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"Fingí mi muerte para escapar de mi agresor": víctima de violación en Playa del Carmen

Ximena Elizabeth de 27 años fue abusada sexualmente en Playa del Carmen, uno de los destinos turísticos más importantes del país... él está libre

Escrito en ESTADOS el

CANCÚN, Q.ROO.- Vivir en Cancún o en Playa del Carmen se ha convertido para las mujeres en una situación de vida o muerte, tan sólo de enero a septiembre de 2018, la Fiscalía de Quintana Roo ha reportado la muerte de 54 mujeres, la mayoría con violencia.

En uno de los destinos turísticos más importantes de México, en Playa del Carmen, conocido por ser un punto para “turistear” en la famosa Quinta Avenida, también es una ciudad donde las mujeres deben cuidar de sus vidas en colonias populares, debido al incremento de la inseguridad.

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Situaciones cotidianas como salir de casa para hacer deberes de trabajo, regresar caminando a casa en sitios iluminados, pero sin suficiente vigilancia policiaca, se convierten en situaciones de vida o muerte, tal y como le sucedió a Ximena Elizabeth Longoria Torres, de 27 años, que un domingo por la tarde mientras regresaba a casa caminando, un sujeto la siguió por siete calles seguidas, la alcanzó, la tomó del cuello para asfixiarla y la agredió sexualmente, dejándola herida en un lote baldío, frente a las instalaciones de la Policía Estatal de Playa del Carmen, a tan sólo cinco minutos de su hogar. La única salida que tuvo para salvarse fue fingir su muerte -dejando de respirar- para que su agresor se marchara del lugar.

Ximena Longoria contó en “La Silla Rota”, su historia de supervivencia de una agresión sexual, que a diferencia de otras víctimas de delitos sexuales, decidió alzar la voz para denunciar la negligencia en la actuación de las autoridades y también para encauzar a otras mujeres a que denuncien y no callar ante las agresiones.

Ximena Longoria vive en Playa del Carmen desde hace cuatro años, tiene una hija de seis años, es activista en materia ambiental, tiene un proyecto de recolección de colillas de cigarro en playas de la Rivera Maya y en restaurantes, que después convierte en papel, además fue congresista juvenil de Solidaridad en la XV Legislatura del Congreso de Quintana Roo.

La joven utiliza los fines de semana para dar recorridos en restaurantes de la Quinta Avenida de Playa del Carmen, con los que tiene convenio, recoge las colillas de cigarro para procesarlos.

El domingo 9 de diciembre, salió por la tarde, como a las 18 horas, a buscar colillas en restaurantes de la zona turística, llevo un morral verde para guardar los desechos, esa tarde, tenía poca batería en el celular, y no contaba con suficiente dinero en la bolsa para tomar transporte, por lo que decidió caminar de la Quinta Avenida hacia su hogar, que se encuentra en la colonia Forjadores a más de 1 hora de distancia.

Mientras caminaba se percató que un hombre no mayor de 30 años, mantenía una distancia de una calle y media cerca de ella, que no cambiada de dirección durante su recorrido.

Ximena reconoció que se encontraba un poco “paranoica”, ya que tenía conocimiento de ataques a mujeres en Playa del Carmen, y se mantenía enterada de casos de violencia hacia la mujer, como fue el caso de Addisbel N, que fue brutalmente golpeada por su pareja sentimental en la ciudad de Chetumal a principios de diciembre.

El sujeto la siguió por más de siete calles seguidas, y en un momento incertidumbre decidió correr cuatro calles con dirección hacia las instalaciones de la Policía Estatal del municipio para refugiarse, en caso de que la persona detrás de ella, la estuviera siguiendo.

Para Ximena, el agresor, tenía apariencia común, no reflejaba a primera vista ser una persona violenta, caminaba las primeras calles de manera tranquila y guardaba una distancia de una calle y media detrás de ella, no reflejaba estar con ropa sucia, en estado de indigencia o ebriedad.

“Volteé y lo vi corriendo, este cabrón me venía siguiendo, lo primero que pensé fue que me quería asaltar. Yo esperaba que pasara alguien, que fuera caminando en su coche y que me viera corriendo, que vieran al tipo corriendo detrás de mí y no pasó nadie. Estaba a unos 40 metros de llegar a la estación de policía y escuchaba como aceleraba el paso, empecé a escuchar sus pasos más cerca de mí y me alcanzó”, dijo Ximena Longoria.

Ximena mientras observa jugar a su hija de seis años en el patio de su casa, reconoció que tuvo suerte, porque su agresor no tenía arma de fuego y tampoco arma blanca para herirla.

“De no haber sido así, no creo que la hubiera librado, te lo digo sinceramente”, sostiene la activista.

Ximena traía un vestido negro y un short, sandalias, su cabello amarrado y una bolsa verde donde resguardaba las colillas de cigarro para reciclar. El agresor la tomó por el cuello para controlarla, apretaba su garganta para asfixiarla, después la arrastró hacia el lote baldío para agredirla sexualmente.

“Aventé el celular, la bolsa la arrojé hacia la calle,  porque yo quería que alguien pasara y viera las cosas tiradas, hice todo lo que estuvo dentro de mi cabeza para evitar que el tipo me jalara con facilidad. En el forcejeo afloje el cuerpo y el tipo me jaló del cuello, me ardían los pulmones porque no podía respirar, sentía como el cabrón me quería matar, era un odio con el que lo hacía, luchaba por mantenerme consciente porque sabía que si me lograba noquear iba a ser más complicado. En ese momento pensé en todas las mujeres que pierden la vida por sujetos así en las calles.”, dijo Ximena sin quebrar la voz.

Ximena contó que su agresor la golpeaba repetidas veces en el estómago mientras la asfixiaba, y sólo pensaba en sobrevivir para que su agresor se fuera, por lo que decidió fingir su muerte, aguantando la respiración y pausando los movimientos de su cuerpo.

La activista dijo que su agresor al ver que ya no reaccionaba, de manera inmediata se alejó de ella, dejándola en el lote baldío.

Ximena espero unos minutos para escapar de la zona, fue a las instalaciones de la Policía Estatal, pero los elementos no la atendieron de manera inmediata, hasta que llegó una policía mujer que la apoyó a regresar a la zona del ataque para recuperar sus pertenencias.

El proceso fue burocrático logró poner una denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE) hasta las 12 de la noche del mismo día de la agresión.  La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer y por Razones de Género abrió la carpeta de investigación 1684/2018.

“Yo no voy a permitir que ningún cabrón se lleve mi dignidad, y yo no voy a permitir que por esta persona no vuelva a ver a mi hija, no se lo permito”, dijo Ximena.

 

Ximena Longoria contó a La Silla Rota que tiene el apoyo de su familia y su esposo Jaime Ferreiro, para continuar con su vida.

Para Jaime, su pareja es una mujer fuerte, también ha aprendido de ella para superar obstáculos, ya que considera que la atención de los policías fue insuficiente, sin embargo, continuarán la denuncia para encontrar al agresor.

“Fue víctima de un canalla, pero al final de cuentas, ella decide cargar con la mentalidad de víctima o de vencedora, decidió levantarse”, dijo Jaime.

Exhorto a los hombres a respetar a las mujeres, evitando el acoso callejero y agresiones en vía pública.

“De hombre a hombre les digo que respeten a las mujeres, no tienen por qué romperles su tranquilidad. Yo les invito, les exhorto y les exijo que respeten a las mujeres, no hay porque agredirlas en la vía pública”, dijo Jaime.

mvf