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Familia de Marco Antonio, atemorizada por actuar de policías

Magnolia Sánchez, media hermana del joven desaparecido, asegura en entrevista con La Silla Rota que las autoridades no les quieren dar el nombre de los policías

Escrito en METRÓPOLI el

“¿En manos de quién estamos? ¡Ahora veo una patrulla y siento terror!”

Indignada, Magnolia Sánchez, media hermana de Marco Antonio, el joven de 17 años que fue detenido por policías de la Ciudad de México el martes pasado, reclama:

“Se sabe cuál era la patrulla y ¡hasta iba escoltada por dos motociclistas! ¡Ni que le hubieran encontrado un arma o una bomba!”, exclama al recordar los hechos del 23 de enero en la estación del Metrobús Rosario. 

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Por la noche se dio a conocer que el muchacho fue visto en el municipio mexiquense de Melchor Ocampo y que sus padres lo reconocieron a través de una foto. Antes de eso, en conferencia de prensa el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, había dicho que había estado detenido en un juzgado cívico en Tlalnepantla porque fue encontrado en un puente en actitud que le representaba riesgo.

Antes de que Magnolia supiera que su hermano estaba con vida, relató que su hermano había quedado de verse con su amigo Roberto en la terminal del Metrobús. Iban caminando y vieron un graffitti que le gustó a Marco. A él le gusta mucho la fotografía por lo que le pidió a un joven que posara junto al graffitti.

En eso estaban cuando un policía se acercó y le dijo al joven que se cuidara porque lo iban a asaltar. “No es cierto, no lo estoy asaltando”, le contestó Marco mientras otro policía se acercaba y decía lo mismo.

De acuerdo con la versión de Roberto, que refirió  Magnolia, le arrebataron su mochila y se la revisaron. Marco se espantó y echó a correr. “Yo lo entiendo. A nadie nos enseñan cómo debe uno de actuar en un caso así. Es un chavo de 17 años”, afirma su hermana.

Marco brincó los torniquetes de la estación y ya adentro, un policía lo detuvo y le pegó en la cabeza con su careta. En el piso lo siguieron golpeando con toletes y después lo subieron a una patrulla.

Roberto, su amigo, intentó subirse también y no lo dejaron. Sólo alcanzó a preguntar que a donde lo llevarían y le dijeron que a la agencia 40 del Ministerio Público. Nunca llegó ahí. Y en el MP, según comenta  Magnolia, les dijeron que lo habían liberado en el camino.

“¿Por qué habría necesidad de decir que es un chico tranquilo?”- cuestiona Magnolia cuando La Silla Rota le pregunta acerca de cómo es Marco. “Es un muchacho comprometido, muy estudioso. Le gusta la fotografía. Y por eso se detuvo a tomar la foto del graffitti”. Marco estudia cuarto año en la Prepa 8 de la UNAM y es hijo único de un segundo matrimonio de su papá.

Magnolia tiene toda la razón cuando pregunta qué importancia tiene eso cuando lo que se requería era que aparezca con vida. Aunque no fuera un chico tranquilo, la exigencia era la misma.

Los padres de Marco Antonio están divorciados pero ello no ha obstado para que ambos hayan emprendido una búsqueda intensiva. Han acudido a todas las instancias posibles, incluso presentaron una queja en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, la cual informó que solicitó medidas cautelares y ha realizado más de 50 acciones, entre las que se encuentra el acompañamiento a la mamá ante diversas autoridades.

En el plantón que se realizó en el Ángel de la Independencia este domingo, familiares y allegados informaron que los padres fueron llevados a una instancia de Tlalnepantla a realizar una diligencia.

De acuerdo con lo que informó Martín Pérez, de la Red por los Derechos de la Infancia, el papá le comentó  que fueron trasladados en una unidad de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

Los trasladaron porque según dijo en la noche el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, del Estado de México les habían informado a las 8 de la mañana del domingo que Marco había estado detenido en un juzgado cívico, y puesto en libertad porque no estaba acusado de nada. A decir de la autoridad, se le detuvo en un puente en una actitud que podía poner en peligro su vida.

Magnolia platicó que a la mamá de Marco le llamaron la noche del sábado para decirle que las autoridades habían  activado todos los protocolos. “¿Protocolos? ¿Cuáles protocolos? Protocolo hubiera sido que les hubieran avisado a los padres que lo tenían detenido. ¿Dónde están las bitácoras de los policías? ¡Hasta me da risa!”.

Efectivamente, por la noche del domingo el secretario de Seguridad Pública, Hiram Almeida, reconoció que los policías que detuvieron y posteriormente liberaron al joven, no aplicaron los protocolos y se valora la forma de sanción.

Lo que el procurador Edmundo Garrido no reconoció fue que en la Procuraduría no quisieron levantar la demanda por la detención y desaparición de Marco sino hasta 48 horas después, como lo denunció Martín Pérez. El procurador sí dijo que ellos recibieron la denuncia hasta el día 25.

Ante la versión de que a Marco lo liberaron los policías porque un ciudadano se los pidió, Magnolia manifestó  su indignación. “¿Cómo fue que un ciudadano llegó, les tocó a los patrulleros y simplemente les dijo `libérenlo`? ¡Uy, que buenos policías son esos! Que pongan a trabajar esas cámaras. Si eso es cierto, ahí se podrá ver”.

Magnolia tenía razón otra vez. Por la noche Almeida dijo que Marco fue liberado porque la parte acusadora ya no fue encontrada. O sea, alguien acusó y luego desapareció.

En opinión de Magnolia, era una burla que dijeran eso. Había pedido que revelaran el nombre del ciudadano que pidió que lo bajaran de la patrulla pero ya no fue necesario porque la autoridad se desdijo de lo que aparece en el comunicado oficial que emitió la Secretaría. No hubo tal ciudadano, simplemente no encontraron a la parte acusadora.

Magnolia pasa de la tristeza a la indignación y a la demanda: “La autoridad está para cuidarnos y no para que sintamos miedo. No puede seguir pasando esto. Es un estudiante. Los jóvenes no deberían de salir a la calle con temor”.