Con 91.01 por ciento de las actas computadas, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) gana los 18 distritos electorales en Hidalgo y desplaza al Partido Revolucionario Institucional (PRI) como la primera fuerza en el Congreso local, posición que mantuvo durante 53 legislaturas.
De las 18 posiciones de mayoría relativa, ocho corresponden al Grupo Universidad, que controla desde hace tres décadas la Autónoma del Estado de Hidalgo a través del expriista Gerardo Sosa Castelán. Esta organización, documentó el periodista Miguel Ángel Granados Chapa en su libro Constancia Hidalguense (Grijalbo, 1999), nació con el apoyo del exgobernador Jorge Rojo Lugo, quien, desde la década de 1980, utilizó a jóvenes estudiantes como instrumento de choque.
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El PRI, que en los comicios de 2016 obtuvo la representación de 12 distritos –cuatro en coalición con el Partido Verde y Nueva Alianza– no consiguió triunfo en las urnas, con base en el cómputo del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP); mientras que Acción Nacional, que ganó cinco hace dos años, fue relegado a la tercera fuerza, con 10.29 por ciento de las preferencias, contra 44.65 por ciento de Morena y 19.11 por ciento del Revolucionario Institucional (PRI).
El último sitio lo ocupa, hasta el corte de la 1:00 pm, Movimiento Ciudadano –con 1.75 por ciento–partido que era administrado por los hermanos Gerardo y Damián Sosa –este último como presidente– hasta febrero pasado, cuando renunciaron para incorporarse al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador.
En tanto, el PRD, que tiene dos posiciones en el Legislativo estatal tras la renuncia de Simey Olvera Bautista –virtual diputada federal por el distrito de Actopan, según el PREP–, sólo consiguió 32 mil 689 de un millón 215 mil 680 sufragios válidos, lo cual lo relega al lugar ocho de nueve, con 2.68 por ciento de las votaciones.
Los distritos XVIII, de Tepeapulco, y XVII, de Villas del Álamo, cuyos virtuales ganadores son Jorge Mayorga Olvera, líder del Consejo Estudiantil Universitario, y Roxana Montealegre Salvador, quien fungía como directora de Vinculación de Egresados de la UAEH, son parte de las posiciones del Grupo Sosa Castelán, así como los distritos de XIII y XII, de Pachuca, que corresponden a Humberto Veras Godoy, exrector de la institución, y Corina Martínez García, exdirectora de Fomento a la Lectura de la casa de estudios.
El origen de este grupo, antes brazo político del PRI, es la extinta Federación de Estudiantes Universitarios (FEUH), la cual acumuló 170 averiguaciones previas por robo, lesiones y secuestro entre 1987 y 1988, de acuerdo con el recuento documental que el historiador Arturo Herrera Cabañas incluyó en su obra Política y Gobierno de Hidalgo.
“La FEUH sirvió desde sus comienzos como trampolín político”, aseveró el autor, cuya obra, escrita en las postrimerías de la década de 1980, permaneció inédita cinco lustros, y expuso que su presencia en los cargo comenzó en la época del gobernador Manuel Sánchez Vite cuando fue diputado Abel Venero, expresidente de esa Federación, a cuyos miembros imputaron el tiroteo a las instalaciones del periódico El Nuevo Día, el 6 de junio de 1988; el asesinato, a golpes, de un taxista, el 11 de mayo, y la muerte de una mujer en un bar, el 13 de junio de 1987.
Morena también obtuvo los siete distritos electorales federales –uno, el de Pachuca, para el clan Sosa, a través de Lidia García Anaya, secretaria general del Sindicato de Personal Académico de la Universidad–, así como dos posiciones al Senado por mayoría.
mvf