Veracruz (La Silla Rota).- Aún con el feminicidio impune de Magaly Hernández Marín, la desgracia embargó tres días después a otra familia en Xalapa. María Cristina Garrido Cervantes -de 45 años- intentó resistirse a un asalto, y como respuesta recibió múltiples puñaladas en los brazos y en el pecho. Murió desangrada en la sala de su casa.
En menos de una semana, la capital de Veracruz acumuló el noveno y décimo feminicidio en 2017, durante la administración de Miguel Ángel Yunes Linares. La Fiscalía General del Estado (FGE) no ha reportado noticias sobre el paradero de dos asesinos, que hoy son prófugos de la justicia.
“Queremos que se haga justicia por la muerte de mi tía y que su caso no quede impune como con otras víctimas. Era una persona que no tenía problemas con nadie”, reclama una sobrina de María Cristina, mientras recibe abrazos de vecinos y familiares que han llegado a la funeraria La Paz.
La entrevistada y otra mujer que vivían con la víctima en una pequeña vivienda de dos niveles, ubicada en la colonia Maver, refiere que el agresor esperó a que María quedara sola en casa y consumó el crimen en medio de un barrio que hoy cierra las puertas a la autoridad sin dar detalles. “Tienen miedo”, se lamenta la sobrina.
Con base en declaraciones de familiares, asentadas en la carpeta de investigación 2775/2017, el homicidio se realizó en el domicilio de Cristina, ubicado en la calle Recursos Humanos, a las 18:30 horas aproximadamente. Allí fue despojada de su auto, un Vento color arena y de objetos valor, incluida una pantalla.
“Pensamos que quiso defenderse, aunque nos parece raro pues siempre decía que de sufrir un robo prefería que se llevaran todo y a ella la dejaran tranquila. El cuerpo presentaba lesiones por navaja en el pecho, en los brazos y también rasguños a la altura de la barbilla”, explica uno de los hijos de Cristina.
María y la venta de ropa que no pudo hacer
María Cristina, había avisado a sus conocidos que pronto realizaría un viaje a la Ciudad de México para surtirse con ropa y bolsas para dama para venderlas en la temporada decembrina, un propósito que se vio frustrado debido a la inseguridad que va de oriente a poniente de Xalapa.
Los conocidos de la víctima que llegan de poco a la funeraria donde este viernes es velada, reconocen en ella una mujer emprendedora, respetuosa, que echaba mano de su carisma para ampliar su cartera de clientes en su micronegocio.
“Ella poco a poco se surtía en la Ciudad de México. Por la inseguridad que vivimos en Xalapa, últimamente no divulgaba hasta pocos días antes de viajar. Era precavida, pero mire, injustamente nos la quitaron de una forma cruel”, detalla la sobrina de Cristina.
Aunado al empleo de Cristina -del que solo ella dependía- también ocupaba el cargo de jefa de manzana. En su casa color verde, hoy acordonada con cintas amarillas, era visitada por vecinos que le solicitaban cartas de recomendación para buscar empleo o para gestionar algún servicio al Ayuntamiento en beneficio de su cuadra.
“Imagínese, era una persona respetada, que se dirigía como jefa de manzana a la gente con respeto. Ella fue víctima de un robo, pero también de un asesinato salvaje y cobarde”, agrega la entrevistada.
El crimen de la mujer comerciante de 45 años de edad, se registra a tres días del asesinato de Magaly Hernández Marín quien luego de dos semanas desaparecida fue hallada estrangulada en una caja de agua, en la colonia Lomas del Seminario.
El 07 de diciembre, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares aseguró que se reforzaría la seguridad en Xalapa, específicamente en la zona conocida como Santuario de las Garzas, donde fue hallado el cadáver de Magaly Hernández. Un día después los eventos dolosos se replicaron en el otro extremo de la capital.
El crimen de Garrido Cervantes se registra en Veracruz, una entidad que desde el 24 de noviembre de 2016 cuenta con una Alerta de Violencia Género en 11 de sus municipios, incluido el municipio de Xalapa.