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Un año sin justicia en el homicidio del activista Sínar Corzo

Ante la demora de justicia, familiares y compañeros activistas marcharon hoy, de forma pacífica, para exigir la captura del autor intelectual del homicidio

Escrito en ESTADOS el

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Sínar Corzo Esquinca caminaba, como a las 9 de la noche del 3 de enero del año pasado, a la altura del cruce de la 1ª Norte y Avenida Ferrocarril de Oriente del municipio costeño de Arriaga cuando, desde una motocicleta, un sujeto le disparó en varias ocasiones. El defensor de derechos humanos, reconocido por su barba blanca pero más por su activismo, cayó abatido.

De hecho, el integrante del Comité Ciudadano de Defensa de los Derechos Humanos Coloso de Piedra recibió una serie de amenazas de muerte debido a que en reiteradas ocasiones fue la voz de cientos o miles de ciudadanos, ya sea para abogar ante violaciones a sus derechos humanos, o para que les cumplieran alguna obra.

De este crimen, la Fiscalía General del Estado (FGE) aprehendió a los presuntos autores materiales, quienes hoy están encarcelados, sin embargo ha existido dilación para atrapar a quien planearía este hecho: David Parada Vázquez, exalcalde de Arriaga y quien, hasta el momento, es prófugo de la justicia.

Como se informó, horas antes de su asesinato, Sínar Corzo, también conocido como instructor de equinoterapia, se reunió con autoridades municipales arriaguenses para hablar sobre la necesidad de la construcción de un camino en la comunidad La Línea, considerada como un “paso seguro” para el trasiego de drogas ilícitas.

Ante la demora de justicia, familiares y compañeros activistas marcharon hoy, de forma pacífica, en las principales calles de la capital tuxtleca para exigir la captura del autor intelectual, además de evidenciar que las amenazas continúan para quienes han insistido en que se aplique la ley.

Sin respuesta del gobernador del estado

“Hemos venido tres veces a dejar documentos al gobernador de Chiapas, y hasta la fecha no nos ha recibido”, manifestó Luis Arvey Pérez Cruz, activista y comisionado del Comité Ciudadano de Defensa de los Derechos Humanos Coloso de Piedra, minutos antes de empezar el recorrido del Parque Jardín de la Marimba hacia Palacio de Gobierno.

En la actualidad, refirió, el caso se mantiene en una etapa intermedia (audiencia celebrada en noviembre), durante la cual la defensa de los imputados solicitó una prórroga, lo que alargará aún más el juicio. Aunque también los familiares de Sínar solicitaron una extemporalidad.

Mientras tanto, lamentó que haya un “bombardeo” de difamaciones hacia su Colectivo y familiares de Corzo, uno de ellos Gregorio Corzo, quien ha recibido más ataques, sobre todo por la vía de redes sociales.

“El autor intelectual sigue prófugo, o al menos el que señala la Fiscalía, y pues nosotros solicitamos que caiga quien caiga…”, afirmó el entrevistado, quien lamentó que Chiapas sea un “foco rojo” en cuanto a agresiones o encarcelamientos a defensores civiles de derechos humanos.

A pesar de que también se estableció con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a través de su quinto visitador Édgar Corzo, que habría una mesa de trabajo con el gobernador chiapaneco para que se atendiera su recomendación, aún no sucede nada positivo.

Mientras que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), subrayó Luis Arvey Cruz, se ha comportado como un “ente inútil, por decir lo menos, pues la última vez que solicitamos cursos para calmar las agresiones de algunos funcionarios públicos en Arriaga, no nos hicieron caso, ni su mismo presidente (Juan José Bermúdez Zepeda), quien nos ha ignorado”.

"Alzaremos la voz por quienes quedamos vivos" 

Lulú Corzo, quien sostenía una cartulina con la imagen de Sínar, aseveró que el Estado no sólo le ha quedado a deber a él, sino a otros activistas y periodistas que han recibido amenazas o son asesinados.

“Sé que nada le devolverá la vida a mi primo, sé que es difícil que haya justicia en su caso, sin embargo, seguiremos alzando la voz por los que quedan vivos, por los que hacen una labor por su pueblo y porque se apliquen las leyes como debe de ser”, aseveró.

Tras afirmar que Corzo era un hombre con un sentido de justicia “completamente vertical” y que no admitía “ni las medias tintas, ni los medios tonos, ni los puntos suspensivos”, explicó que si algo se tiene que reconocer es que su trabajo por la sociedad fue el mejor camino que pudo elegir.

Para ella, agregó, lo más lamentable es que haya una cerrazón y un “compadrazgo” sobre todo en el tema de la CEDH, organismo que —dijo— no cumple la función de proteger a las personas dedicadas a la labor social como el activismo o periodismo.

En vez de que David Parada, el principal sospechoso del crimen, esté en prisión, recibe a cambio un tratamiento de testigo protegido porque, “digo, cualquiera puede decir en dónde está; incluso ha movilizado a su gente, y ha creado una campaña de odio contra los familiares de Sínar, con un bufete de abogados de primera, y quiere hacernos creer que es una persecución política”.

Lo que la autoridad debería de entender, remató Luis Arvey, es que Sínar Corzo no era “una piedra en el zapato”, sino más bien fungía como coadyuvante para la solución de los problemas sociales.

La intención, dijeron quienes marcharon y colocaron una bandera de los derechos humanos en la entrada del Palacio de Gobierno, es poder “sentarse con el Ejecutivo del estado” para que por fin se haga justicia en este caso, y sobre todo que la FGE garantice un juicio transparente, abierto y que les expliquen el porqué de la demora en las pesquisas.

Aunque también demandaron una mejor seguridad para ellos, pues la vigilancia que les brindan es insuficiente, y prueba de ello que es los policías que los cuidan terminan su jornada diaria a las 9 de la noche, por lo que quedan indefensos ante cualquier posible agresión.