Los panistas deben aprender del caso de José Ángel Córdova y de Eliseo Martínez. Ambos políticos encabezaron movimientos retadores en Guanajuato por ambiciones personales y perdieron todo.
En el 2000, Eliseo Martínez provocó una división en el PAN, y él terminó como candidato del PRI. Fue aplastado en las urnas por el PAN.
En el 2012, José Ángel Córdova provocó una división en el PAN y terminó también como candidato del PRI. Fue aplastado igualmente en las urnas.
Tanto Córdova, como Eliseo, creían que su liderazgo era más importante que el Partido Acción Nacional. Ellos creían que su talento y su capacidad, según ellos, merecía llevarlos a la gubernatura, sin entender lo que necesitaba el partido. Por ambiciones personales, los dos sepultaron sus carreras políticas. Eliseo terminó fuera de la política, sin espacios ni oportunidades para seguir en la lucha democrática. Le ofrecieron una senaduría para que aceptara la candidatura de Juan Carlos Romero Hicks, y le pareció muy poco. No la aceptó y perdió todo.
José Ángel Córdova también cayó en el juego de las vanidades. Pensó que por haber sido Secretario de Salud Federal, merecía ser gobernador, con el apoyo del entonces presidente Felipe Calderón. Pero no fue así. Algunos panistas lo siguieron en la aventura de pelearse contra la estructura del PAN y todos resultaron afectados y relegados. José Ángel Córdova, hoy por hoy, no juega a nada.
Ahora la presidenta de León, Alejandra Gutiérrez, sigue el mismo camino que Córdova y Eliseo. La estructura del PAN ya le pidió que se bajara de la contienda por la gubernatura y ella quiere crear un movimiento azul para rebelarse como Córdova y como Eliseo, porque piensa que ella merece ser gobernadora.
Para sobrevivir en la política, hay que entender el juego de la política, en el momento correcto. En el 2015, Diego Sinhue Rodríguez tuvo que bajarse de sus aspiraciones por la Alcaldía de León, y eso le permitió ser Gobernador de Guanajuato 3 años después. En el 2021, Libia Dennise García fue descartada para la Alcaldía de León (aún cuando tenía muchos seguidores) y tuvo que bajarse para apoyar a Alejandra Gutiérrez. Eso le permitió a Libia Dennise estar en la antesala de la gubernatura.
Hoy más que nunca el PAN necesita unidad para encarar la elección del 2024. La última vez que los panistas se pelearon fue cuando Ricardo Sheffield le entregó la alcaldía de León a Bárbara Botello en el 2012. Pero el espíritu de Eliseo y de Córdova ronda en algunos panistas que están peleando por su rebanada de pastel sin entender que ponen en riesgo el mismo pastel.