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VIDEO / “Nos íbamos sin nada en bolsillos”, Luz cerró su pulquería

Un pequeño negocio de 4x4 se volvía agua entre sus manos. El semblante de Luz es triste, cuenta a La Silla Rota como es que tuvo que cerrar su pulquería en León

Escrito en GUANAJUATO el

León-. El semblante de Luz es triste. Apenas y concibe que hace dos meses tuvo que cerrar su pulquería. Un pequeño negocio de 4x4 se volvía agua entre sus manos. Bajó las cortinas después del duro golpe que causó la pandemia del Covid-19. Dice que este hecho le cayó “como un balde de agua fría”.

“Tuvimos que cerrar la pulquería por todo lo que está pasando, por esta contingencia. Ya eran como dos semanas que ya no había ventas”.

Luz cuenta su historia con una mirada desesperada por saber por qué tuvieron que tomar esa cruel decisión. Adiós a los pulques curados, adiós al aguamiel y a las “benditas” ventas de los fines de semana. En los últimos días, ella y su cuñada Gaby tuvieron que bajar el precio del pulque para agilizar las ventas. Luz cuenta que los viernes ya eran diferentes, no había muchos “frutos”, como le llama ella a las ganancias.

“Un viernes que se vendía una gran cantidad de dinero, nos íbamos sin nada en los bolsillos, nada nada. Esto nos cayó como un balde de agua fría”.

''Pulquería el 200'' se ubicaba en el bulevar Saturno, en la colonia Los Ángeles 2

A sus cortos 18 años Luz ya sabe lo que es perder un negocio. Su actitud emprendedora la llevó a construir el sueño de la pulquería a los 16. Con la ayuda de su familia y de su cuñada Gaby abrieron tres locales, solo resistía uno de ellos, ubicado en el bulevar Saturno, en la colonia Los Ángeles. Ahora, este local alberga a los dueños de un estudio de tatuajes. Ya no está ahí la ‘Pulquería El 200’.

Luz cuenta cómo es que se vino abajo el negocio. El abasto de cerveza fue uno de los enemigos para sobrevivir. La gente le compraba “mucho” cuando esta escaseaba en las tiendas.

“A raíz de que las bebidas alcohólicas empezaron a agotarse empezaron nuestros frutos, empezamos a generar mucho. Ya cuando empezaron a surtir las vinatas bajó muchísimo, y a partir de ahí no vendíamos ni la mitad de lo que se tiene que vender cada semana”.

Lo que los hacía diferentes era la gran variedad de sabores que vendían. Desde los tradicionales hasta los más exóticos

 

 

 A esto se suma la llegada de “El Mayahuel”, un “camioncito” en el que venden pulque, a solo unos metros de su negocio. En el bulevar Vicente Valtierra estaba la competencia.

“También sobre el Valtierra empezaron a vender en un camioncito de pulques, al principio solamente eran jueves, viernes y sábado. Ya después era toda la semana, entonces eso nos afectó muchísimo”.

Entre la plática, Luz hace pequeñas pausas para recordar lo “bien” que les iba. Y es que su cuñada, y su hermano llevaban el pulque hasta la puerta de los clientes. En un coche guardaban litros de la bebida para ir a repartir a cualquier zona, supieron acoplarse a la crisis, el servicio a domicilio era un plus de su negocio.

“Desde que abríamos cortinas, todo para arriba. Curados, aguamiel, llevábamos pulque a domicilio todo iba para arriba. Generamos mucho los viernes, sábados y domingos”.

Con un toque muy peculiar Luz y sus familiares pintaron el negocio, para recordar las raíces de la bebida de los Dioses

De lo fructífero a la sequía. De las ventas a la competencia. De la subida a la bajada.

¿Cómo empezó el negocio de ´Pulquería El 200’?

El sueño de Luz arrancó a sus 15 años en un viaje a Xochimilco. Aprovecha para contarnos cómo surgió la idea de emprender una pulquería.  

“Cuando tenía 15 años hicimos un viaje a Xochimilco, ahí me fui envolviendo en el pulque, el maguey, de cómo se elaboraban las cosas. Me empezó a gustar, me empezó a llamar, cuando inicié mi local tenía 16 años. Desde el primer día, fue como un elevador, hasta arriba”.

Luz cuenta que para el 2021 tiene pensado abrir una nueva pulquería, por ahora vende las bebidas en festivales y eventos permitidos

Su negocio se fue transformando, y se mudaron a otro local.

“Metimos un poco más de sillas. Todo surgió chido, ya vendíamos pulque, aguamiel, colonche, tostadas, ya era así como un restaurant bar”.

 

Así se sirven los pulques en su negocio

El tercer local que ocuparon fue este último que ahora cerraron. Luz confiesa que por su corta edad no tiene los recursos suficientes para obtener un permiso de suelo.

“Desde los 16 años hasta mis 18 todo fue por debajo del agua”, cuenta con una sonrisa de oreja a oreja.

La luz al final de túnel

A pesar de cerrar la pulquería Luz no se rinde. Confiesa que ahora venden pulque en festivales o eventos pequeños a los que la invitan, ya sin local. Aunque está planeando reabrir para principios del próximo año, dice que ahora solo están en “stop”.

“A lo mejor para principios de enero. Estamos planeando volver con otro establecimiento de pulque. Por lo pronto estamos en stop, aun así yo busco la manera de movernos, nos vamos a eventos a vender bebidas, pulquito. Pero como todo es limitado, que debe haber un porcentaje de personas, por eso es muy complicado”.

Las formas creativas de vender son importantes para Luz, aconseja a los emprendedores a "no quedarse quietos" y ver la manera de sacar sus negocios adelante, aunque sea en pandemia

"No hay que quedarse quietos"

Luz platica con una motivación con la que convencería a cualquiera que esté a punto de arrancar un negocio. Uno de sus consejos es “no se queden quietos”. Afirma que la crisis por la pandemia destapa ideas creativas y nuevas formas de vender. Por ejemplo, el servicio a domicilio. Este es el mensaje que dio a los microempresarios.

“Dobleteen, busquen opciones, que no simplemente se queden quietos. Que digan “puedo mandar a domicilio”. Acoplarse a lo que estamos viviendo en este momento, de ser flexibles a lo que se viene. No hay límites de nada, solo es cuestión de tener un objetivo en la mente y dejarse llevar por el instinto de lo que quieres hacer. Sin miedo a nada, que fluya”.