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Creman cuerpo de San Juana sin autorización y les entregan el de otra mujer

La voluntad de la madre de Lucy no se cumplió tras el error de una funeraria de León que ahora demanda. El hecho ocurrió el 16 de febrero en la T-21 del IMSS

Escrito en GUANAJUATO el

León-.  El cuerpo de San Juana Pacheco, de 72 años, fue cremado sin la autorización de sus familiares el pasado 16 de febrero. Sus parientes recibieron el cuerpo de otra mujer, no se despidieron de su madre. Ahora viven en medio de una lucha legal contra la funeraria San Rafael.

Lucy Pacheco, hija de la víctima, cuenta a La Silla Rota que para su familia fue muy doloroso ver como cremaron el cuerpo de su madre cuando su voluntad en vida era ser sepultada en tierra.

El 16 de febrero San Juana Pacheco falleció a causa de un choque séptico en el corazón a las 10:15 a.m., en la clínica T-21 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, el personal médico les dijo a los familiares que la mujer había muerto de neumonía a causa del covid-19, pero Lucy asegura que la prueba que le realizaron salió negativa.

Clínica T-21 del IMSS en León (Foto: Google Maps)

Luego de discutir el tema, y no ver respuesta, finalmente tuvieron que resignarse a recibir el certificado de defunción en el que atribuyeron su causa de muerte al coronavirus. Una de las razones por las que algunos familiares deciden cremar los cuerpos en lugar de velarlos y sepultarlos.  

Este no era el caso, la familia de San Juana contrató el servicio de la funeraria San Judas Tadeo para sepultarla.

Una vez que hicieron la documentación, el proceso necesario para sustraer el cuerpo del hospital, Lucy pidió ver el cuerpo de su mamá por última vez. En ese momento uno de los trabajadores abrió el cajón y ven sorpresivamente que la mujer que estaba ahí no era su madre.  

"Pedimos a la funeraria nos deje ver el cuerpo para verla por última vez, incluso el cuerpo ya estaba embalsamado (...) Y cuando vemos el cuerpo dice uno de mis hermanos: no es mi mamá".

"El cuerpo era de una señora mucho las grande que mi mamá (...)", detalla Lucy.

San Juana Pacheco murió a los 72 años el pasado 16 de febrero(Foto: Cortesía)

LA DOLOROSA BÚSQUEDA DEL CUERPO

La familia no encontraba respuesta y comenzaron a desesperarse, no sabían dónde estaba el cuerpo de su mamá. A pesar de que ya habían pasado unas horas de su fallecimiento, y que el cuerpo podría sufrir cambios, Lucy identificaba perfectamente a su mamá y sabía que no era ella la de la caja mortuoria.

Detalla que el proceso de sustracción de ese cuerpo fue "súper rápido, hasta parece que llevaban prisa", dijo para referirse a la atención con la que procesan a los fallecidos en la clínica T-21.

El personal de la funeraria rápidamente se movilizó al hospital público para preguntar dónde estaba el cuerpo de la víctima.

"Ya no hay cuerpos en el hospital" les dijo el personal de la clínica.

Entre el caos y la preocupación, los familiares de San Juana ni siquiera podían vivir su luto en paz.

"Bajamos al congelador, dónde tienen la morgue (...) Y ya no había más cuerpos. A mi mamá la entregaron mucho más temprano, subimos a dónde están los guardias y nos dicen que sacaron cuatro cuerpos: un hombre y tres mujeres".

 

Imagen ilustrativa del personal médico en la clínica 47 del IMSS (Foto: Archivo / La Silla Rota)

LLEGAN A SAN RAFAEL

Ahí se dieron cuenta que solos dos funerarias sustrajeron cuerpos: San Judas Tadeo y San Rafael, esta última fue la que se llevó los restos de su madre, de acuerdo con una guardia de la T-21.

La familia se trasladó a la funeraria San Rafael y vieron que estaban cremando el cuerpo de una persona. "Eso era lo que más nos preocupaba, que fuera mi mamá", cuenta Lucy.

Los funerarios y los familiares de San Juana preguntaron a los parientes que estaban ahí que si reconocían el cuerpo de la mujer que estaba en el ataúd, ellos contestaron que no, que a su pariente la estaban cremando.

Luego solicitaron a la funeraria una fotografía de la mujer que estaban velando en las instalaciones.

“Entro a ver el cuerpo de la persona que estaban velando y nada que ver con mi mamá. No era mi mamá”, dice Lucy, quien recuerda cada cicatriz y lunar de su madre, por este motivo no reconoció el cuerpo.

A SU MADRE YA LA ESTABAN CREMANDO  

Minutos después los familiares de la mujer del ataúd pasaron a identificarla a la carrosa en la que la trasladaban. “Cuando les abren el ataúd dicen es mi abuelita (….) empezaron a decir que era familiar de ellos y yo dije: ¿y mi mamá? Pues a ella ya la estaban cremando”.

Lucy reclamó al personal de la funeraria San Rafael por qué estaban cremando el cuerpo de su madre. Explica que además de la autorización de los familiares, los trabajadores funerarios deben contar con dos permisos para incinerar: el del Centro de Salud y el del Registro Civil.

El artículo 63 de la Ley General de Salud de Control Sanitario dice que “la inhumación o incineración de cadáveres sólo podrá realizarse con la autorización del encargado o Juez del Registro Civil que corresponda, quien se asegurará del fallecimiento y sus causas, y exigirá la presentación del certificado de defunción”.

Los funerarios argumentaron que un abogado del Registro les dio el permiso vía telefónica, pero este lo negó en las declaraciones.

La funeraria San Rafael se ubica en la colonia Flores Magón, y funciona como cooperativa  (Foto: Google Maps)

¿DÓNDE ESTUVO EL ERROR?

De acuerdo con Lucy, los trabajadores funerarios se equivocaron en el orden de la documentación de los cuerpos; intercambiaron las hojas con los nombres y datos de ambas fallecidas. Asegura que trabajan muy rápido, sin cerciorarse de hacer todo en orden, pues se trata de un servicio económico y básico.

La funeraria San Rafael, ubicada en Flores Magón, trabajan como una cooperativa: las personas de bajos recursos se inscriben y pagan semanalmente una cantidad para ocupar el servicio en su momento.

Por la austeridad del servicio, la funeraria es señalada de trabajar sin orden, resalta Lucy.

“El cuerpo de mi mamá tenía dos hojas: el de la señora y el de mi mamá. Entonces hacen lo mismo: le bajan el cierre (al cuerpo) y dicen “es fulana de tal”, suben el cierre y los de la funeraria agarran una hoja con el nombre de mi mamá y se lo ponen a la otra señora”.

“Son errores, negligencias, la funeraria no debió haber cremado a mi mamá sin ningún permiso”.

La autorización con los familiares para cremar el cuerpo también se hace vía telefónica, sin constar físicamente que se trate de la persona adecuada.

Bajo el número de investigación 17730, la familia de Lucy interpuso una denuncia ante el MP por la cremación del cuerpo de su madre (Foto: Cortesía)

CREMACIÓN CLANDESTINA

La familia de Lucy interpuso una demanda ante el Ministerio Público el 17 de febrero con el No. de carpeta 17730  y el folio 32877. En esta se ven involucrados la funeraria San Rafael y el personal del IMSS, por lo que calificaron los abogados como una “cremación clandestina”, pues el licenciado del Registro Civil señalado por la funeraria, negó haber dado ese permiso a San Rafael, incluso comparecerá ante el MP en los próximos días.

Mientras, “la funeraria se lava las manos, ellos dicen que están en lo correcto”, dice Lucy, quien tiene un declaración pendiente y quiere evitar que otras personas vivan su situación.

“Realmente yo lo que quiero es justicia contra quien resulte responsable (…) y que no hagan lo mismo con otras personas porque es el peor dolor en la vida que puede tener uno como ser humano, perder a una madre, que era para nosotros nuestro pilar”.

Las cenizas de San Juana Pacheco fueron entregadas el 17 de febrero, a pesar de que su voluntad era ser sepultada en el Panteón Jardines del Tiempo, en la colonia Delta.

“Mi mamá decía que el día que falleciera no quería se cremada (…) ella era mucho de la creencia de que venimos de la tierra, del cementerio, del campo santo. Incluso ella compró en los noventas un terreno en Jardines del Tiempo de Delta, porque decía que el día que ella falleciera quería estar en tierra, y mira, el terreno está vacío”.

IMSS YA PARTICIPA EN LA INVESTIGACIÓN

En un comunicado el Hospital General de Zona No. 21 del IMSS informó este 23 de febrero que se dará seguimiento al caso del que ya existe una denuncia formal. 

"El Instituto cooperará con los requerimientos que la autoridad competente solicite, para aclarar los hechos. Las autoridades emitirán la resolución al respecto". 

Afirmaron que revisarán los procesos dentro del Instituto para reforzarlos.