Veracruz, Ver.-En tres años han asesinado a 10 estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) en sus diferentes sedes del estado de Veracruz: cuatro de la Región Xalapa, dos de Poza Rica-Tuxpan, dos de Veracruz-Boca del Río, uno de Coatzacoalcos-Minatitlán y una de la Región Córdoba-Orizaba. Jóvenes que no concluyeron su estancia en la universidad por causa de la delincuencia.
La mayoría de los Programas Educativos (carreras) de la UV tienen una duración de cuatro a cinco años (entre ocho y diez semestres), lo que significa que no ha pasado una generación desde 2015, que han asesinado a 10 estudiantes, durante la transición de las administraciones gubernamentales de Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares, así como la doble gestión de la rectora de la máxima casa de estudios en Veracruz: Sara Delfina Ladrón de Guevara.
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El caso más reciente es el de Valeria Miriam Cruz Medel, de 22 años de edad, estudiante de Medicina de la Región Córdoba-Orizaba, quien este 8 de noviembre fue asesinada al recibir nueve impactos bala, mientras se encontraba ejercitándose en el Gimnasio: “Gym Sport”, en el centro de Camerino Z. Mendoza. De acuerdo con el gobernador Miguel Ángel Yunes, la joven fue confundida por presuntos sicarios que buscaban a una mujer vinculada con el Cartel de Los Zetas que también frecuentaba el establecimiento.
El 27 de enero de este año, fue asesinado José Ignacio Cortaza, de 28 años, estudiante de la Facultad de Música, de la región Xalapa de la UV, durante un tiroteo fuera del centro nocturno La Bartola, agresión que dejó dos muertos y cuatro heridos en la capital de Veracruz.
En septiembre de 2017, Augusto Zavaleta Salas, de 20 años, estudiante de la Facultad de Ciencias Químicas, también de la región Xalapa, trabajaba los fines de semana en una papelería. Allí, dos sujetos lo atacaron para poderle robar y fue agredido con arma blanca. Murió horas después por causa de las heridas en abdomen y cuello.
Durante el mes de julio de 2017, fue asesinada la joven Lorena García Mendoza, de 21 años, estudiante de Administración de Negocios Internacionales y Derecho en Xalapa, recibió un impacto de bala en el cráneo, en la entrada de la casa de su pareja sentimental, en el municipio de Emiliano Zapata, Veracruz.
Días antes, el 15 de julio de 2017, Lourdes Patricia Herrera Martínez, de 24 años, estudiante de Gestión Empresarial, en el campus Minatitlán, Región Coatzacoalcos, fue secuestrada cuando se encontraba en el bar “La Tecolota”. El padre de la joven: Enrique Herrera, comentó que los secuestradores pedían un millón de pesos por la libertad de Lourdes Herrera, de quien cinco días después, en la carretera Cosoleacaque-Jáltipan, solo apareció su cabeza.
A finales de septiembre de 2016 Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, de 22 años, estudiante de la Facultad de Comunicación y Leobardo Arroyo, de 24 años, recién egresado de la Facultad de Contaduría, en la Región Veracruz, fueron privados de su libertad, de acuerdo con la versión de los familiares, cuando se dirigían a un centro comercial de la ciudad de Boca del Río, Veracruz. Tras ser reportados como desaparecidos, el 1 de octubre, las autoridades descartaron que se tratará de un secuestro puesto que no se estaba pidiendo un rescate a cambio de la libertad de los jóvenes. Compañeros, conocidos y familiares difundieron por redes sociales las fotos de los estudiantes desaparecidos, organizaron una manifestación encabezada por la dirección de la Facultad de Comunicación, exigiendo a la autoridad ministerial que trabajara en la búsqueda. Una semana después, el 7 de octubre, el Ministerio Público, dio a conocer que se encontraron bolsas con restos humanos en el municipio de Camarón de Tejeda, Veracruz, que, mediante identificación de los cuerpos, por los familiares, se confirmó que eran los restos de Génesis Urrutia y Leobardo Arroyo.
Un mes antes de estos hechos, el 16 de agosto de 2016, Carlos Alberto Domínguez Morales, de 18 años, estudiante de nuevo ingreso en la licenciatura en Contaduría de la Región Tuxpan-Poza Rica, fue encontrado muerto en la carretera con destino a Tampico. De acuerdo a las versiones de medios de comunicación, fue víctima de un asalto, pues su cuerpo permanecía con un casco de motocicleta, que probablemente conducía, pero no se encontró dicho vehículo cerca de allí.
En mayo de 2016, Orlando Silva Yllana, de 25 años, estudiante de ingeniería, de la Región Xalapa, fue asesinado por causa de varias puñaladas en una pelea, posterior a la fiesta de graduación de la Facultad de Medicina UV, denominada “quema de batas”, que se realizó en un centro campestre de la carretera Coatepec. De acuerdo a las versiones narradas por los asistentes al evento, todo empezó con una riña entre unos jóvenes que no eran universitarios que se encontraban en el evento. Cuando los estudiantes se retiraron con destino a sus casas, los agresores los sorprendieron y apuñalaron a Orlando Silva, quien minutos más tarde murió.
Rafael Martínez Rivera, de 22 años, en la Región Poza Rica-Tuxpan, fue asesinado el 21 de agosto de 2015, mientras viajaba en un autobús de la compañía “Enlaces de Oriente”, con dirección a Hidalgo, en la carretera: México-Tuxpan, cuando dos sicarios que se encontraban también dentro de la unidad de transporte, le dispararon en la cabeza y cuello. Posterior al homicidio escaparon, tras amenazar con el arma al chofer de la unidad.
Los hechos de violencia que hay en México, han atacado y herido de manera directa a las familias de los estudiantes veracruzanos, así como a la comunidad universitaria de una de las principales universidades públicas del país, en los últimos tres años, en el que Veracruz se posiciona como uno de las entidades más peligrosas de México.
mvf