involucramiento en la vida de los problemas sociales, económicos y políticos de México. Contamos con auténticos partidos políticos basura, que lo único que les interesa es colocar a sus políticos en posiciones predominantes en puestos de elección, sin escatimar en lo más mínimo de tener una selección profesional, seria, responsable, ética y moral de mujeres y hombres de bien, que puedan representar dignamente al ciudadano.

La corrupción política-electoral ha llegado desde hace mucho tiempo a todos los partidos políticos en México, pero nunca se había visto un desdén y valemadrismo tal, de sus dirigencias en utilizar a la ciudadanía como simples monedas de cambio, para comprar votos por dinero disfrazado de programas sociales o asistenciales. Hemos visto durante estos cuatro años y medio de gobierno de la 4T, la inexistencia de los partidos políticos de oposición, que sólo han negociado impunidad, protección y beneficios personales, a costa de dejar al pueblo sin opciones políticas y en estado de indefensión.

Es la hora de las candidaturas independientes. De candidatos y candidatas de verdad salidos de la sociedad civil, de las entrañas del pueblo y mandar al diablo a los partidos políticos que solo usan y pervierten a la sociedad y sus instituciones.

¿No cree usted?

Dr. Carlos Díaz Abrego