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Vive Sonora el mes más violento en 22 años

Policías emboscados, ataques a comandancias, cuerpos descuartizados y hasta bebés baleados forman parte del mes con mayor violencia desde 1997 en la entidad|

Escrito en ESTADOS el

HERMOSILLO.- Con 152 personas asesinadas en Sonora en los últimos 30 días, junio de 2019 se convirtió en el más violento en 22 años.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero de 1997 al cierre de mayo de 2019 en Sonora no se tiene registro de un mes con tantas muertes derivadas de agresiones armadas como los 152 contabilizados hasta el domingo 30 de junio.

De acuerdo con reportes de medios locales, los principales focos de violencia en el último mes fueron los municipios de Cajeme (68 asesinatos), Hermosillo (24), la conurbación Guaymas-Empalme (11 y 13 muertos respectivamente) y las ciudades fronterizas de San Luis Río Colorado, Nogales y la región Agua Prieta-Naco, zonas donde se contabilizaron 11 homicidios.

Al sumar estos 152 homicidios con datos oficiales desde el 1 de enero al 31 de mayo, suman un total de 460 víctimas de homicidio doloso.

Según los datos oficiales, no solamente el número de muertos incrementó, sino también la severidad de los actos delictivos: ejecuciones de elementos de policía, ataques a comandancias, descuartizamientos y mutilaciones, asesinato de funcionarios públicos, ataques contra poblaciones alejadas y el asesinato de niños.

Los crímenes

El 10 de junio, nueve presuntos sicarios fueron acribillados en diversos ataques en comunidades de Aguas Prieta y Naco.

El 15 de junio, una madre de familia fue asesinada durante el funeral de su hijo, en Empalme.

La madrugada del 17 de junio, los cuerpos de otros dos hombres aparecieron descuartizados en calles de Ciudad Obregón, Cabecera Municipal de Cajeme, donde a uno de ellos se le extrajo el corazón y se lo colocaron como collar.

El 20 de junio, el contralor de Guaymas, Daniel Pardini, fue acribillado junto a otro trabajador de ese ayuntamiento, después de ser señalado en unas mantas que se presume fueran colocadas por el crimen organizado semanas antes.

El 21 de junio, por la madrugada, decenas de hombres armados atacaron tres viviendas de la comunidad de Rosario Tesopaco, donde la autoridad no reportó muertos o heridos, solo viviendas atravesadas por las balas y vehículos quemados, aunque después un video presentara lo que se presume fue la ejecución de al menos 5 personas secuestradas en la mencionada demarcación.

El jueves 27 de junio, durante una balacera en la colonia Las Misiones, de Ciudad Obregón, las balas alcanzaron a un niño de 4 años, quien perdió la vida junto a su padre.

Horas más tarde, en la misma ciudad, una bebé de 3 meses recibió un impacto de arma calibre 9 milímetros en una puerta, esto en un atentado donde asesinaron a su padre, un joven de 28 años.

El Chapo Isidro y Los Salazar

La pugna por ganar mayor parte del territorio sonorense y apoderarse de la zona fronteriza para el trasiego de droga hacia Estados Unidos, comienza a desplazarse del sur hacia el centro del estado, pues en las últimas semanas Hermosillo se convirtió en zona de guerra entre dos bandas del narcotráfico.

Estos hechos violentos se cruzaron con la entrada del nuevo gobierno municipal de Hermosillo, encabezado por Célida López Cárdenas de Morena, quien desde un día antes de su toma de protesta comenzó a recibir mensajes en narcomantas, que advertían sobre la presencia de cárteles de otros estados en la capital.

“No queremos cárteles de otros estados, si no quieres que Hermosillo se ponga peor que Obregón”, fue el mensaje de bienvenida para la nueva alcaldesa emanada de Morena.

Tan solo en Obregón y Hermosillo, en cuatro días se registraron siete homicidios, todos cometidos con extrema violencia por el estado en el que quedaban los cuerpos tendidos.

Cinco de estas muertes fueron en Hermosillo y dos en Ciudad Obregón, y a través de videos grabados por la ciudadanía testigos de los asesinatos, se logran escuchar las ráfagas que provenían aparentemente de armas largas.

Los cárteles de “Los Salazar” (“Los Chapitos”) y “Los Chapo Isidro”, pese a que años atrás eran liderados por un mismo jefe, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, tras su captura y extradición a Estados Unidos en enero de 2017, la división entre dichas células y la competencia por ganar plazas en la región Noroeste, desató la furia de ambos grupos y los cuales sellaron su enemistad con sangre de civiles.

“Los Salazar” mantienen el poder en el sur de Sonora, Navojoa, Cajeme, y parte de Hermosillo y Guaymas, sin embargo, la gente de “El Chapo Isidro”, tiene la encomienda de apoderarse de las plazas en Sonora.

Este cártel, además cuenta con gente bajo su mando, para manejar el negocio clandestino de extracción de hidrocarburos en la zona de Guaymas, de acuerdo con fuentes cercanas a la situación.

“Ellos tienen la zona de Guaymas y están metidos en el negocio de los huachicoleros, esos que se roban la gasolina, son los que operan eso también ahí en Guaymas, se están queriendo meter, pero la verdad yo veo más fuerte a ‘Los Salazar’”.