El día 30 de abril debe ser una fecha para reflexionar que todas las niñas y niños del mundo tienen derechos y es necesario que los Estados los respeten, promuevan y garanticen.
En México viven aproximadamente 40 millones de niñas, niños y adolescentes, es decir, un 35 por ciento de la población total del país, una gran parte de ellas y ellos se enfrentan diariamente a la violencia en sus diferentes manifestaciones, además de obesidad, desnutrición, reclutamiento por grupos del crimen organizado y otras problemáticas derivadas de la pobreza en la que se les mantiene.
Desafortunadamente las niñas y niños son una de las poblaciones que más vive la desigualdad y violencia en nuestro país; solamente en el primer trimestre de 2019 ocurrieron 285 homicidios dolosos en población de 0 a 17 años y entre 2010-2018 ocupaban el 18 por ciento de la población desaparecida en México.
Me gustaría decirle a todas las niñas y niños que pasen un feliz día, sin embargo, es importante visibilizar que no todas y todos tienen felicidad y bienestar, que las infancias son diversas y se encuentran en situaciones distintas y que es necesario atenderles tomando en cuenta sus diferencias, además de seguir buscando su bienestar en todas nuestras acciones, sobre todo en este momento que vivimos en contingencia por el covid-19.
Nosotras las personas adultas tenemos compromiso con el bienestar y pleno desarrollo de niñas, niños y adolescentes, sin olvidar que el principal responsable es el Estado.
Por mi parte, reafirmo mi compromiso dentro de sociedad civil y en los lugares en los que me encuentro, para seguir construyendo espacios donde niñas, niños y adolescentes puedan expresarse libremente, puedan proponer acciones sobre temas que les interesen, sean respetadas y respetados, y puedan algún día (espero no muy lejano) vivir plenamente y poder decir por fin en esta fecha, feliz día del niño.