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Una Navidad y Año Nuevo sin alcohol ni drogas en Michoacán

En la capital michoacana, jóvenes anexados en un grupo de Alcohólicos Anónimos, hablan sobre sus vidas antes de llegar a este lugar; hablan sobre cómo iban muriendo en vida

Escrito en ESTADOS el

MORELIA.- Vivieron dos vidas en una. La primera en un infierno inmerso en el alcohol y las drogas; la segunda, llena de amor y bendiciones, por lo que los militantes y anexados de un grupo de Alcohólicos Anónimo 24 Horas, son una muestra de que para estas fiestas decembrinas no se requiere de algún estupefaciente para disfrutar.

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Joel “N” tocó su fondo de sufrimiento, pues la droga y al alcohol le cobraron cara la factura de, aparentemente, haberlo hecho sentir feliz.

Cuenta que un trago o una dosis de droga, le daban valor hasta para sacar a bailar a una chica o entablar una conversación.

Lo que empezó como un aliciente para hacer hasta lo inimaginable, para Joel “N” se convirtió en su peor pesadilla.

Recuerda cómo al inicio de su actividad alcohólica y de drogadicción, llegó a ser el alma de la fiesta, el bailarín estrella, el contador oficial de chistes y hasta el que invitaba las chelas.

No había límites para el joven de 26 años de edad y tampoco veía una vida sin echarse sus copas o sus “toquecitos de mota”, porque “eso era la vida misma”.

Desde las entrañas del anexo, Joel narra para LA SILLA ROTA que poco tiempo le duró el gusto de ser un “bebedor y drogadicto social”, porque de la nada las cosas cambiaron.

Pasó de ser el aceptable, por el “loco más odiado y agresivo”, cuenta, mientras toca con nerviosismo sus tatuajes, dibujados en la cárcel, donde llegó por robo a mano armada.

Su enfermedad de alcoholismo y drogadicción, ya había avanzado y su necesidad era saciar su obsesión de sentirse fugado de la realidad, lo que lo orilló a delinquir.

Tras las rejas, en una Navidad, Joel vio cómo se iba su vida entre el filo de un cuchillo con el que fue atravesado su cuerpo por una deuda de droga.

Pasó tres semanas hospitalizado fuera del penal en el que estaba recluido, ya que el arma le perforó un pulmón y de milagro sobrevivió.

A los tres meses salió libre y volvió a las calles, platicó. El joven, recuerda que a pesar de lo que le tocó vivir, no podía dejar las drogas ni el alcohol.

Por el contrario, “conocí el cristal y cada vez se prolongaba más mi agonía, porque ya me sentía muerto en vida; pensaba que mi destino era morir en la raya. Ya no veía solución a mi problema”, reconoció.

Al año de haber salido de la cárcel y, ya más sumergido en su enfermedad, Joel “N” recibió un disparo en una pierna cuando intentaba huir, después de robar en un domicilio.

La familia de Joel ya no veía de qué forma ayudarlo, por lo que en otro de los ingresos del joven al hospital –resultado de su deterioro físico y emocional-, escucharon a un grupo de personas mientras transmitían el mensaje de A.A.

Los familiares, decidieron jugarse la última carta. En cuanto fue dado de alta, Joel fue trasladado al anexo de ese grupo ubicado en el norte de la ciudad de Morelia.

Joel, desde entonces, experimentó por primera vez lo que era aprender a vivir sin alcohol y drogas, al igual que el resto de sus compañeros.

De acuerdo a los testimonios de los militantes y anexados, solo bastó el mínimo deseo de dejar de beber y/o de drogarse para que su vida cambiara.

Preparan festejos decembrinos

Tras recordar en su historial que no les fue nada bien con el alcohol y la droga, ahora se demostrarán un año más que se puede disfrutar en sobriedad.

Con ilusión, ya planean sus festejos para este 24 y 31 de diciembre, con una junta especial en la que asisten los familiares.

Los adornos navideños ya empiezan a vestir la sala de juntas, los dormitorios y demás habitaciones del grupo.

Los anexados ya lavaron los manteles con flores de Noche Buena bordadas y desempolvaron los cobertores, las chamarras y los suéteres.

Las mujeres y hombres que forman parte de ese grupo, ya se pusieron de acuerdo de cómo serán los festejos este año.

La cena serán tamales y pollos rostizados; habrá atole, regalos y de postre unas gelatinas, pero, nada envinado, para evitar que se despierte la obsesión.

También habrá música y karaoke; baile y risas. La noche será larga, pero ahora sin sufrimiento. Las risas serán del alma, porque el sufrimiento ha quedado atrás.

El objetivo es transmitir el mensaje hacia afuera, de que hay un lugar donde se puede dejar de beber, de drogarse y de dejar de sufrir.

Lo mejor, es que es un lugar completamente gratuito, que se sostiene con las contribuciones de los propios miembros.

“Pero nuestra más grande fiesta es cuando llega alguna persona por primera vez, pues es una vida que se puede salvar “y si llega en estas fechas mejor, porque es cuando más se descoyunta un enfermo en el consumo del alcohol y la droga”, expresó Joel.

Drogas y alcohol, la primera causa de muerte en automovilistas

La corriente 24 Horas de Alcohólicos, informaron que diciembre es el mes en el que más se consume alcohol y drogas, por el ya conocido “Maratón Lupe-Reyes”.

Para el Consejo Estatal de Prevención de Accidentes en Michoacán (Coepra), el consumo de drogas y alcohol es la primera causa de muerte en automovilistas.

Autoridades estatales, afirmaron que el mayor número de muertes que registran es a consecuencia de un accidente vial.

En el Informe sobre la Situación del Consumo de Drogas en México, publicado este año por el gobierno federal, va en ascenso el número de muertes por el consumo de drogas, tabaco y alcohol.

De acuerdo con datos de la Dirección General de Información en Salud (DGIS) de 2010 a 2017 se han registrado 22 mil 856 fallecimientos por trastornos mentales y del comportamiento debido al uso de distintas drogas.

El documento indica que en ese periodo, se registraron 21 mil 920 defunciones por el consumo de alcohol, 179 por el de tabaco y 757 por consumo de drogas ilícitas.

En este periodo, el uso de inhalables representó la sustancia ilícita relacionada con un mayor número de muertes (115), seguido por los opiáceos (54), la cocaína (39) y por otro tipo de estimulantes (24).

En estos ocho años las drogas con un mínimo de muertes relacionadas con su consumo fueron los cannabinoides (6), alucinógenos (3) y los sedantes e hipnóticos con dos decesos.

Sin embargo, se presentaron 514 muertes por Trastornos mentales y del comportamiento debidos al uso de múltiples drogas y al uso de otras sustancias psicoactivas.

En el informe, se señala que con un muestreo (información recolectada en dos semanas típicas por año) de los casos que llegan a las salas de urgencias en instituciones públicas y privadas de pacientes mayores de 5 años de edad, se recaba información con un instrumento que permite identificar si el paciente se encontraba bajo el efecto de alguna sustancia e historial de consumo de diversas drogas.

De acuerdo con estos datos, que son recabados por el SISVEA, de los 8,135 casos que se presentaron en los servicios de urgencias durante 2018, un total de 915 pacientes (11.3%) ingresaron bajo el efecto de alguna droga, el 83.6% de los pacientes fueron hombres (765 casos) y el 16.4% mujeres (150 casos).

El 66.6% de los ingresos bajo los efectos de alguna sustancia psicoactiva fueron por el consumo de alcohol (609 casos), seguidos por la mariguana con el 8.3%, la cocaína con el 6.9% el resto de las drogas obtuvieron porcentajes por debajo del 6.0%.