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Ingeniero ucraniano en León quisiera un arma para ir a defender a su país

Max envía dinero a sus familiares que viven en Ucrania, recursos con los que compran cascos para los soldados y para la milicia civil que enfrentan a los rusos

Escrito en GUANAJUATO el

León.- Max es uno de los cinco ucranianos que viven en León y que quisiera regresar a su nación para tomar un arma y defenderla contra la invasión rusa.

El hombre de 38 años, trabaja como ingeniero en el sector calzado de León, donde llegó apenas hace tres años a radicar, debido a que se casó con una mujer leonesa.

“Sí me dan ganas de tomar un arma y defender a mi país, no tengo hijos en León, mi esposa mexicana no quiere que me vaya, no sé cómo voy a arreglar la situación con mi esposa, pero allá no hay necesidad en mi pueblo, pero van a atacar más la capital”.

El ucraniano nunca imaginó que el destino le pondría una prueba tan difícil, pues toda su familia y amigos están atrapados en Ucrania en medio de los ataques con armamento pesado de Rusia.

Max apoya con envíos de dinero a sus familiares en Ucrania, recursos que sirven para comprar cascos para los soldados del Ejército y para la milicia civil que está formando su gobierno para defender hasta con los dientes la libertad de su patria, pues no desean ser parte de Rusia.

El Ejército necesita nuestro apoyo, lo mismo que la población civil, necesitan apoyos, la milicia no tiene armas suficientes para combatir a Rusia, los primeros días ya se dieron todas las armas a los ciudadanos, sólo esperamos que los países europeos nos apoyen con armas.

“Tengo aquí más de tres años, tengo una esposa mexicana y vivo aquí en León, tengo ganas de irme a mi país a pelear, no sé cómo termine la guerra, sé que no hay aviones, los aeropuertos están siendo atacados, hasta el momento la situación es normal en mi pueblo, hablo a diario con mis amigos, ninguna ciudad grande está capturada, ellos querían capturar todo el país”.

Sobre la capital de Ucrania, Kiev, dijo que en la ciudad de tres millones de habitantes muchos hombres civiles están armados y aseguró que no van a entregar su libertad.

“Kiev no va a caer, es una ciudad muy fuerte, allí están muchos militares y la milicia, la pelea está afuera de la capital, en las orillas, mi familia vive en un pueblito, los militares ya vienen y se quedaron puras mujeres con niños, los militares rusos no tienen interés en los pueblos chiquitos”

Max señala que sólo hay cinco hombres ucranianos en todo Guanajuato, y que son más las mujeres ucranianas las que se casan con mexicanos. “Soy ingeniero de la piel para el calzado, los ucranianos tradicionalmente gustan de venir a vivir a Cancún, Los Cabos, aquí me quedé por la industria del calzado”.

El ingeniero nunca ha manejado un arma y explica que actualmente hay mujeres que tuvieron que empezar a enseñarse a disparar para defender el país.

“Ahorita en dos días tienen que aprender a manejar un arma, la gente está defendiendo sus casas, la pelea no está en la capital, vienen los rusos avanzando por los pueblos, allí está la resistencia, por eso no han podido llegar a las ciudades grandes, la pelea está en los pueblos chicos”.

El ingeniero no ha sido llamado a enlistarse por parte del gobierno de Ucrania, sin embargo, lamentó que a pesar de que existen millones de hombres dispuestos a pelear contra los rusos para mantener la libertad de su país, lo que necesitan son armas para defenderse.

Max estuvo presente en la marcha del pasado domingo, desde el Arco de la Calzada hasta el Palacio Municipal, en la cual se manifestaron de forma pacífica cerca de cien personas, entre ciudadanos ucranianos y sus familias mexicanas.

JP