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Los Españoles: camino al exterminio

Los homicidios están acabando con los integrantes de la peligrosa pandilla

Escrito en GUANAJUATO el

León.- Durante años, la pandilla de Los Españoles ha sembrado el terror en la colonia Lomas de Echeveste. Comenzaron asaltando transeúntes, primero con tijeras, luego con machetes. Fueron “creciendo” y pasaron al atraco a repartidores que surtían en la colonia; el del gas, el de Coca-Cola, el de Bimbo… Ya las armas blancas quedaron atrás y por lo regular traen pistola.

Casi todos sus integrantes han caído a la cárcel por diversos motivos, desde robo a mano armada, pasando por lesiones hasta homicidio y posesión de drogas. Pero han ido sembrando enemistades, lo que les ha costado varias bajas que siguen acumulándose.

EN LO MÁS LEJOS

A mediados de los años 80, el crecimiento urbano apuntó hacia el norte. Decir “Echeveste” ya era lejos, pero todavía faltaba Lomas de Echeveste. Ya quedaba del otro lado de lo que era el Libramiento Norte, hoy Morelos, que marcaba los límites de la zona urbana.

Por lo poco poblado de la zona, su vasto arbolado y su cercanía con la sierra y con las presas del Palote y de Ibarrilla, era un área donde el frío predominaba. Por su cercanía con el zoológico sus calles fueron bautizadas con nombres de animales.

La vivienda consiste en multifamiliares, fincados a partir de la avenida Puma. Era vivienda relativamente “económica”, así que familias de diversos orígenes llegaron a vivir ahí. La escasa vigilancia policiaca convirtió aquello prácticamente en una oportunidad para que los ladrones comenzaran a hacer de las suyas; además, estaban prácticamente en despoblado.

LOS PANDILLEROS

Al principio les decían “los macheteros”. No era el nombre de la banda, pero el arma que usaban sus integrantes dio a conocer a la gavilla. Después ellos se autonombraron “Los Españoles”. Diversificaron y entre ellos se repartieron los distintos giros: asalto a repartidores, robos domiciliarios, venta de drogas, robo a transeúntes en el bulevar Ibarrilla… y extendieron el radio de acción, cometiendo robos a ciclistas en el bulevar Las Torres. Contra estos últimos la costumbre es el exceso de violencia, pues además de apoderarse de las bicicletas, hieren a las víctimas.

SIEMBRAN TERROR, COSECHAN VENGANZA

Ninguno de los miembros de la banda respeta ni a los vecinos. Como se sienten respaldados al ser unos 50 maleantes, poco les importa que los identifiquen cometiendo tropelías.

De hecho, los colonos se muestran temerosos a hablar de la banda que domina las calles. “Pues sí nos afectan, pero qué puede hacer uno”, dice un repartidor de pan, a quien ya le han robado dinero, su teléfono y hasta mercancía. Lo que hace es que va lo más temprano posible a dejar su producto y sale muy rápido de la colonia.

AFECTARON INTERESES

Las víctimas de asaltos han sido personas indefensas que se quedan con el coraje y sin sus pertenencias, pero Los Españoles han tocado otros intereses, al entrar en el narcomenudeo y tratar de extender ese comercio a zonas aledañas.

Ese es presuntamente el origen de los atentados que esa pandilla ha sufrido. El más sonado, que se mantiene vivo en la memoria de Lomas de Echeveste, fue el perpetrado el 10 de abril de 2020. Varios de los pandilleros estaban reunidos en la esquina de Armadillo y Leopardo, cuando pasaron sicarios en un auto gris y les dispararon sin detener la marcha de la unidad.

Murieron cuatro de los miembros del grupo: el Tilingas, el Torti, el Tortita y el Calcetín. Esos eran sus apodos. Un quinto individuo quedó lesionado.

Una de las primeras bajas de Los Españoles fue la del Chore, asesinado el 4 de septiembre de 2019 en la esquina de Alce y Bisonte. Era un temido maleante que entraba y salía de la cárcel, lo mismo por faltas como orinar en la calle, como por los delitos de asalto a mano armada, ya fuera con pistola, machete o tijeras.

El pasado 24 de marzo, desde una Hummer le dispararon a Everardo “el Penas”, quien caminaba sobre la calle Alce, casi esquina con Cigüeña.

El Guadas, otro “español”, fue asesinado cerca de la medianoche del pasado 3 de junio en la esquina de Andador Camello y Elefante. También tenía cuentas pendientes y había cometido múltiples atracos.

Y el más reciente ataque contra un miembro de la pandilla fue el pasado martes, poco después de las 10 de la noche. Víctor Manuel, de 34 años, fue baleado en abdomen, tórax y en un brazo en el bulevar Puma esquina con Foca. No murió, pero está gravemente herido y hasta ahora sigue hospitalizado.

cv/sp