Es narcisista y manipulador. Egocéntrico y presuntuoso. Así describen la personalidad de Juan Antonio Linares Delgado, el presunto asesino de Lorena Jacqueline, en León.
El presunto asesino es un conocido senderista en Guanajuato que se suele buscar conexión con la naturaleza, en las montañas del Estado, pero siempre dejó ver cierta inestabilidad emocional y una personalidad compleja.
“Se presentaba como empresario, y no lo era”, dijo una persona que lo conoció. Era ostentoso con lo que tenía y trataba aparentar que era hombre de negocios.
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En la convivencia cotidiana, Juan Antonio tenía una particularidad: se acercarse a las mujeres. Se acercaba a las mujeres para acompañarlas en el senderismo o para convivir fuera de la actividad deportiva. Les pedía sus teléfonos y trataba de estar cerca de ellas para hacerse su amigo.
“Es un narcisista”, dijo una persona que lo conoció. Presumía sobre su pasado en Monex y sobre su educación financiera. Formaba parte del grupo de senderismo llamado De Pata de Perro y hacía viajes a la Sierra de Santa Rosa, al cerro de Culiacán, a Sierra de Lobos, o a la Sierra Gorda de Guanajuato, con trayectos de 15 o 20 kilómetros en las montañas y bosques del Estado.
“Era malévolo”, dijo una persona que lo conoció. “Manejaba un perfil de empresario”.
Juan Antonio Linares no es de León. Él llegó aquí hace unos años, proveniente del Estado de México o de la Ciudad de México. De inmediato se inscribió en un club de senderismo y comenzó a convivir con personas de León.
Su profesión es Licenciado en Administración de Empresas. Estudió en la Universidad del Valle de México. Egresó en el 2009. Trabajó en el grupo financiero Monex y sabía algo sobre el manejo de fondos de inversión y sobre asesoría financiera. En León inició un negocio de comida llamado Wake Up People, despierta tu antojo, cuyo logotipo era un relojito corriendo. En noviembre del año pasado todavía andaba en busca de un chef para la cocina, según su perfil de Facebook. La empresa usaba unos carritos naranjas para repartir comida a domicilio por el norte de la ciudad. Ahí trabajaba Lorena Jacqueline.
La joven Lorena entró a trabajar a esa empresa de comida rápida, y ahí conoció a Juan Antonio Linares. Hay quienes afirman que Lorena mantenía una relación afectiva con Juan Antonio, pero no está claro, solo se conoce con certeza que sí trabajaba con él.
El negocio Wake Up People no iba muy bien, así que Juan Antonio comenzó a tener problemas económicos, por lo que había personas que le reclamaban el pago de préstamos.
En realidad sus compañeros dudaban de dónde venían sus ingresos, debido a que no tenía un trabajo estable, ni una empresa consolidada. De hecho uno de sus carritos para repartir comida en casas apareció en venta en una página de comercio.
Por lo mismo Lorena Jacqueline se quedó sin empleo. El día en que ella desapareció había salido de su casa para buscar un trabajo. Ella no regresó.
La familia de Lorena Jacqueline la estuvo buscando durante 12 días sin encontrarla, hasta que activaron el localizador del teléfono celular y se dieron cuenta que el teléfono estaba en la casa de su ex jefe y amigo Juan Antonio, el senderista. Una tía de Lorena Jacqueline encaró al presunto agresor y le preguntó por su sobrina, entonces los vecinos comenzaron a buscar en las cámaras de video vigilancia y encontra una escena aterradora: Juan Antonio había sido grabado con un bulto en un sleeping con la forma de una persona, ingresando a su casa. Eso alertó a los familiares y a las autoridades.
La Fiscalía General del Estado giró una orden de aprehensión en su contra y fue capturado. El cadáver de Lorena Jacqueline fue encontra en un terreno de San Felipe, justo en la zona donde los senderistas hacen camping.