León.- La mayoría de los productos gastronómicos que llegan al Festival de Verano 2022 en León son de mucha tradición.
Los ciudadanos saben esto: "Solo se comen una vez al año, aunque ahora ya son dos".
"De lo que más disfruto al venir aquí es comer gorditas tarascas", expresó uno de los compradores del negocio.
Además de las gorditas tarascas, están los huaraches, las guacamayas, los tacos al pastor, los camarones embarazados
Muchos de los comerciantes vienen de diferentes estados de la República: ofrecen tacos de guisado y huaraches.
"Pásele", "¿Qué le ofrecemos?", "Pruébele", son algunas de las frases que se escuchan en el pasillo de los puestos de comida.
Los burritos y los elotes no pueden faltar. los tacos de tripa y las alitas, además de las papas a la francesa también están presentes.
"Muchas cosas de las que te encuentras aquí no te las encuentras en la calle durante el resto del año", expresó Guadalupe.
También hay espacio para los postres: desde la fruta picada, hasta las manzanas con caramelo, los algodones de azúcar, y las gorditas de nata se exhiben.
Vianey comentó que a pesar de que la afluencia se ha dado ven aún más afluencia en las feria que se llevan a cabo los meses de enero.
Explicó que su familia tiene más de 30 años asistiendo a esta clase de eventos en León, además de otras ciudades del país.
Consideró que se esfuerzan para siempre estar a la altura de las personas que visitan los eventos, aunque en este caso, como Festival de Verano, apenas se está dando a conocer en esta ciudad.
"Está empezando el Festival de Verano, y no es lo mismo, pero poco a poco va a ir creciendo. Hay un poco menos de gente que la de enero, pero sí hay", comentó.
"Ahorita no hay muchos grupos musicales, por ejemplo, no hay palenque ni tampoco hay velaria. Creo que más en fines de semana hay más gente. Nosotros venimos todos los años, mis papás vienen desde que yo era niña, y por eso sabemos que en enero es buena la asistencia".
El Festival abre sus puertas a la una de la tardes, y la gente llega poco a poco. Los primeros pasan precisamente a buscar qué comer al pasillo de los negocios de alimentos.
Por la tarde la afluencia crece, y así, hasta que llega la noche y la sensación por abordar los juegos mecánicos.
KD