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Riña campal en Veracruz; vecinos intentan linchar a responsables

Los hechos duraron aproximadamente 12 horas en un fraccionamiento de la ciudad de Medellín, en Veracruz

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Medellín de Bravo, Ver. Una riña vecinal terminó con saldo de una persona muerta, seis lesionados y el intento de linchamiento de los presuntos responsables que estuvieron atrincherados cerca de 12 horas, en dos departamentos del Fraccionamiento Lagos de Puente Moreno, en la ciudad de Medellín de Bravo, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

Luciano Aguilar, hijo, hermano y tío de los tres lesionados, dijo que todo empezó cerca de la medianoche cuando él y su papá estaban dentro de su casa, en el departamento 1, de la avenida Circuito Sur Belice, cuando, según él, sin motivo aparente, un grupo de personas que viven en la planta alta, que estaban bebiendo alcohol en la vía pública, los agredieron con armas blancas.

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El joven contó que tuvieron que encerrarse en su casa para resguardarse, pero la riña empezó cuando llegaron sus familiares en un automóvil para ayudarlos, luego de enterarse que los habían intentado golpear.

“Exactamente no sé, estaban tomando ellos, nosotros llegamos y ellos ya estaban esperándonos afuera, esperándonos con morunas, con picahielos y todo; nosotros nos metimos a la casa y llegaron unos familiares en el coche, llegando del coche y ahí los agarraron a pedradas, a morunazos”.

El testigo asegura que, en esos momentos, “picaron a mi hermano, casi le arrancan el brazo, está en el hospital, a mi sobrino lo picaron también, le dieron de machetazos y a mi papá, hasta acá lo vinieron a apuñalar acá afuera. El fallecido es mi amigo que vive aquí a la vuelta”.

Tras estos hechos, al llegar las patrullas de la Policía Naval y de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz, los agresores subieron a los departamentos 3 y 4, para encerrarse.

Desde la madrugada, los uniformados esperaron la orden de cateo del juez para poder entrar y detenerlos, mientras que contuvieron a una turba de colonos que querían ingresar a la fuerza para hacer justicia por propia mano.

Los tres lesionados fueron trasladados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde se reportan como graves, mientras que el fallecido fue trasladado al Servicio Médico Forense, de él quedó sólo quedó en el lugar una cruz blanca y una veladora en el suelo de la cancha de basquetbol.

Hasta las 11:00 de la mañana, los oficiales tuvieron autorización para ingresar a los departamentos, en el número 3, sus ocupantes abrieron de forma voluntaria y salió la primera persona detenida, un joven de 17 años, en camilla, con un vendaje en la cabeza y abundante sangre a la altura de la pelvis.

En ese momento, los colonos le gritaban “asesino”, y acusaban a la prensa, a paramédicos y la policía de fingir que estaba herido para evitar que fuera linchado por la muchedumbre, sin mayor problema dejaron que la ambulancia lo llevara al hospital.

Sin embargo, la segunda persona en salir, también con un vendaje con sangre en la cabeza, recibió todo tipo de agresiones cuando lo subieron a la patrulla. Los vecinos le arrojaron botellas, piedras y palos, mientras los Navales intentaban protegerlo de manera inútil.

Los ciudadanos corrieron atrás de la patrulla, le rompieron una ventanilla con un proyectil, después regresaron al departamento para intentar ingresar y sacar al resto a la fuerza, sin embargo, fueron contenidos por los oficiales.

Una vez que un mando de la Secretaría de Marina-Armada de México arribó y calmó a los manifestantes pudieron sacar al resto de las personas atrincheradas que sumaron 12, de las cuales, tres estaban lesionadas.

En el departamento 4 fue necesario que los Navales rompieran a marrazos la puerta, de allí sacaron a una pareja que subieron a la patrulla, se abrazaron y lloraron, ante la risa y burlas de los presentes que advertían: “ahora si lloran, asesinos”.

Una vez que la docena de detenidos fue llevada ante las autoridades, el control del lugar lo tomaron jóvenes pandilleros de la zona que armados con bates, machetes y navajas recorrieron todo el barrio asegurando que faltaban más personas por detener y que huyeron por la parte trasera.

Corrieron, abrían casas con toda impunidad, revisaban salían, trepaban azoteas, así durante varios minutos, sin que la policía hiciera nada por impedirlo.

Al final, el saldo fue de 12 detenidos, de los cuales cuatro eran mujeres, una de la tercera edad, y ocho varones, hubo seis heridos y una persona muerta.

mvf