El Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) incluiría además de dos pistas, un edificio de aduanas y hangares, un hotel de 310 habitaciones, la inclusión de un tren que conectaría a Pachuca, Hidalgo, así como un sistema de transporte tipo Metrobús, y la reubicación de las viviendas actualmente construidas. Así lo marca el Plan Maestro del AISL, al cual tuvo acceso LA SILLA ROTA.
El documento establece que el costo total del nuevo aeropuerto (sin el Impuesto al Valor Agregado, IVA), sería de 70 mil 342 millones 105 mil 051 pesos. De 31 actividades incluidas, la que tendría un mayor monto sería la construcción de las vialidades externas, cuyo costo alcanzaría los 16 mil 665 millones de pesos.
El Plan Maestro también tiene incluido un plan de movilidad, que fue uno de los temas más cuestionados los últimos días por los críticos del AISL. De acuerdo con el documento, se tiene planeada la construcción del mencionado tren rápido por 43 mil 677 millones de pesos, y un sistema BRT (tipo Metrobús) por 16 mil 500 millones de pesos. Sin embargo el costo del tren no aparece dentro de los costos de las 31 actividades.
Pero si se suma dicha cifra, el proyecto del nuevo aeropuerto aumentaría su costo a 114 mil 019 millones 105 mil 051 pesos.
El Plan Maestro además establece plazos para la realización de estudios de planeación y reasignación de contratos, de 2 y 3 meses, respectivamente. También para las obras, y la más tardada serían las vialidades externas, cuya duración sería de 24 meses, equivalente a dos años.
El Aeropuerto Internacional de Santa Lucía fue la opción ganadora de la consulta realizada el fin de semana pasado en todo el país y organizada por el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, por lo que se perfila a ser el que se construya en la administración del tabasqueño, y deje inconclusa la del nuevo aeropuerto internacional en Texcoco.
LOS COSTOS
El importe total del AISL sería de 70 mil 342 millones 105 mil 051 pesos, sin incluir el IVA ni el tren rápido.
Incluiría 31 actividades, entre ellas la construcción de las pistas 1 y 2; el edificio terminal; la torre de control aéreo; el edificio de Aduana; el hotel de 310 habitaciones, y vialidades exteriores, entre otros.
Son precisamente las vialidades exteriores lo que tendría un mayor costo, con 16 mil 665 millones de pesos.
Después estarían las obras inducidas, por 10 mil 821 millones 862 mil 315 pesos.
La actividad de rodajes tendría un costo de 7 mil 963 millones 103 mil 200 pesos.
El edificio de aduana costaría 4 mil 443 millones 642 mil 089 pesos.
El costo de la pista aérea 1, sería de 4 mil 069 millones, 437 mil 603 pesos.
El de la pista 2 sería 3 mil 617 millones 280 mil 934 pesos.
LA DURACIÓN DE LA OBRA
El plan maestro también incluye un cronograma sobre los meses de duración que tendrán las etapas del AISL.
- Estudios y planeación: 2 meses
- Reasignación de contratos: 3
- Pista de rodaje: 14
- Hangares de mantenimiento y almacén de aeronaves: 16
- Construcción de Zona de viviendas para reubicación de zona habitacional actual: 18
- Las pistas 1 y 2: 18 meses
- Torres de control y Centro de Control de operaciones: 20
- Edificio terminal de pasajeros, 20
- Edificio Hotel: 20 meses
- Vialidades externas: 24 meses
LAS DIMENSIONES
El plan Maestro contempla que el área total mida 23.2 kilómetros cuadrados.
La pista 1 medirá 5.1 kilómetros, la 2 tendrá 4.6, cada una tendrá 260 metros de resa, que es el ancho.
La base aérea medirá 4.7 kilómetros cuadrados.
Dentro del plan maestro también se incluye una lista de elementos que incluirá el AISL, la alternativa de transporte BRT (Bus Rapid Transit, que es la base del sistema Metrobús), que iría sobre el Circuito Exterior Mexiquense como un segundo piso, y un tren, que de acuerdo con algunas de las láminas del documento, conectaría al aeropuerto con Pachuca, Hidalgo.
El área urbanizable será de 62 hectáreas.
EN EL PROYECTO DE NACIÓN
El proyecto de construir dos pistas de aterrizaje y despegues comerciales en el Aeropuerto de Santa Lucía (AISL), ya venía incluido en el Proyecto de Nación 2018-2024, documento elaborado por especialistas convocados de diversos sectores, convocados por Andrés Manuel López Obrador previo a su campaña electoral.
En su apartado “Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”, se aseguraba tendría un costo 30 por ciento menor al del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, en Texcoco, e incluso se hablaba de un monto de 50 mil millones de pesos.
Preveía construir dos pistas adicionales a la pista ya construida y usada actualmente por militares, además de un edificio terminal de abordaje, y que estaría listo en tres años, en lugar de los 20 en los que estaba proyectado el de Texcoco.
Con dicho proyecto, no se dejaría de usar el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Benito Juárez, y el de Santa Lucía sería complementario. Recibiría menos vuelos que el AICM, “por ser de manejo parcial del pasaje”, se lee en el documento.
Con el funcionamiento de ambos aeropuertos se resolvería la saturación del Benito Juárez, que aún tiene vida útil, de acuerdo con dicho Proyecto de Nación.
Para dar entrada y salida a los usuarios del nuevo aeropuerto, se ampliarían y construirían estructuras de acceso y de salida y se establecería una ruta de transito libre y preferente para unidades viales de interconexión entre ambos aeropuertos, cuya distancia es de 30 kilómetros en línea recta.
Constaría de tres tramos: la Autopista Peñón-Texcoco, 8 kilómetros; la Autopista del Circuito Exterior Mexiquense, 28 kilómetros; y la Autopista (nueva) a construir, 5 kilómetros.
“Es un total de 41 kilómetros, que se podría transitar entre 30 y 40 minutos, lo cual resultaría en un incremento de tráfico menor que el tráfico que se generará por establecer en un solo sitio a 50 millones de pasajeros, como será el caso con el NAICM”, comparaba.
El proyecto apuesta que con el uso del AISL la congestión vial que sufre actualmente el AICM se vea aliviada e incluso sea menos complicada que lo sería con el aeropuerto de Texcoco, que causaría embudos en Viaducto Miguel Alemán y Circuito Interior principalmente. Además, el documento preveía que el aeropuerto de Santa Lucía liberaría parte del tráfico actual y beneficiaría a toda la población de la Ciudad de México, al proporcionar vialidades ampliadas y libres norte-sur, abiertas a todo el público usuario.
“Esta propuesta cumpliría también con el paradigma de requerir un gran proyecto funcional y decoroso, no necesariamente una gran inversión”.