Main logo

Violencia crece en Michoacán ¿Y dónde está Aureoles?

Mientras el gobernador Silvano Aureoles ha estado de gira por el país, Michoacán ha registrado un aumento de la violencia del 24% en 2017

Escrito en ESTADOS el

Ciudad de México (La Silla Rota).- La violencia en Michoacán se ha disparado en los últimos meses, mientras el gobernador del estado, Silvano Aureoles, ha estado en eventos oficiales a lo largo del país o en reuniones con su homólogos en lo que, según expertos,  parece ser una gira de autopromoción en busca de un lugar en la contienda presidencial del próximo año.

De acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Michoacán enfrenta un aumento de la violencia e inseguridad, donde los homicidios dolosos registran un incremento del 24% en relación con el último año, es decir, en los primeros cinco meses de 2017, se contabilizó un asesinato cada seis horas.

Con estas cifras los primeros cinco meses representan el segundo periodo más violento en el estado en las últimas dos décadas.

Ni en las administraciones de Fausto Vallejo o Leonel Godoy, en las cuales la presencia del crimen organizado era mayor, el número de homicidios violentos fue tan alto como ahora con el perredista Silvano Aureoles.

En ese contexto, La Silla Rota entrevistó a expertos y analistas en materia de seguridad pública que hacen una lectura de la situación actual de la entidad con relación a su mandatario.

Violencia y muerte en Michoacán, Silvano Aureoles: ausente

Mientras casos de violencia azotaban el estado michoacano, el gobernador Silvano Aureoles se encontraba en cualquier parte del país, menos en la entidad que gobierna.

Por ejemplo, el 26 de febrero 2016, Aureoles y parte de su gabinete promocionaban a Michoacán en Estados Unidos definiéndola como “un paraíso” para la inversión; mientras en diferentes puntos del estado ejecutaban a 11 personas.

El 23 de abril en 2017, cuando el gobernador michoacano reunió con integrantes del PRD en Veracruz; en Michoacán nueve civiles perdieron la vida, tras enfrentamiento entre presuntos criminales

Menos de dos meses después, el 18 de mayo de 2017, Aureoles se reunía en un restaurante de Polanco en la Ciudad de México con Graco Ramírez y Arturo Nuñez, gobernadores de Morelos y Tabasco, respectivamente; mientras en Michoacán ejecutaban a siete personas, asesinaron al padre de la diputada local Rosa María de la Torre y se registraron enfrentamientos en diferentes puntos carreteros.

Tres días después, el 21 de Mayo 2017, Silvano Aureoles se reunía en Nayarit con el candidato perredista a la gubernatura del estado, Antonio Echevarría; mientras en Michoacán, periodistas exigían la aparición de su colega Salvador Adame, secuestrado por un grupo armado y que semanas después aparecería muerto.

Y el 8 de junio de 2017, cuando el gobernador asistía a la entrega del Premio Nacional de Investigación en la Ciudad de México y destapaba su interés por ser candidato del PRD a la presidencia; en Michoacán, civiles armados agredieron a balazos a Norberto Nau Ambriz Licea, director de Seguridad Pública del municipio de Tumbiscatío. Tercer jefe policiaco atacado en las últimas semanas en el estado.

Aureoles, más preocupado en la presidencia que en Michoacán

“Lo que estamos viendo en Michoacán es al gobernador (Silvano Aureoles) está más preocupado por aspirar a ser el candidato presidencial de su partido que por hacer bien las cosas”, aseguró Javier Oliva, experto en materia de seguridad.

“Esto se ve reflejado en la fragmentación de las bandas criminales que ya no se dedican únicamente al tráfico de drogas, sino a la extorsión, al secuestro, al pago de piso; es decir, las distintas funciones que tiene el crimen organizado y que en Michoacán desde hace muchos años se ha disparado”, añade.

Para Oliva, lo que pasa en Michoacán en lo mismo que sucede, con sus particularidades, en estados como Guerrero, Sinaloa, Veracruz y Tamaulipas, lugares en que es fundamentalmente  hay una ausencia de medidas que se mantengan, que se valúen y que se corrijan.

Por su parte, Alejandro Hope, analista de seguridad, ve en Michoacán un caso complejo de inseguridad.    

“No hay explicaciones únicas, ni sencillas […] Es la presencia de grupos que surgen de las autodefensas, así como el arribo del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), la persistencia de grupos armados irregulares de distintos tipos y añádele que sigue la debilidad institucional en el estado. Juntándolo todo tienes un caldo que genera esto”.

Oliva reitera que, como ha sucedido en Guerrero, en la medida en que se neutralizan a los principales líderes criminales, se fragmentan las organizaciones y se propicia un clima de más violencia.

Ante el cuestionamiento si en la entidad, la inseguridad va en aumento o sólo se ha mantenido, Javier Oliva sostiene: “Si tú ves los escenarios a nivel nacional, no estamos mejor, vamos empeorando. En ese contexto, en el caso de Michoacán, pues también obedecería a esta lógica negativa de deterioro que se observa en el país”.

Aumenta la desconfianza

En tanto Hope, al hacer una lectura de la situación en el estado prevé que dicha tendencia de inseguridad prevalecerá y con ella la desconfianza a las autoridades.

Asimismo, el brote y agravamiento de la violencia provocaría, según Oliva, un escenario muy serio en el que las autodefensas puedan resurgir.

“Tú puedes ver como claramente el gobernador está desdibujado del escenario local y nacional, en cambio la ola de violencia sigue afectando un estado tan importante como lo es Michoacán”, concluye Oliva.