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Gobierno brasileño destina más recursos para lavado de autos que para Museo

Aún se desconoce la causa del incendio sin embargo se señala al bajo presupuesto de la institución como producto de la negligencia de sucesivos gobiernos

Escrito en MUNDO el

El incendio que destruyó el Museo Nacional de Brasil, el más antiguo de Río de janeiro, ha sacado a la luz las precariedades a las que ha estado expuesto desde el 2014 gracias a un bajo presupuesto.

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El Gobierno Federal destina menos de 500.000 reales (120 mil 260 dólares) anuales desde 2014 para su mantenimiento. Este año estaban previstos solo 205.821 reales (49 mil 504 dólares), menos de la cantidad anual destinada a lavar los coches de los diputados de la Cámara baja en Brasilia o el mensual destinado a mantener el palacio presidencial, cerrado desde la caída de Dilma Rousseff.

“La destrucción del Museo Nacional es un desastre descomunal y representa un símbolo de ese Brasil que arde en llamas. No cuidar de un patrimonio como ese es señal de que el país anda triste y desorientado”, sentenció ayer la historiadora Lilia Schawarcz.

El incendio ha llevado la mirada hacia otras instituciones en estado precario en todo el país, desde parques arqueológicos a sitios reconocidos por Unesco.

TODAS LAS PIEZAS DE ARTE, CULTURA E HISTORIA QUE SE PERDIERON

El lunes, mientras intentaban salvar minerales raros de la época de la familia imperial, el profesor Renato Rodriguez Cabral Ramos, del sector de geología y paleontología, se lamentaba: “Teníamos varias piezas de culturas indígenas brasileñas y de Oceanía. Eso ya no existe, es irrecuperable”.

También parece haberse perdido la memoria guardada en el archivo, las momias egipcias, el sector de lingüística y la colección única de insectos extintos también han quedado reducidos a cenizas.

“Afortunadamente nuestra producción es muy intensa, entonces no todo el conocimiento está perdido. Sí, perdimos muchas piezas, pero fueron estudiadas y los análisis están publicados en artículos y libros”, ponderaba el profesor Cabral Ramos.

Cristiana Serejo, vicedirectora del Museo Nacional, cree que solamente un 10% de toda la colección se salvó. Entre las piezas más conocidas está el cráneo de Luzia, el fósil humano con más de 12.000 años encontrado en Brasil. Hay esperanza de hallarlo toda vez que esta y otras piezas importantes estaban en armarios de acero y en cajas fuertes.

Este martes los bomberos encontraron un cráneo, pero no se sabe si efectivamente es de Luzia. La investigadora recuerda que algunos sectores estaban ubicados en otros edificios, como el de vertebrados, de botánica y una biblioteca. Muchos documentos también están guardados en ordenadores y en la nube. El reto ahora es mantener las investigaciones y, con lo que quedó, construir otro museo. “He llorado bastante, pero lo vamos a conseguir”, dice Serejo

Con información de El País

iarb