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A Viviana Elizabeth la mató su exnovio; sólo quería darle "un susto"

A un año del asesinato de Viviana Elizabeth, una contadora de 24 años que vivía en San Luis Potosí, el juez dictaminó 20 años de cárcel para su exnovio

Escrito en ESTADOS el

Ciudad de México (La Silla Rota).- A un año del asesinato de Viviana Elizabeth, una contadora de 24 años que vivía en San Luis Potosí, el juez dictaminó 20 años de cárcel para su exnovio y padre de su hijo,  Fernado "N", quien junto con un cómplice fueron declarados culpables de matar a la joven y abandonar el cadáver en un pozo del municipio de Ahualulco. 

Desde que fue hallado el cuerpo de Viviana, Fernando, también de 24 años, fue uno de los primeros sospechosos, pues de acuerdo con las investigaciones él solía acosar a Viviana Elizabeth, quien fuera su ex pareja.

Fernando y Viviana habían sido novios desde que la chica tenía 18 años de edad, cuando se conocieron como estudiantes de la Facultad de Contaduría y Administración, de la Universidad Autónoma potosina.

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En abril de 2016, Viviana quedó embarazada de Fernando, sin embargo, éste decidió no reconocer al bebé, según informó Sergio Vázquez, abuelo de la fallecida y quien fuera tutor de la misma.

Según su relato, Viviana tuvo a su hijo y decidió proseguir con su vida, por lo que inició una relación amorosa con un joven identificado como Mario Alberto, quien aseguró que ya tenía planes de proponerle matriminio cuando ocurrió el crimen.

Mario y Viviana se conocieron en 2015, pues ambos forman parte de congregaciones de baile texano: “Ella pertenece a un grupo y yo a otro. Pero el día que empezamos a tener contacto físicamente fue el día de su cumpleaños, el 11 de junio. Ese día me invitó a su casa, le hicieron una comida nada más, y de ahí empezamos a salir. De hecho al día siguiente ella me invitó al cine, salimos al cine, estuvimos platicando fuera de su casa hasta las 4 de la mañana. Fue una cosa muy linda porque nos tomamos mucha confianza, ella me platicó cosas de su vida y yo también, los dos compartimos un sentimiento similar: que ella creció sin conocer a su papá biológico, yo crecí sin mi papá también, sí lo conozco pero nunca estuvo en los momentos importantes de mi vida y de ahí tomamos algo en común y de ahí empezamos a salir”, narró Mario Alberto tras el asesinato.

Viviana era la mayor de cuatro hermanos y vivía con su abuelo y su hijo Damián Azahel, quien tenía ocho meses de edad al momento del asesinato.

El interés de Mario en Damián fue muy importante para su relación: “El 14 de junio fue nuestro primer beso. Esa vez incluso yo le di un regalo para el niño, por lo cual ella me dijo que ahí me vio de diferente manera, porque nadie había hecho eso para Azahel, ni siquiera su papá, porque yo le regalé sus primeros zapatos a Damián y pues ese día nos dimos nuestro primer beso, fui a su casa a verla, era temprano y estuvimos platicando afuera de su casa. Ella no podía salir mucho porque tenía poquito que la habían operado. Nada más estuvimos ahí, un día antes ya habíamos platicado que nos gustábamos, pero ese primer beso fue donde empezó todo. En sí muchas personas pensaban que ya andábamos, porque a donde salíamos, antes de que fuéramos novios, íbamos agarrados de la mano, aunque se puede decir que el día 15 de julio me dio el sí oficial, pero en sí ya salíamos casi como pareja. Ese primer beso fue un momento que nunca se me va a olvidar, porque de ahí partió y surgió todo lo nuestro”.

El crimen

Fernando fue una de las primeras personas interrogadas por la Policía Ministerial, pero sobre el caso él respondió que tenía meses de no verla, y que incluso la última vez que la vio le había regalado flores. E interrogado sobre dónde estuvo los días en que desapareció la profesionista, él respondió que en eventos sociales y con su familia.

Sin embargo los investigadores lograron la versión de un testigo y además tuvieron acceso a vídeos del lugar donde Viviana solía tomar el camión, en la colonia Sauzalito, para ir a su trabajo de contadora en un despacho ubicado en Amado Nervo y Muñoz.

Con el testimonio de ese testigo y las grabaciones, se pudo corroborar que la víctima no abordó ningún autobús, sino que se dirigió a un jardín cercano, para subirse al auto de su ex pareja. Jardín donde ella acostumbraba verse con él, de acuerdo a declaraciones expresadas en conferencia de prensa por el Procurador de Justicia Federico Garza Herrera.

La desaparición de la mujer ocurrió la mañana del viernes 11 de noviembre. Al siguiente día, familiares, amigos y ex compañeros de la Universidad hicieron una pequeña manifestación denunciando su desaparición.

Un día después, el domingo 13 por la noche, hubo reportes de que se había encontrado el cuerpo de ella al interior de terrenos pertenecientes a la citada hacienda de La Parada, en Ahualulco, “al fondo de una noria”. Sin embargo fue hasta el lunes 14 por la mañana cuando se rescató el cuerpo, y se le identificó como perteneciente a Viviana.

"Quería darle un susto"

La investigación de la autoridad se basó específicamente en trabajo de campo y en las videograbaciones recabadas en distintos negocios, así como de un domicilio particular, donde además de la participación de Fernando, se obtuvo la identidad del segundo involucrado.

En sus declaraciones, Sergio dijo que su amigo le pidió el apoyo para “darle un susto” a la víctima, fingiendo un asalto, pero acabaron quitándole la vida en el lugar ya señalado.

Los dos sentenciados se encuentran recluidos en el centro de reinserción social de La Pila en la ciudad de San Luis Potosí.




Viviana Elizabeth Vázquez dejó un bebé de ocho meses de edad, el cual quedará a cargo de sus abuelos, quienes ahora ven a la criatura como un “regalo” que les dejó la joven fallecida. Antes, esos mismos abuelos educaron a Viviana, dándole también una carrera universitaria, ya que ella vino al mundo cuando su madre tenía apenas 15 años, y además con un padre que rehuyó la paternidad.