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Se fuga violador de penal del Edomex

El reo fue ingresado al penal el 27 de marzo del año paso y no se sabe nada de él desde el 24 de enero

Escrito en ESTADOS el

Gerardo González Soto, quien cumplía una sentencia de 41 años dos meses por el delito de violación, se fugó del Penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, el Estado de México.

El reo fue ingresado al penal el 27 de marzo del año paso y no se sabe nada de él desde el 24 de enero.

A través de un comunicado, la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (DGPRS) informó sobre la fuga, de la cual no se ha dado más detalles.

Tras reportarse el escape, la titular de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), Maribel Cervantes Guerrero, anunció el reforzamiento de seguridad de los penales de la entidad.

Sobre un supuesto autogobierno en el Penal de Santiaguito y demás penales en la entidad mexiquense, Cervantes Guerrero aseguró que el control de cada uno de ellos lo tienen las autoridades.

Añadió que las medidas de seguridad en los penales no eran débiles, a la vez que acusó a familiares de los reos de intentar introducir objetos prohibidos

"El Gobierno del Estado de México y la SSEM no permitirán ni tolerarán acto de corrupción e impunidad que ponga en riesgo la seguridad de la población mexiquense, por lo que se actuará bajo el imperio de la ley contra quienes trasgredan las leyes que nos rigen"

Por su parte, el agente del Ministerio Público inició la carpeta de investigación correspondiente a efectos de deslindar responsabilidades del personal administrativo, así como de Guardia y Custodia.

Asimismo, la SSEM aseguró que prestará todas las facilidades para que se lleven a cabo las indagatorias.

El recuerdo de “El Tatos” y el infierno carcelario del Edomex

Las cárceles del Estado de México no viven su mejor momento, apenas en octubre pasado la Agencia MTV evidenció una red de extorsiones y tortura en el Penal de Neza Bordo encabezada por Luis Alberto González Nieto, conocido como “El Tatos”.

Acusado de secuestro y sin sentencia, llevaba más de 10 años deambulando por 12 de los 21 penales de la entidad.

Por lo menos en cuatro penales se detectó su modo de operar: torturar reos y grabarlos, videos que eran enviados a los familiares de los presos para que pagaran, ya sea dinero, artículos de valor y hasta propiedades, para que los dejara en paz.

Esta red terminó con la divulgación de los videos y con el traslado de “El Tatos” a un penal federal especial para secuestradores en Gómez Palacio, Durango.

El caso de “El Tatos” refleja las condiciones en las que se encuentran las cárceles del Estado de México.

Sobrepoblación, amenazas, esperas sin respuesta, carencias de abogados y demás conductas ilegales, todo bajo el resguardo de la corrupción, es el día a día que sentenciados y presuntos culpables viven en los centros penitenciarios del Estado de México.

Dichas irregularidades que entorpecen la cotidianidad, el proceso penal y hasta la inserción social de los reclusos.

El primer bache es la sobrepoblación. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL), cinco de los 37 centros penitenciaros del país con mayor sobrepoblación tienen sede en el Estado de México.

Los Centros de Prevención y Readaptación Social (CPRS) de Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Santiaguito y Chalco, están entre las cárceles con más densidad poblacional.

Dicha sobrepoblación también se ve reflejada en las celdas compartidas, pues el informe señala que 82.6% de los presos compartió su celda con más de cinco personas.

La misma encuesta detalla que en la entidad mexiquense, sólo 14% de los encarcelados pudo contactar a un abogado cuando fue presentado ante el Ministerio Público.

Asimismo, 26.7% de los reos mexiquenses recibió presiones o amenazas como principal motivo para declararse culpable.

En cuanto al tiempo que pasa entre que se encarcela al presunto culpable y se le dicta sentencia, en los CPRS de Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Santiaguito y Chalco, entre 42% y 51% de los reclusos esperan más de un año.

Además, dentro de las instalaciones carcelarias en el Estado de México, más de la mitad de los encarcelados fue víctima de al menos una conducta ilegal.

Para que funcione todo esto, debe de existir algo que los respalde y eso es la corrupción. El ENPL precisa que en las prisiones de la entidad, 57% de su población ha sido víctima de actos de corrupción en al menos una de las etapas relacionadas con su reclusión.

Con información de Reforma y El Publimetro

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