Entre banderas de colores, coronas de flores, maquillaje, pestañas postizas, tacones, globos; se asomaron logos de marcas que iban desde ropa interior, sonideros, endulzantes, comida chatarra, portales dedicados a la diversidad, instituciones financieras, servicios de transporte, incluso de partidos políticos.
En la marcha se hicieron presentes los colores, cuerpos disfrazados, diferentes preferencias sexuales que este día decidieron mostrarse como guerreros, luchadores, vedettes, darks, vaqueros, elfos… entre otros más que se entremezclaron en la diversidad de personas que asistieron a la marcha.
Al encuentro se reunieron diversos públicos, los que iban a mostrarse, los que iban a mirar y los que iban a vender. La presencia de las marcas y los vendedores ambulantes fue tan notoria que formaron parte de la fiesta por el orgullo gay, cuyo lema de este sábado fue “Respeta mi familia, mi libertad, mi vida".
La marcha tiene el objetivo de visibilizar la diversidad sexual que existe en la sociedad, la cual rompe brechas culturales, económicas y generacionales. Al respecto, una de las asistentes comentó “es el día en que nos hacemos visibles, siempre existimos, pero la sociedad se empeña en invisibilizarnos y hoy es el día de escupirle al sistema que está esta causa y otras más, como los transfeminicidios, la discriminación laboral, las cuales, no hay que perder dentro de la celebración”…
En la marcha estuvieron presentes las batucadas, selfies con los asistentes, servicios de body paint y sobre todo, logos que se asoman en los globos, carteles, gorras, playeras, carros alegóricos... Ante esta exposición publicitaria es evidente que las marcas han identificado a su público: la comunidad gay. En protesta se ha unido un bloque disidente que intenta cuestionar la saturación publicitaria y enuncian un cartel "soy homosexual, no soy un sector de mercado".
Una de sus integrantes, Anaid, menciona "nos unimos a la marcha con la intención de protestar contra la mercantilización de la diversidad, además estamos aquí para recordar otras causas como los feminicidios y el cuidado de los migrantes".
Para protestar contra esta mercantilización y sobre todo objetivización de los cuerpos, Anaid se disfrazó de “Drag King”, es decir, vistió su cuerpo femenino de hombre para romper con las estructuras del “ser mujer”. La activista iba acompañada de un "Drag Queen", cuerpo masculino vestido de mujer; ambos enfatizaron los rasgos de su género.
"El sentido de los "Drags" es hacer un performance de los cuerpos y exagerar los rasgos que se han construido respecto a ser hombre o ser mujer", explicó Arlette Garduño, estudiante de Género en la Universidad de Lund, en Suecia; esto se hace para romper los discursos sobre el ser mujer u hombre que tanto la cultura y las empresas han creado.
La experta en género expone que el ser mujer y ser hombre es una construcción social, es por ello que en la marcha se hace un performance de la diversidad sexual.