León.- El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) nuevos en Guanajuato, Arturo González declaró que instalar una planta de microcomponentes en el Estado podría representar una inversión de 10 mil millones de dólares.
Reconoció que ante las complicaciones internacionales, se ve muy difícil que México pueda producir microcomponentes para el mercado de Norteamérica.
Explicó que una planta de dicha magnitud tardaría más de 7 años en empezar a maquilar los microcomponentes, sin embargo, consideró que el país necesita empezar a buscar este tipo de inversiones tras la división que se está presentando en el comercio internacional.
Esta semana la planta maquiladora japonesa de Mazda en Salamanca, paró sus actividades por varios días debido al desabasto de microcomponentes, mismo que continuará presentándose durante todo el 2022 ante los problemas internacionales.
Asimismo, en el 2021, las armadoras instaladas en el Estado como Honda y Toyota en Celaya, y General Motors en Silao, también tuvieron varios paros ante el desabasto de microcomponentes.
“La inversión es muy pesada, se requieren más de 10 mil millones de dólares como mínimo, hemos visto inversiones en Estados Unidos inversiones de más de 12 mil millones de dólares para instalar una empresa de microcomponentes, su proceso de maduración tardaría entre 7 u 8 años”.
Una vez puesta en marcha la planta creadora de microcomponentes, señaló que sería una empresa totalmente mecanizada, “no implica tantos trabajadores en las fábricas, son muy automatizadas, especializadas, y hoy en día en México no tenemos ingenieros suficientes en el Estado para solventar esta demanda de mano de obra”.
Explicó que el mercado de Estados Unidos ya se dio cuenta que no puede depender del mercado de Asia, por lo que busca maquilar sus propios microcomponentes.
“Estados Unidos ya tiene una empresa de microcomponentes para no depender tanto de Asia, y ahora en espera de que el problema en Rusia y Ucrania no implique un mayor retraso en la entrega de microcomponentes que requiere la industria para seguir produciendo.
Arturo González añadió que el cierre de las relaciones comerciales de empresas como Ford y General Motors en el mercado de Rusia, podría beneficiar a naciones como México tanto para que haya más microcomponentes, como vehículos completos.
“Sería una oportunidad para México levantar la mano y ser más amigable con la inversión extranjera y con la inversión nacional para la instalación de empresas automotrices, y otras que son las proveedoras de la industria”, concluyó.
JP