León.- Los graffiteros en León utilizan todo tipo de espacios para dar rienda suelta a lo que consideran “arte urbano”, que, en la mayoría de los casos termina en actos vandálicos, dando mal aspecto a fachadas de viviendas, edificios históricos, muros que delimitan propiedades, postes de concreto y otros espacios, labor que realizan sobre todo por las noches para evitar ser sorprendidos por las autoridades.
Esta labor clandestina se puede ver por todos los rumbos de la ciudad, con rayones en los que estos “artistas” se convierten en expertos en darle una mala imagen a la ciudad, pintando todo tipo de mensajes o con el nombre del barrio o colonia a los que pertenecen.
Aunque hay un graffiti que llama actualmente mucho la atención, sobre todo porque se encuentra en el Distribuidor Vial Juan Pablo II, justo en la entrada por la que los automovilistas llegan a la ciudad por el bulevar Aeropuerto, el cual causó daños a un espectacular que se encuentra a una altura de alrededor de 70 metros, muy cerca del centro comercial Altacia.
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Lo anterior es una muestra de la falta de cultura y educación, además de que demuestra que para los graffiteros no hay barreras, pues no se puede imaginar cómo le hicieron los vándalos para escalar esa altura, con un ascenso de alto riesgo y sin ser detectados por alguna autoridad.
El anuncio tiene escrito un mensaje para que los conductores utilicen el cinturón de seguridad, aunque ahora sobresalen dos palabras irreconocibles que propiamente llaman más la atención que la advertencia para evitar riesgos.
De los males el menor, junto al espectacular hay una señalética que indica la desviación hacia Lagos de Moreno por el bulevar José María Morelos, el cual se encuentra a una altura mucho menor que el espectacular afectado, mismo que tal vez al o los graffiteros les faltó tiempo o espacio para pintarrajearlo.
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