PÁJAROS EN LEÓN

Un gorrión se mudó a vivir a un edificio de oficinas

Cambió por un tiempo la naturaleza y el vuelo entre los árboles para vivir dentro de un edificio entre los humanos

Escrito en GUANAJUATO el

León-.  Un gorrión dejó las ramas de los árboles, dejó el cobijo del follaje de las copas y ahora vive en un edificio de oficinas entre tubos metálicos y el cableado, una casa rodeada de concreto y ventanales en los que resaltan los montes de la sierra de Lobos.

Una mañana el gorrión entró volando por la puerta, confundido, buscaba alimento (¿Quizá atraído por los insectos?), así se quedó dentro de una de las oficinas del edificio de la Plaza Stadium. Se mudó por un tiempo, nadie se explica cómo pudo llegar hasta allí ¿Cómo pudo atravesar varias puertas de cristal hacia la planta alta? Aunque en realidad ya no pudo encontrar la salida hacia afuera para volver a ser libre.

Se quedó a vivir dentro de una sala amplia, aleteaba poco, y cuando se cansaba posaba sus patas sobre los tubos, bajaba poco,  En cualquier oportunidad y, si es que no sentía peligro, buscaba migajas de entre las computadoras de los oficinistas, cuando no, buscaba el sustento en los insectos muertos que encontraba en el techo: moscas y mosquitos.

El gorrión que entró a vivir a un edificio de León  y que quedó atrapado tiene diferentes nombres en el país: Rascador Viejita, Viejita, Pájara vieja Ilamatototl
 y Metola

El ave (Melozone fusca) que entró a las oficinas es un gorrión de cuerpo rojizo, de alas negras, que en Guanajuato es conocido con el nombre de ‘pájaro vieja’ que es traducción del nombre náhuatl y es prehispánico. Es una especie que prefiere los pastizales desérticos, vive libremente en los bosques y matorrales de León y en toda América del Norte, pero esta vez se adentró a un gran edificio buscando comida o confundido por la gran cantidad de ventanales que reflejan el azul de cielo.

Por un tiempo dejó sus hábitos y vivió por poco tiempo en un hogar que no era el suyo, entró para solo encontrar cables y tubos de aire acondicionado. Encontró un techo oscuro, y un aire que ya no era natural sino superficial. Después no se supo más del pájaro.