León.- Acababan de incendiar las puertas de la Presidencia y las ventanas, ya habían roto los cristales y ahora solo les quedaba quemar los carteles cuando un grupo de bomberos integrado por 3 personas les lanzó agua, en un acto de represión, a las manifestantes feministas que les reprochaban su intervención.
Alrededor de las 8:40 de la noche, las compañeras feministas del Bloque Negro (grupo feminista dedicado especialmente a la intervención de monumentos y edificios para su re significación a través de la pintura) comenzaron a golpear los cristales del edificio de Presidencia Municipal de León con el fin de romperlos.
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En menos de 15 minutos lograron hacerlo, pero no conformes y aun molestas, acudieron al fuego. Sacaron un artefacto similar a una pistola de fuego e incendiaron un palo con ella y, a su vez, con él, prendieron fuego a los carteles pegados en la fachada.
No les tomó mucho tiempo y en alrededor de 10 minutos los marcos de madera de las ventanas y la puerta del mismo material comenzó a arder. Desde adentro, los bomberos aventaron agua hacia la puerta y lograron apaciguar el fuego, pero las compañeras continuaron su protesta.
A los bomberos que estaban afuera les recriminaron su intervención. Cuestionaron su actuar en un evento así y los encararon, lo que provocó la molestia de los elementos quienes respondieron con un manguerazo.
Las llenaron de agua, pero no extinguieron su molestía ni las detuvieron. Siguieron increpándolos hasta que disminuyeron el chorro. Cuando acabaron de apagar el fuego se retiraron y ellas también se movieron a otro punto de la Plaza Principal.
Cerca del tendedero, donde está el Jardín Principal, encendieron una fogata que rodearon más de 50 mujeres. Para este punto de la noche, las 21:00, ya solo quedaban algunos transeúntes curiosos que se asomaban a ver el incendio, los muros pintados y lo que restaba de la protesta.
Quema divide manifestantes
Desde las 7:40 que las chicas del Bloque Negro comenzaron a intentar romper los vidrios, las posturas entre las distintas corrientes feministas que integraban la marcha dividieron a las manifestantes.
Las colectivas que convocaron, Felinas y Demonias, pidieron a las compañeras del Bloque Negro detenerse por la seguridad de las participantes. Explicaron que, ante la llegada de la policía, muchas correrían, lo que podría poner en riesgo a las madres embarazadas, niñas y mujeres discapacitadas dentro de la marcha.
La petición anterior fue atendida un momento, pero no duró mucho, pues continuaron los actos hasta incendiar la fachada. Esto provocó que algunas manifestantes se retiraran no solo por temor a represalias, sino por la molestia que el gas lanzado por las chicas generó en sus ojos y gargantas.