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VIDEOS: Narcofuneral de capo pone en la mira federal a “Los Salazar”

El asesinato del jefe de un violento clan vinculado al poderoso Cartel de Sinaloa ha llamado la atención de las autoridades

Escrito en ESTADOS el

El 8 de agosto pasado fue asesinado Sergio Alberto del Villar Suárez, “El Napoleón”, en un conocido restaurante de Hermosillo, Sonora. Era un reconocido jefe de plaza de la célula “Los Salazar”.

Para su funeral no hubo limitaciones: se cantaron corridos, hubo miles de flores, además de que el ataúd fue escoltado por carros de lujo y motocicletas de la Policía Municipal.

Del Villar Suárez se encontraba libre a pesar de que había sido detenido el 5 de octubre de 2018 durante un operativo de la policía municipal y estatal en Hermosillo. Se le acusaba de ser responsable de varios crímenes de policías.

Un día después del asesinato, “Los Salazar” enviaron un mensaje intimidatorio contra el gobierno de Sonora, acusando que había “incumplido acuerdos”.

Pero más allá de estos hechos, lo que llamó la atención de autoridades federales fue que las inmediatas amenazas contra las autoridades estatales por parte de “Los Salazar”, así como la presencia de una escolta de la policía en el funeral de su líder, demuestran la impunidad con la que el grupo siente que puede operar.

Aunque todavía no se conocen las posibles motivaciones del crimen, la muerte de “El Napoleón” ha puesto el foco en una de las más violentas células del Cartel de Sinaloa y en sus operaciones en una zona estratégica del país.

Según un análisis de Insight Crime, originarios de Chihuahua, el clan de “Los Salazar”, fundado por Adán Salazar Zamorano, “Don Adán”, llegó a la ciudad de Navojoa, en Sonora, en la década de los noventa para participar en la producción y distribución de marihuana que salía por la frontera al norte de México.

“Don Adán” ingresó a la estructura del Cártel de Sinaloa como lugarteniente del entonces líder Joaquín Guzmán, “El Chapo”, junto con sus hijos Jesús Alfredo, “El Muñeco” y Adán, “El Indio”.

Tras la detención de Adán en 2011, de “El Muñeco” en 2012 y el asesinato de “El Indio” en 2016, Crispín Salazar Zamorano, hermano de “Don Adán”, quien actualmente se encuentra en la cárcel, tomó el mando de la organización.

La importancia de este clan radica en el dominio que mantienen actualmente en Sonora y partes de Chihuahua, que limita al norte con los estados de Arizona y Nuevo México, en Estados Unidos.

Desde las ciudades de Navojoa y Hermosillo mantienen el control de la ruta del narcotráfico que cruza por el norte del país, además de dominar el tráfico de migrantes por esa zona.

Un informe del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) en México identifica a este grupo como parte del brazo armado del Cártel de Sinaloa y lo ubica dentro de las 10 organizaciones más importantes de este cartel junto a grupos como Gente Nueva, Los Cabrera, y el Cartel del Poniente.

Su accionar criminal es tal que las autoridades mexicanas responsabilizan a este grupo de desplazamientos forzados de por lo menos 1,200 personas en el municipio de Sonoyta, Sonora, y de unas 300 familias en Las Chinacas, municipio de Chínipas, en 2015.

El grupo también es señalado de la desaparición del periodista Alfredo Jiménez Mota, en 2005, y el asesinato de Miroslava Breach, en 2017. Ambos investigaban los lazos del grupo con políticos y fuerzas de seguridad locales.