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Así el Cártel Jalisco marcó su territorio en León

En Colinas de Santa Julia, integrantes de la célula pusieron sus iniciales, junto a imágenes religiosas. En febrero, se cumplen 11 años de la llegada del cártel

Escrito en GUANAJUATO el

León-. “Guerreros C.J.NG.”, así dicen las letras rojas que se leen una casa de la calle Colina del Pirul, en la colonia Colinas de Santa Julia. Ahí, el Cártel Jalisco Nueva Generación, marcó su territorio en el 2018, cuando la célula llevaba siete años operando en Guanajuato, peleando el territorio con el Cártel de Santa Rosa de Lima.

En una casa color beige, en la que hay dos estatuas de la Virgen de Guadalupe y de San Judas Tadeo, integrantes del cártel aprovecharon la barda limpia para marcar sus iniciales, y también la palabra “Guerreros”.

Calle Colina del Pirul, en Colinas de Santa Julia, León (Foto: La Silla Rota)

Vecinos comentaron que probablemente adolescentes que entraron a las filas de la organización, serían quienes pintaron la barda, causando temor entre quienes viven por ahí. Pues además de las siglas del cártel se lee una numeración, que podría ser una clave entre los delincuentes: “16AB62B190”.

En la parte alta de la casa imparten clases marciales. El inmueble está cercano al bulevar Paseo de Jerez y a un terreno baldío, en la zona sur de León. 

La barda fue pintada a siete años de la llegada del cártel, en el 2018 la célula de "El Mencho" ya se había extendido por León y Guanajuato. 

Este letrero dio de que hablar en la colonia, vecinos empezaron a cuestionarse, pensando que el Cártel Jalisco estaba cerca de sus familias. Días después el dueño de la vivienda borró las letras, pero este suceso ocurría en medio de una guerra por el territorio entre la célula de “El Mencho”, y la que en ese entonces lideraba “El Marro”, el Cártel de Santa Rosa de Lima.

  

En Colinas de Santa Julia es común ver bardas pintadas con temáticas religiosas (Foto: La Silla Rota)

CÁRTEL JALISCO, 11 AÑOS PLANTADOS EN GUANAJUATO

En febrero del 2022, se cumplen 11 años desde que llegó el Cártel de Jalisco a Guanajuato. El asesinato de un leonés marcó el inicio de un “poderío” que se expandiría por municipios como León, Celaya, e Irapuato.

La primera víctima del CJNG en el estado fue Antonio Férez Harp alias “El Comander”, un empresario leonés que les debía dinero. El 6 de febrero de 2011, sicarios lo asesinaron en un restaurante ubicado en la colonia Haciendas El Rosario.

Los tres acusados recibieron 5 mil dólares por matar al empresario, coincidieron las declaraciones de Rubén Mustafat Pérez ‘El Mustafá’, ‘Fersino’ o ‘El Chino’; Gustavo Alberto López Martínez, ‘El Corto’, ‘El Chaparro’ o ‘El Enano’; Otman Alejandro Ávila Lucatero, ‘El Pelón’ o ‘El Alex’, los tres residentes de Guadalajara; dos de ellos fueron excomandantes de Seguridad Pública de Guadalajara.

Fachada actual en Colinas de Santa Julia, en León (Foto: Google Maps)

El entonces procurador Carlos Zamarripa confirmó dos días después del homicidio, la llegada del Cártel Jalisco a Guanajuato.

La deuda de un empresario con la organización criminal trazó una ruta criminal desde el 2011. A 11 años de su aparición en el estado, la barda ya no tiene las iniciales del Cártel Jalisco, pero autoridades estatales han reconocido públicamente que esta célula opera en León.

En lo que va de enero del 2022, León suma 34 homicidios dolosos. El secretario de Seguridad Pública Mario Bravo dijo en un informe reciente que el 98% de los asesinatos en la ciudad están relacionados con el consumo de drogas, y el 2% con violencia familiar o robo.

Zonas aledañas a la casa pintada (Foto: La Silla Rota)

La célula rival del Cártel Jalisco Nueva Generación es el Cártel de Santa Rosa de Lima, de acuerdo con las autoridades.  Este último “debilitado” con la captura de su líder José Antonio Yépez Ortiz “El Marro”, en agosto del 2020. Quien ya fue sentenciado a 60 años por el delito de secuestro de una empresaria, y tiene pendientes dos procesos por delincuencia organizada y robo de combustible. Su contrincante, Nemesio Oseguera “El Mencho”, sigue prófugo, la DEA ofrece por él una recompensa de 10 millones de dólares.

IO