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Vinculan a proceso a sacerdote por abusar de monaguillo en Querétaro

Los hechos que se le imputan al párroco habrían ocurrido en el 2019 en una iglesia de la colonia Reforma Agraria contra un monaguillo

Escrito en ESTADOS el

QUERÉTARO.- Por su presunta responsabilidad en el delito de abuso sexual cometido en contra de un niño de 11 años, un sacerdote fue vinculado a proceso, informaron autoridades judiciales del Estado.

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Los hechos que se le imputan al párroco habrían ocurrido en el 2019 cuando era sacerdote en la iglesia de la colonia Reforma Agraria, donde habría abusado del menor de edad, que en ese tiempo era monaguillo en la parroquia donde desempeñaba su servicio el clérigo.

Por los hechos, un juez decretó la vinculación a proceso en contra del sacerdote al encontrar elementos suficientes sobre la presunta responsabilidad del imputado.

Un día antes, de la vinculación del sacerdote, el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, afirmó que la iglesia católica tendrá cero tolerancia contra párrocos señalados por abusos contra menores y se comprometió a que la autoridad eclesiástica colaborará con las autoridades judiciales en las investigaciones.

Sobre este caso, Antonio Ortega Cerbón, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), dijo que ya son cuatro casos judicializados de denuncias por abuso sexual contra sacerdotes en Querétaro.

CASO ARISTEO

En marzo de este año, en Ciudad Juárez, Chihuahua, el sacerdote Aristeo Trinidad Baca fue sentenciado a 34 años y 5 meses de prisión, por los delitos de violación y abuso sexual agravado contra una menor de 8 años.


El párroco que oficiaba en la parroquia Santa María en Ciudad Juárez fue detenido en febrero de 2019 por los delitos de violación y abuso sexual agravado.

Los hechos se habrían registrado entre 2015 y 2018, cuando la niña era monaguillo en la parroquia de Trinidad Baca.


La víctima –actualmente de 13 años- dijo que la primera vez que fue agredida por el sacerdote Aristeo ocurrió en el 2015, en la casa parroquial ubicada en la colonia Santa María, y la última agresión la sufrió el 28 de enero del 2018.

Durante el proceso del sacerdote al menos 20 testigos rindieron declaración con lo que la Fiscalía Especializada de la Mujer demostró la culpabilidad del párroco en al menos tres agresiones cometidas en contra de la menor entre 2015 y 2018.



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