AUSTIN, TEXAS.- La detención de familias solicitantes de
asilo en la frontera con México es una situación habitual durante las últimas
décadas en Estados Unidos, una práctica que penaliza a estas personas para
permanecer en el país con solo un 8 % que finalmente lo consigue, según reveló
hoy un estudio.
Este porcentaje, que aparece en un informe elaborado por el
American Immigration Council, contrasta con 49% de éxito de los casos en los
que las familias fueron puestas en libertad para continuar con el proceso.
Los expertos achacan esta coyuntura a la falta de asesoría legal de quienes permanecen bajo custodia, ya que el acceso a un abogado en cautividad solo se produce en un 53 % de las ocasiones, frente al 76 % de los individuos en libertad que sí disponen de esa posibilidad.
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A través de 18 mil casos judiciales de inmigración
analizados desde 2001, fecha de apertura de la primera infraestructura
exclusiva para la detención familiar, hasta 2016, los expertos reflejan la
consolidación de esta práctica frente a otras alternativas para asumir la
llegada de familias a la frontera.
"El incremento de las detenciones se ha situado por
encima del 3,000 % en los últimos años, con una capacidad actual para acoger a
3,500 familias en cualquier momento; numerosas organizaciones pediátricas han
determinado que esta situación es traumática para los niños y sus
progenitores", explicó la directora de Derecho Migratorio y Justicia de la
Comisión para Mujeres Refugiadas, Michele Brané.
Por ello, creen que la administración actual del presidente
Donald Trump debe plantear otras opciones como la liberación de las familias o
la aplicación de programas intermedios que eviten el internamiento de los
menores por un tiempo indefinido.
Brané dijo creer que estas alternativas son "más humanas"
y también conllevan "menos costes" para las instituciones, ya que
según sus cifras, el precio de mantener a las familias arrestadas es
aproximadamente de 329 dólares por día y persona.
Por el contrario, otros programas dedicados a "cuidar
la salud física y mental" durante el proceso supone 38 dólares por día y
familia, mientras que con la liberación el coste es cero.
Una de las autoras del informe y profesora de Derecho en la
Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Ingrid Eagly, reforzó durante
su intervención en conferencia de prensa la opción de optar por la liberación
de las familias, debido al "compromiso" de los migrantes con las
citaciones oficiales.
El 86 % de los inmigrantes indocumentados liberados, tanto
en los casos completos como en los pendientes, asistieron a todas las
audiencias judiciales que se produjeron en el período de estudio.
Esta tasa fue aún mayor entre los solicitantes asilo, con el
96% presentes en sus audiencias ante el tribunal de inmigración.
En junio, el presidente firmó una orden ejecutiva para
frenar la separación familiar en la frontera, pero no resolvió cuestiones como
el acuerdo extrajudicial conocido como "Flores", que impide a las autoridades
privar de libertad durante más de 20 días a los menores indocumentados
detenidos.
La abogada del Dilley Pro Bono Project, Shalyn Fluharty,
proporciona asistencia legal a las familias en el Centro Residencial de
Detención de South Texas, el más grande del país con capacidad para 2 mil 400
individuos, y considera esta situación como "una experiencia
aterradora".
"Muchas de las personas que son entrevistadas por
agentes en la frontera no entienden primeramente el idioma, y no saben qué
información es la que deben proporcionar para avanzar en su proceso",
explicó.
Así pues, insistió en que esta tarea corresponde a un
abogado que explique a los migrantes que es crucial contar "sus terribles
historias", para que puedan tener "la oportunidad" de obtener el
asilo.
El estudio refleja que en el período 2001-2016, las personas que alegaron motivos de "miedo real o considerable" permanecieron retenidas una media de 3 a 4 días, cifra muy inferior a los entre 87 y 132 días que se aplican a otras razones de petición de asilo.
JGM