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Zenzontepec, entre la pobreza y el olvido de las autoridades

El municipio oaxaqueño se encuentra en pobreza extrema y registra un serio problema por desnutrición infantil

Escrito en ESTADOS el

OAXACA, Oaxaca.- Dos letreros viejos con la leyenda "Sin Hambre, cruzada nacional" son la única evidencia que el municipio de Santa Cruz Zenzontepec fue considerado dentro del programa eje del expresidente Enrique Peña Nieto, pero sólo en escritorio y papel porque la localidad, enclavada en la Sierra Sur, no vio ningún beneficio.

Se palpa en la condición de pobreza en el que viven sus habitantes, pero sobre todo se refleja en la niñez, cuya carencia alimentaria que enfrentan las familias se percibe en su desarrollo y en su baja escolaridad.

Zenzontepec, ubicado a seis horas de la capital oaxaqueña, es el pueblo del olvido, así lo reconocen sus vecinos de municipios cercanos. La dispersión de sus 43 barrios y agencias de policía que la conforman es uno de los factores por el que más de un 90 por ciento de los 17 mil habitantes carecen de servicios básicos.

Para llegar a esta población hay que atravesar montes, subir y bajar pendientes, no hay señal de telefonía celular, la gente se comunica por radio y el transporte es escaso.

La cabecera municipal, Santa Cruz, es la única que cuenta con todos los servicios, las calles están pavimentadas, hay luz y drenaje, pero a sólo 15 minutos de distancia cuando se adentran a sus comunidades, la realidad es otra: calles de terracería, sin alumbrado, casas de lámina, baños ecológicos y sin agua potable, una muestra que la miseria y rezago no fue atendida.

“Nunca nos llegó nada”

En el barrio Loma Larga, ubicado en la localidad de Quinicuena, Secundino Merino, un hombre de más de 70 años, porta una playera cuyo nombre es visible: Eviel Pérez Magaña, gobernador, cuando el saliente titular de Sedesol llegó hasta esta población sólo a pedirles el voto.

Don Secundino ignora lo que lleva puesto, a él lo que le apura es terminar la cosecha de Jamaica al lado de su esposa, sus hijas y nietos.

De fondo, una pequeña de dos años luce sin zapatos. "Así le gusta andar, apenas le vamos a comprar sus huaraches de hule", dice la mujer a un lado de ella.

La menor enferma consecutivamente de gripa, dice la madre y asegura que no está desnutrida y tampoco tiene bajas las defensas. "Come bien, tortilla, café, galletas, lo que hay".

Por su escaso entendimiento del español -pues su lengua natal es el Chatino-, a Don Bibiano lo apoya su nuera, una joven de 20 años que contrajo matrimonio con uno de sus hijos cuando tenía 16 y explica que hace varios años escucharon hablar de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, pero nunca vieron ningún apoyo, por lo menos alimentario no.

"¿Eso donde te dan minsa, arroz, frijol?, no, nunca nos llegó, una vez llegaron despensas a la localidad, algunos sí recibieron, pero después ya nada, a nosotros no nos dieron nada", dice Bernardina Cruz.

La familia se dedica al campo, así como la siembra y recolección de Jamaica, cuya producción, si les va bien, les puede alcanzar para un año.

Mueren por desnutrición infantil

A Bibiano Merino, otro habitante de esta localidad, el día no le sonríe. Con su esposa y cinco hijos habitan una pequeña casa de adobe, techo de lámina y piso de tierra.

La esposa de Bibiano tiene que echar bastante agua a los frijoles para que les alcance, lo acompañan con tortilla y salsa y eso será su cena.

Desde el más chico, hasta el más grande de sus hijos tiene que ayudar en las labores, a veces faltan a la escuela, pero no por gusto si no porque no hay  maestros.

Los pequeños cargan en su espalda pesados rollos de leña y los costales llenos de Jamaica. Sus caras lucen sucias, se pasean descalzos por los caminos de tierra, pero no les duele, con el paso del tiempo se han curtido las plantas de sus pies.

De los cinco, su aspecto es delgado y su mirada se torna triste, pero de vez en cuando sonríen.

"No, (apoyos), aquí nos hacen falta muchas cosas principalmente el agua, hay que traerla de muy lejos y es un gasto que nosotros hacemos".

Bibiano asegura a sus hijos que todos están bien, desconoce que en Zenzontepec  al menos se reporta una muerte por desnutrición infantil.

Bibiano dice que a pesar de no contar con agua entubada, la que consumen, la cual la traen desde varios metros y con mangueras del acuífero más cercano, no ha ocasionado enfermedad a sus hijos.

El hombre de unos  35 años de edad se prepara para descansar, espera que su cosecha de Jamaica la pueda verde rápido para mantenerse lo que resta del año, aunque sea sólo con frijoles.

Zenzontepec con años de miseria

Filemón Hernández Bautista, presidente municipal de Santa Cruz Zenzontepec por el sistema de Usos y Costumbres para el período de 2017-2019, confirmó que en esta demarcación no hay evidencia y constancia de los programas de la Cruzada contra el hambre.

Explica que  el gobierno que le antecedió no brindó algún tipo de informe que permitiera conocer si en realidad el municipio era beneficiario, pues mantiene la misma condición de miseria que hace 5 años cuando se anunció este programa.

Menciona que lo único que les llegó en alguna ocasión fueron desayunos escolares fríos, también los apoyos del programa para adultos mayores de la Secretaría de Desarrollo Social.

Filemón dice que a Santa Cruz Zenzontepec le hace falta de todo: caminos en buenas condiciones para poder acceder a la cabecera y localidades, infraestructura escolar, docentes, luz, agua potable, drenaje, médicos para los centros de salud y medicamentos. De hecho la situación de rezago en el que se mantienen obligó a 14 municipios de la Sierra Sur a constituirse en un Frente para obligar al gobierno del estado a sentarse y escuchar sus necesidades.

"Ahorita traemos un problema muy fuerte con la falta de maestros. Esa bendita reforma nos vino a dar en la torre porque ahora los maestros pueden elegir su lugar de trabajo y por eso se nos están yendo".

De las 111 escuelas de nivel básico y medio superior a la fecha hacen en falta 12 maestros de primaria y 48 de secundaria. Por ello, los niños no van a la escuela porque no hay quien los atienda, mientras los adolescentes prefieren migrar, dejar la situación de carencia y necesidades para buscar una vida mejor.

Don Refugio Pérez, un líder local de Quinicuena, confirma que desde que tiene uso de razón, las condiciones de pobreza de su comunidad siguen latentes.

A sus 60 años y 6 hijos que mantener aún, menciona que el único beneficio que han visto es esta localidad es el mejoramiento de la clínica de salud, para que niños y mujeres embarazadas puedan atenderse.

“Aquí lo bueno que tenemos es que ya no nos morimos por una simple enfermedad porque ya hay médicos”.

Oaxaca sin salir de la pobreza 

De los 133 municipios oaxaqueños que fueron incorporados cuando se echó a andar esta estrategia federal para terminar con la miseria en algunos municipios del país, en por lo menos nueve de ellos se registraron una muerte por desnutrición infantil.

De acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca en San Mateo Peñasco, Coicoyán de las Flores, San Lorenzo, San Pedro Atoyac, San Pedro Quiatoni, Santa Cruz Zenzontepec,Santiago Tlazoyaltepec, San Vicente Coatlán y Yaxe, registraron un caso de muerte de 2013 al 2017.

También se registraron decesos por desnutrición infantil en Juchitán de Zaragoza, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa María Xadani  y Santo Domingo Nuxaa.

El Consejo Nacional de Evaluación de la política de Desarrollo Social (Coneval), único a Zenzontepec como un municipio de extrema pobreza. De los 17 mil 752 habitantes el 93.1 se encontraban en pobreza, de ellos 5 mil 398 presentaban pobreza moderada y  12 mil 363 pobreza extrema.

Al menos 9 mil 839, el 51 por ciento de la población reportó rezago educativo. El porcentaje de personas sin acceso a Servicios de Salud fue de 9.8 por ciento, el 96 por ciento no contaba con seguridad social.

El porcentaje de individuos que reportó habitar en vivienda con mala calidad de materiales fue de 56 por ciento y el porcentaje de personas que reportó habitar en viviendas sin disponibilidad de servicios básicos fue de 99.6% es decir 18 mil 993 personas.

La incidencia de carencia por acceso a la alimentación fue de 40.2 por ciento, es decir una población de 7 mil 666 personas.

En 10 años, el estado de Oaxaca ha incrementado su población en pobreza, pasando de un 61.8 por ciento de habitantes en esta condición (2008) a 66.4 por ciento (2018).

Es uno de los estados que va constantemente creciente su población en condición de pobreza.


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